Visitó Chile por primera vez para participar en el pasado Festival de jazz de Vitacura. Kenny Barron es catalogado actualmente como uno de los pianistas de jazz melódicos más importantes de la escena internacional.
Con más de 40 discos y 9 nominaciones al Grammy, es miembro del American Jazz Hall of Fame. Se mueve tanto en la composición, como líder y fundador de bandas emblemáticas como Sphere, ha también colaborado con músicos de la talla de Dizzie Gillespie, Chet Baker, Guiseppe Latife, Stan Getz, entre otros. También con George Benson, Ella Fitzgerald, Jerry Bergonzy –quien estuvo en Projazz el año pasado y nos visitará en agosto de este año– y Ron Carter.
Por 25 años fue profesor de piano en la universidad de Rutgers, NY, y cuando se retiró, no
se cruzó de brazos: fue fichado por la prestigiosa escuela de música Julliard, donde actualmente es profesor visitante.
“Jimmy, the Blues-man”
Esta es mi primera visita a Chile. Quiero disculparme por no hablar español, ¡prometo quela próxima vez será!. Probablemente una de mis primeras influencias musicales la tuve a los 5 ó 6 años. Tenía un piano vertical en casa. En los años cuarenta era usual no tener refrigeradoren el hogar, para eso había una “caja de hielo”. Y teníamos en el barrio un chico que repartíadiariamente hielo, que se llamaba Jimmy, “Jimmythe ice-man”. Jimmy era un músico que sesentaba al piano a tocar blues de oído, sin ningunapreparación. Y también cantaba. Gracias a Jimmy aprendí avalorar el blues, porque en esa época yo sólo escuchaba folk.
Otra experiencia destacable fue cuando estaba en 7mo u 8vo básico. Teníamos en la escuela un espacio para compartir discos y uno de los primeros que escuché fue de Sonny Rollins, donde tocaba el pianista Tommy Flanagan, quien me influenció mucho. Lo que me impactó de la manera de tocar de Flanagan, era su suavidad: delicada y al mismo tiempo, lírica.
Otro músico que me influenció mucho fue Thelonious Monk. Algo extraño, porque toca completamente en un estilo opuesto a Flanagan. Este contraste es visible del modo en que Flanagan toca de forma mucho más sinuosa, mientras que Monk es más “angular”, más
“filoso”, incluso puede llamarse disonante, como se aprecia en el uso que hace de intervalos como segundas mayores o sextas. Mientras Flanagan era sutil y elegante con el piano… Monk era muy intenso, con una acentuación inusual. Lo voy a demostrar con 2 piezas, una original de Monk, “Light Blue” y un standard, “I’m getting sentimental over you”, que según recuerdo alcanzó la fama de la mano de los hermanos Dorsey. Monk era tan estilístico que cualquier standard que pasaba por sus manos Duración 2:13 sonaba como si fuese una composición propia.
Otra de mis influencias fue McCoy Tyner que es de Filadelfia, de donde mismo vengo yo. Tuve la suerte de verlo tocar desde muy joven. Es conocido por su carrera con Coltrane. Ellos tenían una especie de acuerdo; mientras Coltrane estuviera a cargo de la banda, McCoy sería el pianista. Pero antes de McCoy pude ver uno de los primeros cuartetos de Coltrane en NY, en un club llamado “The jazz gallery”, en donde su pianista era Steve Kuhn, ¿lo ubican? Y el baterista, que murió hace un par de años, era Pete La Rocca. En el bajo estaba Steve Davis. Después de esta agrupación vino la era McCoy, y entre ambos
crearon un inusual concepto del estilo, usando escalas pentáfonas y voicings por cuartas, lo cual sonaba siempre como “acordes sin resolver”.
Hablando de estilos: Coltrane, Bill Evans
Otra de las características del dúo Coltrane-Tyner fue usar centros tonales, y McCoy desarrolló esta posibilidad de moverse por cuartas, que lo podía llevar a cualquier parte, pero manteniendo un centro tonal. Puede ser a la vez entretenido o aburrido, eso depende. Pero hay un centro.
¿Bill Evans? Bueno, él tenía esta forma de tocar llamada “mano floja”. Fue también una influencia para mí en términos de cómo exploró la armonía. Y pienso que Evans también influyó a algunos de los más jóvenes, como Herbie Hancock, Chick Corea, quienes se nota estudiaron mucho a los impresionistas franceses (Debussy, Ravel), que desarrollaron un concepto armónico de vanguardia en su época.
Am I swinging?
¿Cuándo hay swing? ¿Es algo que logra solo un baterista con un contrabajista? ¿Un pianista no puede tener swing? Jajaja, ¡Por supuesto que puede! El swing es una suerte de anticipación de un movimiento hacia delante (foward motion).
Hay muchos jóvenes que dicen que el swing está pasado de moda, no estoy de acuerdo. Además, hay muchas formas de swing.
Hay mucha gente joven que tiende a tocar más de la cabeza, como que tocar se tratase de
armar un puzzle, un proceso intelectual, cuando en realidad el swing es más del espíritu. No es gospel, pero es música que viene del corazón. Hay que tratar de conectarse emocionalmente con la audiencia. El intelecto es importante, pero también la belleza. Hay que tocar “energía”. En la escena vanguardista de NY muchos vientistas tratan de emitir chillidos o sonidos raros, yo no tengo nada en contra de eso, pero creo que la música va por otro lado. Siempre hay puristas que van a sostener que lo único válido es el bebop o el dixieland, y por otro lado están estas expresiones más modernas, pero ya en los sesenta se hacía esta música de vanguardia. Había un saxofonista, Jimmy Heath que usaba una polera que decía “en el cielo, hay música suficiente para todos”. Y, saben, solo hay
12 notas, todos tenemos las mismas 12 notas para tocar y distribuir de distintas maneras. Lo más importante es ser realmente honesto con lo que estás tocando, no “tratar” de ser diferente”.
Pasarlo bien y aprender
Algo que me llama la atención de la música actualmente es la actitud de los músicos, así como “hum, ¡qué seria es la gente hoy en día!” con respecto a este tema. Me acuerdo del baterista Billy Higgins (ya muerto), que cuando tocaba estaba siempre riendo, sentía mucha alegría al tocar, lo adoraba. No importa cuán serio fuese lo que estaba tocando. A veces, los músicos solo necesitan eso: pasarlo bien, disfrutar. Si van a ser músicos, algo que NUNCA deben ser es TÍMIDOS. Hay que trabajar el miedo. Yo aún tengo algo de nervios cada vez que voy a tocar piano, pero hay que superarlo. Hay que exponerse.
Y con eso a veces viene la vergüenza de haber cometido un error, pero eso también es bueno porque uno aprende a no cometer esos errores de nuevo.
El Ego
El famoso ego de los artistas está en todas partes. El tema es tener claro de dónde viene tu talento. ¿Conocen a Khalil Gilbran? Un poeta libanés, que escribió “El libro del profeta”. Hay una parte sobre la música en él, y dice que la música viene “a través” de uno, no “de” uno. La música está en el aire, ahí rondando. Uno tiene que ser humilde. Si tienes un talento, tienes que compartirlo. No es que mi propuesta sea mejor que la que muestren otros, simplemente es una propuesta. Una forma clara de demostrar miedo es cuando cuando uno afirma “yo soy mejor que él”. No sacas nada comparándote con otros.
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