música chilena

DOCENTE DESTACADA: PAULA ARANCIBIA, GANADORA DEL PREMIO SCOTTIE SCOTT “ME SIENTO MUY ORGULLOSA”

El pasado 12 de septiembre se dieron a conocer los resultados del 1er Concurso Scottie Scott “El canto de todas”, el que consiste en dar un espacio a la creación femenina, en honor a la recordada compositora nacional. La selección de 8 temas ganadores cuenta con la participación de Paula Arancibia, profesora de canto en la carrera de Composición Musical de Projazz.

La cantante y compositora, con una destacada trayectoria como artista y docente, se animó a participar en la iniciativa impulsada por la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes, SCD, y en la cual fue una de las elegidas, entre las 149 postulaciones que llegaron al concurso.  Felicitamos a Paula y conversamos con ella sobre este logro.

¿Cómo nació la idea de participar, compusiste pensando en el concurso o fue una creación hecha previamente?

Fue bastante casual, vi el afiche dos semanas antes de que cerrara el concurso, dije ¡qué choro!, ¡qué interesante! Voy a mandar algo.

Tenía los temas hechos, pero tenía que enviarlos en cierto formato de Hertz, porque ellos se encargan de masterizarlo. Así que seleccioné 2 canciones que yo ya había hecho, le pedí a Cristóbal Menares que me grabara e hiciera una frase solo y algunos adornos y tomé la decisión en los últimos 15 minutos que nos quedaban, llegué y mandé.

Fue bastante asombroso para mí, porque salió en una toma, por eso el tema es muy franco y eso me da mucho gusto porque es muy yo, es muy simple, sólo guitarra y voz.

¿De qué se trata Japo Song?

El sonido es medio japonés y su estructura es simple. La canción es romántica, la escribí inspirada en un encuentro que tuve hace algunos años con una persona que ya no está en mi vida. Tiene algo minimalista como el Haikú, es un instante de luz, íntimo, algunas fotografías de un encuentro fugaz pero luminoso. 

¿Qué te pareció el concurso Scottie Scott y su selección de ganadoras?

La verdad es que yo participé sin pretensiones, pero la selección la encontré total, me siento muy orgullosa de estar en ese grupo con artistas como Martina Lecaros y Yorka (entre otras), que son parte de proyectos consolidados.

Me parece excelente lo del concurso, porque ya hemos visto carteleras, programas y compilados de música chilena llenas de nombres masculinos, así que creo que la SCD desarrolló una iniciativa notable, muy acorde con los tiempos haciéndose cargo de este tema (de la igualdad de género).

¿Y cómo te preparas para la ceremonia de presentación en octubre?

Con meditación y yoga (ríe).

El próximo sábado 28 de septiembre Paula Arancibia presentará Japo Song y otras de sus creaciones en el Ciclo de cantautoras “Ellas”, junto a Marlen González y Pamela Flores a las 20:00 en Chilepianos, ubicado en General Gorostiaga 61, Ñuñoa. Entrada $3.000, reservas a correocasadetodos@gmail.com

 

Sebastián Bastías celebra 30 años de vida y 10 de música en concierto

Buscando una forma de conmemorar treinta años de vida y de re-encantarse con la música es que este viernes 06 de septiembre en la Sala Master de Radio Universidad de Chile (Miguel Claro 509), Sebastián Bastidas volverá a tocar en vivo viejas y nuevas composiciones, canciones de su primer disco VerdeSelva y Canela (2015), además de adelantos del segundo disco, con el cual sigue en busca de las sonoridades de raíz latinoamericana y que ya cuenta con una colaboración con la cantautora Magdalena Matthey.

La presentación contará con una banda cuarteto como base y una serie de invitados entre flautistas, cellistas y otras sorpresas que el artista prepara para ese día

Más detalles del concierto en el Evento de Facebook, ingresa aquí.

Escucha VerdeSelva y Canela aquí.

 

 

NI LA MÁS FUERTE NI LA MÁS ÁGIL, PERO LA MÁS ATENTA Y DISPUESTA AL CAMBIO

Por José Orellana, titulado de la Carrera Intérprete en Jazz y Música Popular con especialización en guitarra eléctrica, Instituto Projazz.

Martes 20 de agosto 2019

 Al igual que el medio vegetal, el ser humano es medido por el dulzor y tamaño de sus frutos. No todas las cosechas dan el resultado que esperamos, pero cuando damos los riegos, nutrientes, fertilizantes y cuidamos de las plagas la flor se convierte en fruto y nos regala lo mejor de sí.

Corría el año 1917 y Europa vivía la guerra más cruel y sangrienta que ha conocido el hombre. El mundo estaba en caos, lleno de revoluciones tanto tecnológicas como culturales.  En San Carlos, una ciudad perdida en el sur de Chile, el jueves 4 de octubre a las once de la noche nació Violeta del Carmen Parra Sandoval, la tercera descendiente del matrimonio compuesto por Nicanor Parra y Clarisa Sandoval.

Nicanor (1887–1939), quien a los 28 años se mantenía soltero, algo muy poco usual para la época, cuando conoció a Clarisa (1889–p.) a fines de 1913 en el pueblo de San Fabián de Alinco.

Nicanor había sido destinado como profesor en el colegio Nº 10 de Niñas, donde Clarisa, recientemente viuda, tenía a sus dos hijas. Parra, profesor de música con buena reputación de guitarrista y cantor, era constantemente invitado a fiestas, bautizos, velorios, matrimonios y todos los lugares donde era necesario tener música para alegrar o consolar corazones.

Once meses después de la llegada del profesor al pueblo, el 5 de septiembre de 1914, nació Nicanor, el mayor de los nueve hijos de la familia Parra Sandoval, el primogénito resultó ser el mentor de Violeta, influyendo profundamente a lo largo de toda la vida y trayectoria de La Viola, como él la llamaba.

Fue su hermano mayor quien la motivó a dejar Chillán y partir a Santiago para terminar sus estudios. Cabe mencionar que Violeta estuvo a meses de convertirse en profesora de enseñanza básica. Nicanor fue quien además le enseñó e incentivó a escribir su autobiografía en décimas, y a grabar su primer disco con canciones inéditas previamente seleccionadas por él, en la década del ‘50.

De una conversación en el departamento de Nicanor en calle Mac iver, Violeta entendió y aceptó su misión: salir a recolectar y llevar por todo el mundo las canciones viejas que escuchaba cuando visitaba a sus “tías”, las niñas de Aguilera, en el pueblo de Malloa.

Si bien, su gusto y fascinación por la música fueron evidentes desde pequeña, no es posible considerar a Violeta Parra como una virtuosa del canto o una eximia guitarrista en sus inicios. Al igual que todos, la suma de las experiencias vividas, las personas que la rodearon y con quienes trabajo sumado a la gran cantidad de mitos que giran en torno a su vida la han convertido en este personaje tan icónico y relevante para la cultura chilena, latinoamericana y universal.

En mil años más, gracias a ella, las generaciones venideras sabrán cómo sonaba, vivía y moría Chile y su gente a comienzos del siglo XX. Cuenta la historia que junto a Hilda, Roberto y Eduardo formaron Los Hermanos Parra”, proyecto que en ese entonces era uno de los tantos grupos que tocaban boleros, rancheras, música española y canciones que estaban de moda. Corrían desde Estación Central a Mapocho y luego a Franklin, para así tocar en la mayor cantidad de locales y fiestas posible, para subsistir en Santiago. Violeta con tan solo 17 años cumplía un papel secundario en la banda, donde solo hacía algunos coros y acompañaba con guitarra. La estrella era Hilda, su hermana mayor.

Lo más relevante de la vida de Violeta es el ejemplo de perseverancia, constancia y lucha por lograr su sueño, incluso en contra de la adversidad. Escuchar y confiar en los que la rodearon y no sucumbir ante las presiones sociales y culturales, demostrando que el ser humano no es el animal más fuerte, ágil y grande de la tierra pero sí aquel que más se logra adaptar a los cambios.

Para conocer más en profundidad a Violeta Parra recomiendo el libro “Después de vivir un siglo” de Víctor Herrero, publicado en conmemoración del natalicio número 100 de la artista.

 

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