Tomas Reyes viajó a New York a Estudiar con el Pianista Aaron Goldberg

Tomas Reyes estuvo en Nueva York estudiando con el afamado pianista Aaron Goldberg, en esta entrevista nos cuanta su experiencia.

Este año realizaste un proyecto formativo en Nueva York. ¿En qué consistió esa experiencia?

 Este año tuve la increíble oportunidad de hacer un proyecto formativo de ocho sesiones a trío junto a Aaron Goldberg, un pianista muy respetado en el jazz. Su trayectoria es impresionante, ha tocado con leyendas de la música, y trabajar con él fue un verdadero honor. En estas clases, me acompañaba Pablo Menares, un contrabajista chileno que vive en Nueva York. Fue esencial tener a Pablo en el ensamble, ya que aportó una conexión rítmica muy sólida al grupo.

¿Cómo era la dinámica de esas sesiones?

Fue una experiencia muy enriquecedora. Aaron Goldberg nos guiaba desde su perspectiva de pianista, aportando su experiencia en secciones rítmicas complejas. Exploramos aspectos profundos del swing, el beat y otros elementos avanzados del jazz. Las sesiones no eran solo prácticas; también analizábamos y reflexionábamos sobre cada aspecto de lo que tocábamos. Nos deteníamos a desglosar detalles importantes, lo cual fue muy valioso para mi crecimiento.

Además de estas sesiones, ¿tuviste la oportunidad de estudiar con otros músicos?

Sí, gracias a Aaron, tuve el privilegio de tomar clases con dos bateristas excepcionales: Kenny Washington y Joe Farnsworth. Cada uno tiene un enfoque único y una perspectiva muy enriquecedora del jazz. Aunque estas clases no formaban parte del fondo del proyecto, fueron una extensión invaluable de la experiencia y contribuyeron enormemente a mi desarrollo como baterista.

 También mencionaste que en 2021 trabajaste con Ari Hoenig. ¿Cómo fue esa experiencia?

 Así es, en 2021 realicé un fondo para estudiar con Ari Hoenig, quien es muy conocido por su dominio en ritmos complejos y modulaciones métricas. Ari me guió en el entrenamiento rítmico avanzado, explorando superimposiciones y agrupaciones que ayudan a entender el ritmo de forma integral. Este tipo de trabajo es aplicable para todos los músicos, sin importar su instrumento, porque mejora la comunicación en ensambles y facilita seguir las ideas rítmicas de otros músicos.

¿Consideras que estas experiencias influyen en tu enfoque musical actual?

 Definitivamente. Estas experiencias me han permitido desarrollar una comprensión más profunda del ritmo y la interacción en ensamble. Cada uno de estos maestros me ha aportado algo único, y he aprendido técnicas y enfoques que no solo me ayudan como baterista, sino que también enriquecen mi trabajo en cualquier contexto musical en el que participe.

“Explorando y Experimentando la Importancia del Ritmo en el Jazz» por Tomás Reyes. Martes 3 de diciembre, 10:00 horas, Sala 10.

Tras esa experiencia, realicé una actividad de transferencia con alumnos en niveles básicos, aunque no pude aplicar todo el contenido de Hoenig debido a la complejidad. Ahora, con más tiempo de práctica y mayor comprensión, puedo llevar esta experiencia a una actividad más avanzada e integral, beneficiando a músicos en un nivel superior que puedan aprovechar al máximo estos conceptos.

Me gustaría que en la actividad “Zweitausendein” también se abordaran aspectos sobre la creación de proyectos y fondos: desde cómo postular y pensar en propuestas prácticas y realizables hasta la importancia de la inmersión cultural, como mi viaje a Nueva York, un lugar clave para el jazz. Visitar el epicentro de la música que amas, y sumergirte en su entorno, es una experiencia que recomiendo a todos los músicos.

La clase que propongo incluiría ejercicios prácticos sobre ritmo, respondería a todas las dudas de los asistentes y fomentaría una experiencia interactiva. Además, estoy abierto a llevar a un contrabajista para realizar ejercicios en conjunto, ofreciendo una clase enriquecida y colaborativa para todos los participantes.

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