2014: 200 años del saxofón
Adolphe Sax (1814-1894) nació en Dinant (Bélgica), a orillas del río Mosa, el 6 de noviembre de 1814. Se dice que sobrevivió a un ahogamiento en el río, a una terrible caída de escaleras, y a una ingestión de barnices utilizadas por su padre, un reputado fabricante de instrumentos.
En 1842 Adolphe intaló su propio taller en París, y se dedicó al estudio científico de la acústica. Por aquel entonces ya tenía una bien ganada reputación y había registrado una patente para perfeccionar el clarinete.
En 1845 ganó un concurso organizado por el ejército francés, que deseaba mejorar la potencia sonora de sus instrumentos de viento. Adolphe se impuso ante 20.000 espectadores en los célebres Campos de Marte. De esa forma aumentó su fama y
obtuvo casi un monopolio entre las bandas militares.
Pero el objetivo de Adolphe Sax era conseguir un instrumento que aumentara la versatilidad y gama sonora del clarinete. La primera vez que tocó un saxofón en público fue en 1841, todavía en Bruselas. Finalmente, el 28 de junio de 1846, depositó una patente para un «sistema de instrumentos de viento, llamados saxófonos».
Entre los primeros entusiastas del invento se encontraban Berlioz, quien compuso la primera obra para saxofones en 1844, y llegó a escribir: «Es de tal naturaleza que no conozco ningún instrumento actualmente en uso que pueda comparársele, a ese respecto. Es pleno, blando, vibrante, de enorme fuerza y susceptible de endulzar».
En las orquestas clásicas hubo sin embargo, al principio, ciertas reservas frente a la
novedad, pero fue especialmente bien recibido en el mundo de la ópera. Entre los primeros
compositores que lo adoptaron para este fin fueron Georges Kastne, Jules Massenet y Bizet. Más tarde serían los músicos de jazz y blues los que aprovecharían al máximo las capacidades de este instrumento, protagonizando algunos de los capítulos más esplendorosos de la música del siglo XX, a manos de genios como Charlie Parker, Dexter
Gordon, Sonny Rollins, Stan Getz, Maceo Parker, Paquito D’Rivera o John Coltrane.
En la exposición en Bruselas se puede admirar unos 200 instrumentos que llevan la firma de Sax, entre los que se encuentra el saxófono más antiguo que se conserva, un barítono de 1846, y un tenor con los colores de la bandera americana que fue entregado en 1994 al
entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. La exposición estará abierta hasta el
11 de enero de 2015.