John Ford, Alfred Hitchcock, René Clair y otros directores que hicieron del cine uno de los artes más importantes del siglo XX están de regreso en el histórico Cine Arte del Centro de Santiago en una retrospectiva que busca cultivar tanto en curiosos como experimentados el amor por el séptimo arte.
Antes de Wes Anderson y “la Isla de los Perros”. Antes de Sebastián Lelio y “Una Mujer Fantástica”. Incluso antes de Quentin Tarantino y “Pulp Fiction” o David Fincher y su “Club de la Pelea”, estaban ellos, los que a principios del siglo XX apostaron por contar historias en un formato que aun no se consideraba arte, pero que cambió para siempre el panorama cultural y del entretenimiento. Estaban los que hoy llamamos clásicos del cine, los directores que descubrieron que con una cámara se podía inmortalizar de forma tan personal como íntima una mirada del mundo. Artistas cinematográficos que, pese a estar ahora relegados a las estanterías de cinéfilos y de cineastas, se niegan a morir porque aun tienen mucho que enseñarnos y que encuentran en el Cine Arte Normandie un refugio contra el paso del tiempo.
Encontrar en la cartelera de las grandes cadenas de salas algo más que la nueva película de superhéroes o la entrega de una franquicia se hace cada vez más difícil. En la temporada de premios hay que rogar porque lleguen todas las nominadas a los Oscar. ¿Encontrar alguna que no venga de EE.UU., un estreno francés, coreano o iraní? Prácticamente una anomalía. Y en este panorama ni hablar de retrospectivas a los grandes cineastas o reposiciones de películas que en su momento marcaron a generaciones o fueron un hito cultural.
Para combatir esta situación es que en el clásico Cine Arte ubicado en Tarapacá 1181, en pleno Centro de Santiago, emprendieron la misión de acercar sabores fílmicos diferentes a fácil acceso para neófitos y experimentados. Así nace el Cineclub Normandie, un espacio en el que descubrir y reencantarse con algunas de las obras más importantes que han pasado por la gran pantalla y disfrutarlas como fueron originalmente pensadas, es decir, en la gran pantalla.
Desde el pionero D.W. Griffith al prolífico Alfred Hitchcock; del cine mudo al dominio del sonido; y del incombustible blanco y negro hasta llegar al dominante uso del color. Repasar 8 obras (van 3 exhibidas) de lo más selectas del catálogo cinéfilo es una oportunidad que rara vez tiene lugar en la vorágine del estreno semanal y una opciones para quienes deseen conocer y entender mejor sus películas favoritas contemporáneas.
Pero como la idea es generar la oportunidad para que todas y todos puedan asistir y disfrutar de una experiencia completa, junto al visionado de filmes como “La Diligencia” de John Ford, “Notorious” de Hitchcock o “Bajo los techos de París” de Rene Clair que se exhibe este jueves 17 a las 19:30 horas, habrá un conversatorio para intercambiar opiniones y aclarar ideas con profesores de cine que buscan ensanchar y enriquecer el visionado.
Y justamente uno de ellos es Luis Candia, profesor del instituto ARCOS, quien tiene en sus manos la responsabilidad y privilegio de encender la mecha de la curiosidad sobre los albores del cine y quien conversó con El Desconcierto.
-¿Por qué es importante volver a ver clásicos en el cine, no de forma privada, sino como una actividad colectiva?
-El cine es un espectáculo masivo, esa ritualidad no ha sido superada, el rito de ir al cine no ha siso superado. Han pasado generaciones que no han podido ver estas películas como las pensó su director. Algunos se quejan de que son lentas, pero cuando de verdad las ven en el cine, las encuentran mucho más completas. El gozo de ver estos clásicos en pantalla grande es impagable para una generación que no las ha podido ver así.
-El visionado de películas sin duda ha mutado: De las salas pasamos al autocine, a la tele, a las multisalas, al VHS, DVD y ahora al computador, incluso al celular. ¿Qué debe hacer el cine ante esta situación?
-El espectador ve la película en donde le sea más cómodo en el momento, pero uno termina sintiendo la necesidad de verlas en la pantalla, con buen sonido, en una buena proyección y eso hace que la gente vaya al cine. Además, está el espacio del diálogo porque la gente participa y comparte su conocimiento o experiencia sobre el autor y se produce una sinergia entre espectadores en la que todos salimos ganando.
-¿Qué rol social cumple formar espectadores críticos del cine que ven?
-Es fundamental por dos razones: una, tiene que ver con una visión de mundo y un acervo cultural que hay que ampliar y la otra, tiene relación con que en la medida que vas al cine y se inician estos diálogos te das cuenta que el cine no solo es un medio de comunicación masivo, es un medio de transmisión de ideologías. Cuando aprendes a ver cine empiezas a entender cómo el cine va leyendo ciertos contenidos, cómo se registró en la cámara de manera fortuita o intencional tal idea, por ejemplo.
-¿Cómo ha sido la recepción y convocatoria?
-Ha pasado algo muy extraño. Debemos tener más de 400 personas que quieren pertenecer al Cineclub. Ha habido un interés transversal. Vemos desde personas muy jóvenes que está descubriendo a estos autores hasta al jubilado que creció con estas películas.
-¿Qué comentarios se han hecho después de las películas?
-Nos ha pasado que gente joven ha encontrado alusiones o citas a estas películas en producciones nuevas y lo han hecho saber en el Facebook y ha sido interesante. Te mandan el video de Youtube para que veas el trozo de la película nueva y el de la antigua para que lo podamos comparar. Es interesante esta nueva forma de aproximarse al cine clásico.
-Ahora se vienen “Bajo los Techos de París” de Clair y “La Diligencia” de Ford, dos obras que cinematográficamente siguen siendo frescas, relevantes y entretenidas.
-Las obras de los maestros nos permiten apreciar que el cine es un arte que transmite una visión de mundo interesante de conocer. Es extraordinario poder ver esa visión de mundo tal como la concibió el autor, en una pantalla grande. En el caso de la de Ford, por ejemplo, ver una de las emblemáticas del “western” por cómo instala a sus personajes para poner en evidencia todo lo que es la sociedad norteamericana. La manera en que tiene de encuadrar solo lo puedes apreciar en una pantalla grande. Invito a que vayan porque van a poder disfrutar de estas películas como en su época original.
Coordenadas Cineclub:
Dónde: Cine Arte Normandie
Cuándo: Jueves 17 de mayo (“Bajo los Techos de París”), 31 de mayo (“La Diligencia”), 14 de junio (“Sucedió una Noche”), 28 de junio (“Notorious”) y 12 de julio (“Johnny Guitar”). Siempre a las 19:30 horas.
Cómo: Para la charla y película debes inscribirte aquí. Para ver la película, directamente en boletería
Cuánto: $1.000 (película + charla) y $2.000 (solo película)
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