Hola Matías, muy buena pregunta. Te doy un breve contexto: hoy estamos viviendo una época única, en donde tenemos a nuestro alcance mucha información y conocimiento, todo dividido en diversas
áreas de especialización. De alguna forma intuimos que la ciencia tiene en parte razón (“si no se puede probar, no sabemos si es cierto”) pero que también existe algo espiritual en nuestras vidas, por algo nos gusta tanto la música y vibramos con ella. Cuando tocamos o cantamos nos sentimos plenos y felices. Y también somos concientes que tenemos un cuerpo (que hay biología), un inconsciente (psicología), en fin tantas cosas, ¿cómo se junta todo esto en la cabeza de alguien?
El Enfoque Integral es un marco de trabajo que nos ayuda a juntar todos estos pedazos. Todas esas áreas tienen razón, en parte. El Enfoque ordena estas parcialidades en un todo coherente, que te permite identificar y corroborar cada vez que debas hacer algo o tomar una decisión –ya sea para cosas tan chicas como ¿qué debo almorzar hoy? hasta ¿cómo debo abordar esta importante conversación con mis papás?– no estás dejando algo importante fuera.
Voy a tomar uno de los ejemplos que te di:
¿Qué debo almorzar hoy? Parece sencillo, pero si nos ponemos a considerar diversas perspectivas puedo ver:
-Voy a comer solo lo que yo quiera, necesito una compensación emocional por todo lo que me pasa, voy a comer dulces, grasa, todo lo que me gusta.
-O puedo comprar algo rico, no importa mucho qué, lo importante es que lo voy a compartir con mis amigos y vamos a conversar y pasarlo bien.
-O voy a traer de mi casa un almuerzo súper balanceado, mitad proteínas-mitad fibra, cosa de estar muy concentrado y con energía para la clase que viene después.
-O lo que sea que me compre o me traiga, no quiero que sea algo modificado genéticamente o que hayan usado muchos preservantes o colorantes, algo demasiado industrial.
Todas estas perspectivas son correctas. ¿Qué pasaría si en vez de quedarnos solo con una al tomar la decisión, las vemos todas al mismo tiempo? Nos hará tomar finalmente otra decisión, más equilibrada y más informada.
Al principio puede parecer que te das una vuelta muy larga aplicando el enfoque en tu vida, pero el cerebro tiene neuroplasticidad: una vez que empieces a activar este tipo de enfoque, te irás acostumbrando solo. Por eso lo llamamos “psicoactivo”.
Te ha servido esta respuesta? Escríbeme cuando quieras.
Moca Castillo
Editora
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