La banda liderada por Thom Yorke es mucho más que sus canciones que por sí solas gozan de popularidad, además fueron pioneros en implementar ciertas estrategias de marketing revolucionarias para la época.
En febrero de 1993 -hace 25 años-, Radiohead debutó con su álbum Pablo Honey, del cual “Creep” se convirtió en uno de sus mayores éxitos. Dos años después, publicaron The Bends, aquel disco que tiene a Don Francisco -Mario Kreutzberger- en la contraportada de uno de sus singles.
Los británicos publicaron su música rock-alternativa en una época en que Internet era una herramienta aún considerada emergente. No todos tenían acceso a navegar fluidamente por la web y quienes lo tenían, carecían de las cientos de plataformas y adelantos que existen actualmente.
Para su tercer trabajo discográfico, Radiohead decidió explotar las bondades de esta nueva forma de comunicación que no solo inspiró el nombre del disco, además les permitió desplegar una innovadora campaña de marketing y seductoras maneras extramusicales que entiquecieron el legado de la banda.
Para publicitar su nuevo álbum OK Computer, la banda planificó el lanzamiento conjunto de diversos objetos que actualmente se consideran de culto. El primero de ellos era un disquete con el nombre del disco y de la banda, el cual contenía varios salvapantallas para Windows 3.1 o 95, alusivos a la placa.
Además, crearon una pequeña radio FM con la forma de un computador de escritorio, y entre los productores y la prensa repartieron mil walkman que reproducían cassetes con una copia del nuevo álbum y un sticker con la frase: “Radiohead OK Computer, July 1, 1997”, fecha en que fue lanzado en Estados Unidos.
Antes de MTV
Entre 1998 y el año 2000 costaba seguir la pista de Radiohead. En la cumbre de su carrera, regresaron en nada más y nada menos que desde las pantallas de MTV.
En aquellos años en que la cadena de televisión aún se dedicaba casi exclusivamente a la música, y los videoclips del momento eran su prioridad, los liderados por Thom York presentaron una serie de clips que se caracterizaban por ser bizarros y difíciles de interpretar tanto visual como auditivamente.
A esta serie de videos breves —que en conjunto conforman casi 15 minutos—, se les denominó “blips” y su objetivo era promocionar su cuarto álbum Kid A (2000).
Fueron emitidos entre tandas comerciales y posteriormente fueron adoptados como inspiración por parte del canal, para crear transiciones psicodélicas sin mayor sentido que la exhibición de una estética.
El precio del arcoíris
Hace una década, específicamente el 10 de octubre de 2007, Radiohead decidió lanzar In rainbows, el séptimo álbum de estudio de los ingleses. En ese entonces, ya podían disfrutar de las bondades de Internet como la masividad y la rapidez que fue en aumento exponencial desde el lanzamiento de OK Computer, y los británicos hicieron uso de esa facilidad.
En su propio sitio web publicaron este álbum disponible para descarga pero con un elemento diferente: los compradores elegían el precio que querían pagar. Los hombres de “Karma police” dieron la opción de adquirirlo gratis o bien pagar el precio que consideraran acorde al producto.
Con esto, Radiohead estaba probando algo nuevo en una época en que se buscaba combatir la piratería. Lo que les interesaba era que sus fanáticos tuvieran su música en sus manos. De hecho, en vez de recibir una recaudación menor a la promedio, notaron que un gran número de seguidores pagó un precio mayor al regular, a pesar de que un 62% lo descargó gratis y solo un 38% ofreció dinero por él.
En promedio, In rainbows fue adquirido por $2.26 dólares, y alcanzó 400 mil descargas las primeras 24 horas desde su lanzamiento. “En cuanto a ganancias digitales, ganamos más dinero que con cualquier otro disco de Radiohead. Y eso es una locura”, dijo Yorke en entrevista con David Byrne para Wired Magazine. “No se supone que sea un modelo de negocio para nadie. Solo fue una respuesta a una situación particular”.
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