Jajaja, hola Jean, qué bueno hablar contigo por acá. Recuerdo que hablamos en algún momento sobre la meditación. Me encantan tus monos meditando!!!
Sin duda que la meditación es una práctica que requiere de tu trabajo conciente, un esfuerzo personal. Pero es para cualquier persona, sea inquieta o no. Solo que te va a costar más al principio. La meditación es, básicamente, sentarse tranquilo y tratar de aquietar la actividad mental. Las primeras veces que te sientas parece que ocurre justo lo contrario: sientes en tu cabeza mil voces hablando a todo volumen, es difícil estar concentrado. Ahí es cuando nos damos cuenta que la mente está acostumbrada a mandarse sola. Toma un tiempo dominarla, pero los beneficios son incontables, tanto para ti como creador talentoso, como para tu vida personal como pololo, hijo, amigo, etc. Esto porque la meditación te conecta con otros aspectos de tu vida que pasan desapercibidos en el día a día. Pareciera que desde que nos levantamos, trabajamos y volvemos a casa, todo está en color pastel (estoy hablando en términos de diseño) y nos olvidamos que la vida tiene tonos vibrantes, que aparecen solo de vez en cuando por ejemplo cuando estamos súper enamorados, cuando escuchamos la música que nos emociona mucho, cuando abrazamos a alquien querido. Todas estas emociones intensas –que sentimos en función de un “otro”–, en la meditación se pueden vivenciar de forma personal, sin “un otro” que condiciona tu experiencia. Con esto no estoy diciendo que los otros no sean valiosos en nuestras vidas, es solo diferenciar entre la necesidad de compartir una experiencia (la necesidad que tenemos de los otros), a la oportunidad de vivenciar algo profundo desde muy dentro de cada uno, algo individual y personal. Esto no nos aleja de los otros, ojo, solo nos hace más conscientes. De eso se trata la espiritualidad.
Gracias Jean por toda tu ayuda y por compartir esta pregunta.
Moca Castillo
Editora
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