CEP: Moviendo la energía para que la música fluya en todo Projazz

Hace unos años se articuló la figura del primer CEP, un espacio necesario para representar la voz de los estudiantes y canalizar ideas frescas, constructivas, enfocadas en el arte y en cómo mejorar la condición profesional de los músicos chilenos trabajando en comunidad. Son objetivos súper concretos que el actual CEP, compuesto por siete compañeros, también tiene en mente para 2017. En sus palabras:

“Somos personas relajadas y no queremos representar ningún tipo de jerarquía dentro de Projazz. Simplemente somos compañeros que se organizaron para crear un ente representativo. Nuestros deseos de organización van de la mano con una integración igualitaria de todos los estudiantes, por ello queremos que nuestro CEP refleje el mismo espíritu de Projazz: una escuela donde podemos conversar, tratarnos con respeto y crear comunidad”.

Nos acompañaron en esta entrevista los compañeros: Alberto Bone, de Composición con mención en Bajo, Santiago Ramírez de Intérprete en Guitarra, Rodrigo López de Intérprete en Guitarra y Claudia Aranda de Intérprete en Canto.

Nos dimos cuenta que el estudiante llega acá a estudiar con mucha pega y hay poca unidad entre los compañeros. Estamos muy centrados en nosotros mismos. Sabemos que la carrera en sí es súper demandante. Pero esta desunión es algo que vemos en el ámbito artístico en general: un país donde no hay sindicatos de músicos ni mayor organización. Queremos corregir esto en Projazz”, comenta Claudia Aranda.

El CEP no tiene personas asignadas a cargos específicos: no hay un solo presidente ni un solo secretario, se van asignando responsabilidades de acuerdo a los talentos de cada uno, una forma de trabajo asociativa muy en sintonía con las actuales tendencias de trabajo colaborativo: lo de crear comunidad va en serio.

¿Qué los movió a integrar al CEP?

Claudia: «Yo había estudiado Fonoaudiología antes y allá estuve un año trabajando en una propuesta de Federación. Cuando llegué a Projazz me di cuenta que faltaba mucho de ese tipo de organización. Como estamos en un ambiente competitivo todos se centran en ser los mejores y en verdad no se dan cuenta que la vida es más que solo estar estudiando o componiendo. También noté que habían muchas conversaciones de pasillo o muchas críticas pero que al final no se hacía nada. Yo soy súper sociable entonces recogía cosas de todos lados y decía “pucha, hagamos algo”. Al principio quería participar pero igual me di cuenta que no había motivación y estaba medio sola. Fui la última en integrarme a este equipo de trabajo porque los vi un día, se estaban reuniendo, los escuché conversar, les dije “cabros, ¿saben qué?, me quiero unir si se puede”.

Alberto: «Hay hartos compañeros interesados en ser delegados, se nos acercan y no tienen el compromiso de ir a todas las reuniones pero eso da lo mismo, igual están ahí. Si alguien quiere aportar tiene toda nuestra comprensión para que lo haga según su propio tiempo. Nosotros estamos abiertos a todas las ideas.

Rodrigo: «No todos ayudan en la parte “gruesa” de nuestra pega, pero los puedes llamar en cualquier momento para que apoyen una actividad».

Santiago: «Para mí el primer año de carrera fue un camino solitario. Si bien uno va conociendo compañeros y amigos en la carrera, yo necesitaba participar de otras instancias que no fueran solo musicales. Era necesario abrir, expandir, airear, hablar con los compañeros.

Claudia: «La música se genera colectivamente, entonces hay que crear lazos».

Rodrigo: «Creo que es difícil formar comunidad, en parte, porque solo hay tres ramos que tenemos con personas en común (lecto, armonía y rítmica). Esos compañeros de esos ramos son “tu curso”, pero el resto están salpicados, entonces no se puede armar algo sólido y visible como “tu grupo”. Eso hace que las relaciones sean medio fragmentadas, con un amigo de aquí y otro acá.

Claudia: «Sabemos que los espacios son reducidos pero los queremos aprovechar. Acá salimos de clases y algunos se van al parque y como es tan grande nunca te vas a encontrar con otro grupo de Projazz. O te vas para tu casa. Entonces nos preguntamos qué podemos hacer para mantener a los estudiantes que se quieran quedar un ratito más en Projazz compartiendo con sus compañeros.

¿Qué ideas se les ocurren para crear más comunidad?

Alberto: «Quiero decir que Projazz es un siete al momento de armar comunidad, con las instancias del Micrófono Abierto y la Fonda, por ejemplo. Pero son cosas que van desde la institución hacia nosotros. Ahora falta que nazca de los estudiantes la idea de formar comunidad, que es mucho más entre nosotros; ya no es “la institución que te ofrece un servicio” y te trata de juntar».

Claudia: «Por parte de Projazz o del CEP anterior se han programado hartas tocatas. Pero falta un poco conversar. Quedarse después de la tocata comiendo algo, conversando sobre tus intereses. Porque al final acá pasa que cuando uno se programa para “ir a ver música”, algo de la cartelera de Projazz por ejemplo, uno se instala como espectador. Siempre se es público o se es artista, pero nunca vemos la forma de complementar una cosa con la otra».

Rodrigo: «Igual hay gente que es súper tímida, sobre todo cuando uno recién entra a estudiar. La gente viene recién saliendo del colegio. Yo creo que igual tenemos que aprovechar lo que ya está. La Feria PlanetaProjazz, el Micrófono Abierto, los días de los bateristas, de los guitarristas».

Claudia: «Pero que si se hace Feria PlanetaProjazz o el Micrófono Abierto, que después de eso se haga una especie de convivencia, de reunión, para que se pueda generar el “después de”. Aprovechar de recoger las opiniones de los alumnos post actividad».

Rodrigo: «Micrófono Abierto se ve como algo súper choro pero la onda es “veamos qué hay y después nos vamos”. Es visto como un espectáculo. Yo no tengo que ver con él, solo soy espectador».

Claudia: «En la música, acá en Chile al menos, la única forma de salir adelante es trabajando en comunidad, así se hacen los eventos, es la única forma. Hablo con mis amigos de 3rto y 4to y siento que no está ese sentido de comunidad: van a salir de la carrera y van a trabajar como sesionistas*. Pero al final saliste de Projazz sin aprovechar lo mejor de acá que era tener el mismo medio musical aquí, frente a nuestros ojos. Eso sería penca porque es justamente el plus que te da Projazz”.

Rodrigo: «También estamos pensando en mostrar algo de composición para los intérpretes y de instrumento para los compositores, porque hay hartos casos –a todos nos ha pasado– de gente que se ha cambiado de carrera y porque también se sienten los vacíos de “pucha, me gustaría saber eso pero no lo sé”.

Alberto: «Me pasó con un amigo que estaba en 4to de guitarra en otro instituto y él pensaba que iba a salir sin haber nunca compuesto nada propio, se sentía menos capaz al no tener esa herramienta, y yo le decía que él igual tenía que lanzarse a componer, no hay por qué encerrarse a lo que enseñan las carreras. Porque acá los de Compo siempre hablan con los de Intérprete.

Desarrollo integral: ¡mi ramo favorito!

Sólo al mencionar el nombre, todos en el CEP están de acuerdo.

Claudia: “Pasa con Desarrollo Integral que es un ramo medio visionario, adelantado: de repente hay cosas de las cuales uno ya se ha dado cuenta en la vida, pero llega el profe y las plantea de otra manera y hace que uno se meta profundamente en algo, es mucho lo que te entrega. Es un trabajo muy fuerte”.

Rodrigo: «Es mi ramo favorito y no es musical. Con este ramo se pone sobre la mesa información que uno no ve o no presta atención en la vida diaria, y te dan soluciones que uno tampoco ve pero que cuando termina la clase nos vamos pensando en ellas. Siempre pasa que uno escucha la clase y de repente uno se identifica y dice: “¡yo siento eso mismo!”. Te puedo dar una lista de amigos que piensan lo mismo».

Alberto: «Es una joya de Projazz».

Claudia: «Encuentro que Desarrollo Integral es uno de los pocos momentos en que sí generamos comunidad porque después de clases siempre se arma un grupo y nos quedamos preguntándole al profe cosas súper personales, e igual tratando de poner atención de lo que pregunta el resto por si a uno también le sirve». De hecho ¡falta más Desarrollo Integral para todo Projazz! Los profes también tendrían que estudiarlo. Les serviría mucho para que ellos puedan comprender mejor lo que a uno le está pasando. Por ejemplo, ellos podrían tener más en cuenta los tipos de personalidad de cada estudiante, que los vemos en Desarrollo Integral y están en el Cuaderno de Viaje.

Rodrigo: «Uno entra a Desarrollo Integral y entra como a un mundo aparte. Entonces después uno sale de la clase y vuelves a la dura realidad.»

Claudia: «Es algo demasiado hermoso tener esa instancia, pero la idea es que si es el planteamiento como institución, que Projazz de verdad lo ponga de manera institucional, no como algo aislado».

¿Cómo enfrentan el nivel de exigencia de la carrera?

Santiago: «Aún estoy lidiando con eso, recién pasé a segundo año y la exigencia es mayor. Creo que es bueno que haya exigencia, mientras sea desde la confianza y no a partir de un movimiento unilateral. No puedo exigirte si no confías en mí, y tampoco puedo exijir si no estoy dispuesto a que me exijas de vuelta. Creo que el modelo educativo en general está estructurado de tal forma que dificulta mucho ese diálogo».

Claudia: «Estamos tan metidos en el entramado que significa aprender música: que este ramo tiene que ver con este otro, y que el tiempo que me queda para practicar no me alcanza para las ocho horas diarias. Nunca paras, a todos nos pasa que nos vamos muy en la volá y no nos damos cuenta que “oye, se te pasó el semestre entero y no has parado ni para almorzar”.

Alberto: «Si quieres sobrevivir a puros 4,0 quizás no te estresas tanto. Pero esto es un intensivo de cuatro o cinco años donde está bien que se exija. Después vas a estar cuarenta años trabajando como músico y es ahora cuando tienes que absorberlo todo».

Claudia: «Como muchos, yo también pasé por la crisis existencial de “siento que no necesito estudiar música para hacer música”, pero al final igual me metí porque me interesa tener una gama profesional de todo un poco para poder desarrollar mejor lo que quiero hacer».

Santiago: «Cuando uno se enamoró de la música fue por una experiencia que nunca te había hecho sentir así. Estudiarla cuesta al principio, porque pareciera que ese romance se terminase, pero solo cambia que en el estudio, a medida que pasa el tiempo, se va consolidando algo más duradero, y eso provoca algún grado de resistencia al comienzo».

Rodrigo: «Donde vayas a estudiar te imponen una manera de aprender las cosas, un horario, entonces uno tiene que congeniar en su experiencia musical con lo que te están exigiendo. Tienes que hacer cosas que no quieres pero te explican que es necesario».

¿Qué piensan de los profesores y que ellos estén constantemente reforzando en ustedes el autoestudio, la propia responsabilidad?

Alberto: «Projazz es reconocido en el medio por tener buenos profes».

Claudia: «Creo que en cualquier sistema de educación superior no es asunto del profe mantenerte en línea sino que tiene que ser tu propia preocupación. Uno debe aprender a ser responsable, autoconciente.

Alberto: «Con la mayoría de los profes hay igualdad de condiciones, uno ve que el profe es cercano a ti, te está ayudando. De repente un profe de bajo me dice “te sacaste un 4,0, entiendo que fue porque no tenías tiempo, pero para la otra lo subes, la cosa es que aprendas”.

Rodrigo: «Eso es lo bueno que tiene Projazz, que es chiquitito y familiar. Es calentito. Todo lo que hemos hablado ahora es lo que hay que mejorar, pero reconocemos que estamos súper bien.
CA: algo que me gusta de este nuevo centro de alumnos, y que se dio como una coincidencia, es que de los siete que somos, cinco ya habíamos estudiado antes otra carrera. Ya sabíamos que una cosa es estudiar y otra cosa es que tu ames lo que haces. La idea es que estudiar una carrera, cualquiera sea, en este sistema educacional chileno con sus limitantes, no perjudique lo que amas».

¿Qué les parece el Cuaderno de Viaje?

Claudia: «¡Me encanta! No conozco los de los años anteriores pero me encanta».

Rodrigo: «Yo busqué todas las ediciones pasadas en internet y las bajé todas».

Alberto: «Cuando entré a Projazz el año pasado, llegué a mi casa después de los primeros días de clases y me preguntaron “ya, ¿en qué te metiste?”. Les pasé Cuaderno de Viaje, les dije “mírenlo” y fue “ooohhh, qué onda esta institución” y se tomaron mi decisión en serio, les gustó.

Claudia: «Me cuesta entrar en la parte teórica del Enfoque Integral, porque la parte de la Práctica Integral de Vida es más fácil. Hay que releerla muchas veces. Lo bueno es que con Desarrollo Integral uno llega a la comprensión final de todo, pero sin ese ramo es súper difícil. Yo quería que lo leyera mi mamá, se lo pasé y me dijo “está lindo, pero no entiendo nada”.

Alberto: «El profesor Ulloa nos ayuda con eso, te pone un power point, te pone videos, arma el contexto para que nosotros podamos meternos en el tema.

Rodrigo: «El Cuaderno es un documento que uno tiene que tener al lado porque, aunque uno no sabe cuándo va a acudir a él, sí sabe que algo de eso te va a pasar».

 

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