entrevista

Cristobal Rendich: Músico, titulado Projazz y miembro del Orfeón de Carabineros de Chile

Cuando Cristóbal Rendich se tituló de Interpretación en Jazz y Música Popular con Especialización en Guitarra Eléctrica en el 2013, no se imaginó que su futuro lo llevaría a trabajar en el Orfeón de Carabineros de Chile.

¿Qué te motivó a postular a ser parte del Orfeón de Carabineros?

Si bien es cierto la remuneración económica y la proyección laboral son temas bastante interesantes a considerar, creo que mi mayor motivación fue el desafío que implicaba formar parte de aquella agrupación: comencé a investigar y descubrí que no eran sólo un conjunto de bronces que tocaba marchas militares, sino que también tocaban cumbia, jazz, pop, rock, baladas, música de películas, blues, folclor, música docta, y una infinidad de estilos, con lo que ya no sólo tendría que quedarme con lo que aprendí en Projazz, sino que me vería obligado a nutrirme de otros lenguajes.

¿Cuánto tiempo llevas trabajando ahí?

Estuve 6 meses como alumno y ya llevo un año y medio más o menos como personal de planta.

¿Cómo fue la postulación y el periodo de preparación antes de comenzar a trabajar?

El periodo de postulación fue tenso, tuve que aprobar una serie de exámenes psicológicos, técnicos, médicos, de capacidad física, y entrevistas, además de exámenes de conocimientos musicales y específicos sobre mi instrumento.

Una vez que fui aceptado, comencé el curso de formación durante 6 meses como Carabinero Alumno, donde recibí el mismo trato que un estudiante de Orden y Seguridad, aprendiendo formalidades militares y asistiendo a clases de Doctrina Institucional, Leyes Especiales y Aplicación de la Ley, Derecho Procesal Penal, Derechos Humanos, Defensa Personal, Acondicionamiento Físico, Control de las Emociones y Atención al Público, Arma y Tiro, Habilidades Comunicativas, Introducción a las Bandas Militares, y Reglamentación, además de clases de Teoría, Solfeo, Armonía, y Práctica de Conjunto

¿Qué tipo de eventos hacen junto a las agrupaciones de Carabineros?

Actos abiertos a la comunidad, como conciertos, desfiles, procesiones, cambio de guardia de Palacio, Parada Militar, además de giras por todo Chile, presentaciones junto al Cuadro Verde y a la Escuela de Adiestramiento Canino. También hacemos Actos Institucionales: Ascensos, Funerales, Inauguración de Retenes, Aniversarios de Unidades, Ceremonia de Inicio de Actividades.

¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando en Carabineros?

Ha sido sorprendente en todo sentido y se ha visto marcada por desafíos y satisfacciones: A veces se da que tengo que estar en el cuartel a las 06:00 am porque hay un servicio con motivo del aniversario de alguna unidad especializada de Carabineros y se desfila frente a las más altas autoridades institucionales. Después voy a tocar a una retreta en un colegio y la gente queda eufórica cantando los temas y bailando cumbias; y después sale un funeral y debo ir con toda la solemnidad que dicha situación implica. Todo en un mismo día, y todo debe salir perfecto, ya que en cada situación está en juego parte de la imagen y prestigio institucional.

Cabe mencionar que uno de los aspectos que más me llenan de satisfacción en esta misión social de Carabineros al querer acercar la institucion a la comunidad, es la forma en que la gente nos llena de cariño y gratitud de manera previa y posterior a una presentación, o incluso cuando nos ven en la calle o arriba del bus, pero especialmente durante el show se produce algo que no deja de sorprenderme, que es cuando comienzo a fijarme en la cara de la gente y logro darme cuenta que por un momento de sus vidas están siendo realmente felices y logran olvidar cualquier problema o inquietud que puedan tener, porque en ese momento pareciera ser que para ellos no existe nada más en el mundo que aquello que están contemplando y se dedican a disfrutar a nivel físico, emocional, racional y energético de la música y del Orfeón Nacional de Carabineros de Chile.

¿Has podido poner en práctica todo lo aprendido en Projazz en este trabajo?

El espectro musical que tiene el Orfeón de Carabineros de Chile en tan amplio, que es difícil prescindir de cualquier conocimiento musical que se pueda tener. Se hace fundamental manejar aspectos teóricos y prácticos, un día puedo estar improvisando con los modos y sonoridades más densas aprendidas en clase de armonía, usando uñeteo híbrido, tocando desplazamientos rítmicos a un bpm veloz y al día siguiente puedo estar tocando una cumbia donde no se necesita un gran despliegue técnico, pero sí una ejecución y sonido preciso para encender a la gente.

¿Cuáles han sido los mayores desafíos que te ha presentado este trabajo?

En el aspecto musical creo que el mayor desafío ha sido responder con asertividad y profesionalismo a la versatilidad musical existente, este es un lugar donde no se puede fallar, tienes que dominar la lectura en diferentes llaves y transportar en tiempo real, tienes que anticiparte auditivamente a la progresión armónica que prosigue y tocarla como si lo hubieras hecho toda la vida, tienes que ser capaz de emocionar al auditor, y de hacer que el director musical se pueda sentir tranquilo llevándote a un servicio.

Sin embargo, uno de los mayores desafíos ha sido el no enfocarlo todo desde la arista de un músico, sino como un agente del Estado, representante de una de las instituciones con mayor prestigio y más queridas de Chile, haciéndome responsable de lo que dicha condición implica.

 

Don Raúl Jara: «Aún no creo en los héroes»

“Llevo siete años acá, llegué por un contacto de don George que trabajaba en limpieza a gran escala. Cuando llegué a la sede de Guardia Vieja, yo era el único auxiliar. Fui el primero”.

“Antes usaba la cotona, y debajo de ella siempre mis poleras rockeras. Aunque esta polera de Projazz no está nada de mal, me gusta”. “Me gusta toda la música: el rock, boleros, tangos, hasta la música orquestada. Yo también toco de repente, la guitarra acústica es mi especialidad. Cuando era más cabrito tocaba en colegios, kermesses, presentaciones. Cuando me acompañaban orquestas me decían “no te preocupes, nosotros te compañamos: tu solamente canta”. ¡Porque también canto, sí! Claro que con el tiempo mi voz ha perdido su rastro, la voz se pone más ronca y los altos no se alcanzan”.

«Tengo un hijo de 25 años, está a punto de recibirse de diseño en publicidad. Y mi hijo toca guitarra también. ¡De mis nietos no sé cómo van a salir, porque todavía no tengo! Además tengo una sobrina que de chica fue florerito, tenía el tremendo vozarrón. Yo le tocaba guitarra y se ponía a cantar, todas las visitas sorprendidas por su talento siendo tan chica. Mi hermano también canta, vive en Barcelona cantando tangos. Ha cantado hasta con Serrat, porque está trabajando en un local muy conocido, tienen hasta una foto juntos”.

“Es muy agradable trabajar acá, me ha mantenido el espíritu joven el estar en contacto con la música todos los días. Uno despierta de un sueño profundo, esto es algo nuevo. A mí Projazz me ha ayudado harto”.

“Yo creo que estoy bien como estoy trabajando, me llevo bien con los profes y con los alumnos. Todos me quieren harto. Es que me gusta ser comunicativo y conocer bien a las personas, porque el rato que uno pasa con la gente es tan corto, que hay que tener buena comunicación. Hablar de temas interesantes. Preocuparse de los alumnos: yo me preocupo de que les vaya bien, en lo personal y lo musical. Yo conozco a todos los alumnos. Si son siete años, ya. Ellos son parte de mi vida. Y yo me siento bien trabajando acá”.

“Cuando pasamos a ser Instituto encontré que era un avance formidable, y nos ayudó a todos porque se vio un cambio. Y yo creo que, ojalá, haya más cambios a futuro”.

Cuestionario de Proust

¿Cuál es el defecto suyo que más le molesta?

Sentirme mal por cosas pequeñas.

¿Cuál es el defecto que más le molesta en las demás personas? 

Puede ser la irresponsabilidad.

¿Cuál es su estado mental habitual?

Me siento bien. Me siento muy armonioso con mi trabajo, no tengo problemas.

¿Cómo le gustaría morir? 

¿Morir? No sabría decirlo… Feliz. Que no sea algo trágico.

Si después de muerto pudiera volver a la tierra ¿Cómo sería? 

Volvería a ser yo mismo, pero irradiar algo bueno hacia las demás personas. Tal vez eso es lo que me falta.

¿Su mayor extravagancia?

Tener el pelo largo, todavía. Fui hasta crespo una vez.

¿Cuál es su mayor remordimiento? 

¿Qué podría ser?… Tal vez no haber aprovechado bien mis talentos en la música, que sí podría haberlos aprovechado.

¿Qué le disgusta más de su apariencia? 

¡Me gusta todo lo mío! Lo único que me molesta es cuando me siento infacultado para cometer alguna tarea.

¿Cuáles son sus nombres favoritos? 

Hay un nombre muy especial… déjeme ver, lo tenía en la mente… es bien particular.
Es el nombre de un profeta… ¡Gurdjieff! Una vez leí un libro de él. Es que me gustan esos
temas, explorar en la sabiduría de cada persona.

¿Qué talento le gustaría tener? 

Saber un poco más de mí mismo, saber interpretar mejor en el canto, irradiar lo perfecto.

¿Cuando y dónde ha sido más feliz? 

No puedo negar que aquí he sido feliz. Pero principalmente he sido feliz con mi familia.

¿Cuándo miente? 

Podría ser para ocultar algo que realmente me duela o me duele.

¿A qué persona viva admira?

A Nicanor Parra.

¿Qué frase usa más?

De repente uso la palabra bacán; de repente uso la palabra cachai que la vengo usando hace tiempo. ¡Porque ahora decir descueve no se usa!

¿Cual es su idea de la felicidad perfecta?

Llegar a viejo junto a mi mujer.

¿Cuál es su mayor miedo? 

Perder lo que más quiero.

Si pudiera ¿Qué cambiaría de su familia? 

¿Si pudiera?… No sé, tener un poco más de felicidad algunas veces.

¿Cuál es su pasatiempo favorito? 

La música. Y leer, un poco.

¿Cuál es la cualidad que más admira en una mujer? 

Puede ser la personalidad. Y que tenga un talento que me llegue.

¿Cuál es la cualidad que más admira en un hombre?

Que lo vea como un ícono.

¿Cuál es su héroe favorito? 

En un tiempo me gustaba mucho Superman, y ahora último, con los niños, el Hombre
Araña. Pero en mis tiempos me gustaban dos: Linterna Verde y El Fantasma.

¿Cuáles son sus héroes de la vida real?

Las personas que han apoyado a quienes pierden a sus familias, y están ahí para dar apoyo, tratando que la gente cicatrice heridas o pérdidas que tuvieron. Yo creo que lo más doloroso que le ha ocurrido a este país fue la pérdida de muchas personas, y a veces pienso que, a lo mejor, faltó un héroe. Tal vez hay alguno escondido por ahí. Por eso, yo
estoy esperando a ese héroe.

¿Cuál es su mayor logro?

Hacer feliz a los demás.

Natalia Ramírez: en gira con más de 59 artistas internacionales en mega producción “Circo Hadal»

Esta es la historia de una de esas oportunidades que se dan pocas veces en la vida. O se pueden repetir si es que somos inquietos buscadores. En una iniciativa conjunta entre Construye Cultura (que también auspició la exposición que realizó Projazz junto a GAM en 2016, “Historia del Jazz en Chile”) y el supermercado Jumbo, se creó un fantástico espectáculo nacional: el show circense “Hadal, sumérgete en el circo”, también conocido como “circo Jumbo”, una mega producción con artistas mundiales de primer nivel y bajo la dirección del experimentado canadiense, James Hadley.

Varios ex alumnos Projazz fueron contratados como artistas en esta larga gira, que incluyó tres países y cerca de sesenta funciones. Esta fue la experiencia de Natalia Ramírez, titulada y ahora actual profesora de canto en Projazz.

¿Cómo te enteraste y llegaste a postular para ser parte de esta gira?

Rodrigo Latorre, reconocido director musical de la agrupación chilena “La Mano Ajena”, es un amigo a quien admiro mucho y conozco hace diez años. Él también trabaja con un espectáculo de clowns y fueron reclutados para musicalizar los diferentes actos que estarían presentes en el espectáculo de Circo Jumbo 2016. Rodrigo me comentó que buscaban una cantante y que no habían tenido éxito. Me contó de qué se trataba el proyecto y me incentivó para juntarnos a grabar dos videos en los cuales debía interpretar dos canciones a mi elección. Afortunadamente fui seleccionada y una vez notificada, me pasaron situaciones artísticas que nunca antes había vivido en mi carrera.

¿Cómo qué situaciones artísticas?

Recorrimos tres países: Perú (Trujillo, Chiclayo, Arequipa y Lima), Chile (Iquique, Calama, Antofagasta, Copiapó, Talca, Curicó, Rancagua, La Serena, Santiago, Chillán, Concepción, Viña del Mar, Los Ángeles, Temuco, Osorno y Puerto Montt) y por último Colombia (Bogotá, Barranquilla, Medellín, Bucaramanga, Cali y Cartagena de Indias). ¡Se realizaron tres funciones diarias en cada una de las ciudades! Sin duda la más agotadora fue Lima, en donde tuvimos seis días de funciones seguidas.

¿Cómo enfrentaste el desafío de hacer una gira tan larga y con tantas presentaciones en un mismo día?

Con todo el profesionalismo que implicaba desde aprender y estudiar lo que me corresponde interpretar como cantante, hasta reflexionar también sobre qué cosas debía evitar y qué me puede perjudicar vocalmente, para así presentarme en las condiciones optimas y dar mi 100% en cada fecha.

¿Qué es lo que más te emocionó de este trabajo?

Podría decir que son tres las situaciones que más me emocionaron: La primera, el compartir escenario con amigos y compañeros de la vida, músicos que admiro mucho y que han estado presentes en mi historia musical hace años. El circo nos unió y eso me alegra muchísimo; segundo, el intercambio cultural gigantesco que se generó durante esos meses de trabajo, considerando a los más de cuarenta artistas provenientes de Chile, Argentina, Canadá, Rusia, Ucrania, África y China; por último, el mayor honor es poder haber sido dirigida por James Hadley, quien ha trabajado como director artístico senior en el Cirque du Soleil, y Catherine Archambault que con su experiencia como coreógrafa en destacados proyectos como el Cirque Archaos (Francia) y el Cirque du Tonnerre (Quebec), me han mostrado el arte del mundo circense.

¿Con qué compañeros de Projazz viajaste?

Compañeritos de mi generación como Cristian Cerpa (trompeta, trompeta flugel) y de otros como Diego Toro (saxo), Sebastián Aravena (guitarra), Sebastián Acevedo (batería) y Ricardo Villacura (bajo).

¿Cómo son los ensayos para ser parte de un circo?

Fueron veintidós días de ensayos. Al principio, durante las dos primeras semanas de ensayo, los directores comenzaron a trabajar en la historia con los personajes principales del espectáculo. De forma paralela la orquesta, compuesta solo de músicos chilenos, trabajamos en ensamblar las composiciones de Lucie Cauchon (Canadá) quien envió el material para ser montado con el fin de estar listo para los ensayos con los artistas internacionales.

En la tercera semana llegaron los diferentes artistas circenses, con quienes se trabajó en distintos horarios y de forma simultánea. Una vez que todos los actos fueron dirigidos artísticamente por James y Catherine, comenzaron los ensayos generales.

¿Es muy diferente este trabajo a los que usualmente tienes?

Sí, se diferencia principalmente porque la música que debo interpretar es original (lo que me gusta mucho). También por el tema de maquillaje y vestuario. Generalmente soy yo quien debe invertir en eso. El año pasado por ejemplo, James Lavoie fue el director de escenografía, vestuario y maquillaje, quien define los colores y diseños correspondientes a cada artista. La producción te pasa el vestuario y el maquillaje que necesitas para toda la gira.

CEP: Moviendo la energía para que la música fluya en todo Projazz

Hace unos años se articuló la figura del primer CEP, un espacio necesario para representar la voz de los estudiantes y canalizar ideas frescas, constructivas, enfocadas en el arte y en cómo mejorar la condición profesional de los músicos chilenos trabajando en comunidad. Son objetivos súper concretos que el actual CEP, compuesto por siete compañeros, también tiene en mente para 2017. En sus palabras:

“Somos personas relajadas y no queremos representar ningún tipo de jerarquía dentro de Projazz. Simplemente somos compañeros que se organizaron para crear un ente representativo. Nuestros deseos de organización van de la mano con una integración igualitaria de todos los estudiantes, por ello queremos que nuestro CEP refleje el mismo espíritu de Projazz: una escuela donde podemos conversar, tratarnos con respeto y crear comunidad”.

Nos acompañaron en esta entrevista los compañeros: Alberto Bone, de Composición con mención en Bajo, Santiago Ramírez de Intérprete en Guitarra, Rodrigo López de Intérprete en Guitarra y Claudia Aranda de Intérprete en Canto.

Nos dimos cuenta que el estudiante llega acá a estudiar con mucha pega y hay poca unidad entre los compañeros. Estamos muy centrados en nosotros mismos. Sabemos que la carrera en sí es súper demandante. Pero esta desunión es algo que vemos en el ámbito artístico en general: un país donde no hay sindicatos de músicos ni mayor organización. Queremos corregir esto en Projazz”, comenta Claudia Aranda.

El CEP no tiene personas asignadas a cargos específicos: no hay un solo presidente ni un solo secretario, se van asignando responsabilidades de acuerdo a los talentos de cada uno, una forma de trabajo asociativa muy en sintonía con las actuales tendencias de trabajo colaborativo: lo de crear comunidad va en serio.

¿Qué los movió a integrar al CEP?

Claudia: «Yo había estudiado Fonoaudiología antes y allá estuve un año trabajando en una propuesta de Federación. Cuando llegué a Projazz me di cuenta que faltaba mucho de ese tipo de organización. Como estamos en un ambiente competitivo todos se centran en ser los mejores y en verdad no se dan cuenta que la vida es más que solo estar estudiando o componiendo. También noté que habían muchas conversaciones de pasillo o muchas críticas pero que al final no se hacía nada. Yo soy súper sociable entonces recogía cosas de todos lados y decía “pucha, hagamos algo”. Al principio quería participar pero igual me di cuenta que no había motivación y estaba medio sola. Fui la última en integrarme a este equipo de trabajo porque los vi un día, se estaban reuniendo, los escuché conversar, les dije “cabros, ¿saben qué?, me quiero unir si se puede”.

Alberto: «Hay hartos compañeros interesados en ser delegados, se nos acercan y no tienen el compromiso de ir a todas las reuniones pero eso da lo mismo, igual están ahí. Si alguien quiere aportar tiene toda nuestra comprensión para que lo haga según su propio tiempo. Nosotros estamos abiertos a todas las ideas.

Rodrigo: «No todos ayudan en la parte “gruesa” de nuestra pega, pero los puedes llamar en cualquier momento para que apoyen una actividad».

Santiago: «Para mí el primer año de carrera fue un camino solitario. Si bien uno va conociendo compañeros y amigos en la carrera, yo necesitaba participar de otras instancias que no fueran solo musicales. Era necesario abrir, expandir, airear, hablar con los compañeros.

Claudia: «La música se genera colectivamente, entonces hay que crear lazos».

Rodrigo: «Creo que es difícil formar comunidad, en parte, porque solo hay tres ramos que tenemos con personas en común (lecto, armonía y rítmica). Esos compañeros de esos ramos son “tu curso”, pero el resto están salpicados, entonces no se puede armar algo sólido y visible como “tu grupo”. Eso hace que las relaciones sean medio fragmentadas, con un amigo de aquí y otro acá.

Claudia: «Sabemos que los espacios son reducidos pero los queremos aprovechar. Acá salimos de clases y algunos se van al parque y como es tan grande nunca te vas a encontrar con otro grupo de Projazz. O te vas para tu casa. Entonces nos preguntamos qué podemos hacer para mantener a los estudiantes que se quieran quedar un ratito más en Projazz compartiendo con sus compañeros.

¿Qué ideas se les ocurren para crear más comunidad?

Alberto: «Quiero decir que Projazz es un siete al momento de armar comunidad, con las instancias del Micrófono Abierto y la Fonda, por ejemplo. Pero son cosas que van desde la institución hacia nosotros. Ahora falta que nazca de los estudiantes la idea de formar comunidad, que es mucho más entre nosotros; ya no es “la institución que te ofrece un servicio” y te trata de juntar».

Claudia: «Por parte de Projazz o del CEP anterior se han programado hartas tocatas. Pero falta un poco conversar. Quedarse después de la tocata comiendo algo, conversando sobre tus intereses. Porque al final acá pasa que cuando uno se programa para “ir a ver música”, algo de la cartelera de Projazz por ejemplo, uno se instala como espectador. Siempre se es público o se es artista, pero nunca vemos la forma de complementar una cosa con la otra».

Rodrigo: «Igual hay gente que es súper tímida, sobre todo cuando uno recién entra a estudiar. La gente viene recién saliendo del colegio. Yo creo que igual tenemos que aprovechar lo que ya está. La Feria PlanetaProjazz, el Micrófono Abierto, los días de los bateristas, de los guitarristas».

Claudia: «Pero que si se hace Feria PlanetaProjazz o el Micrófono Abierto, que después de eso se haga una especie de convivencia, de reunión, para que se pueda generar el “después de”. Aprovechar de recoger las opiniones de los alumnos post actividad».

Rodrigo: «Micrófono Abierto se ve como algo súper choro pero la onda es “veamos qué hay y después nos vamos”. Es visto como un espectáculo. Yo no tengo que ver con él, solo soy espectador».

Claudia: «En la música, acá en Chile al menos, la única forma de salir adelante es trabajando en comunidad, así se hacen los eventos, es la única forma. Hablo con mis amigos de 3rto y 4to y siento que no está ese sentido de comunidad: van a salir de la carrera y van a trabajar como sesionistas*. Pero al final saliste de Projazz sin aprovechar lo mejor de acá que era tener el mismo medio musical aquí, frente a nuestros ojos. Eso sería penca porque es justamente el plus que te da Projazz”.

Rodrigo: «También estamos pensando en mostrar algo de composición para los intérpretes y de instrumento para los compositores, porque hay hartos casos –a todos nos ha pasado– de gente que se ha cambiado de carrera y porque también se sienten los vacíos de “pucha, me gustaría saber eso pero no lo sé”.

Alberto: «Me pasó con un amigo que estaba en 4to de guitarra en otro instituto y él pensaba que iba a salir sin haber nunca compuesto nada propio, se sentía menos capaz al no tener esa herramienta, y yo le decía que él igual tenía que lanzarse a componer, no hay por qué encerrarse a lo que enseñan las carreras. Porque acá los de Compo siempre hablan con los de Intérprete.

Desarrollo integral: ¡mi ramo favorito!

Sólo al mencionar el nombre, todos en el CEP están de acuerdo.

Claudia: “Pasa con Desarrollo Integral que es un ramo medio visionario, adelantado: de repente hay cosas de las cuales uno ya se ha dado cuenta en la vida, pero llega el profe y las plantea de otra manera y hace que uno se meta profundamente en algo, es mucho lo que te entrega. Es un trabajo muy fuerte”.

Rodrigo: «Es mi ramo favorito y no es musical. Con este ramo se pone sobre la mesa información que uno no ve o no presta atención en la vida diaria, y te dan soluciones que uno tampoco ve pero que cuando termina la clase nos vamos pensando en ellas. Siempre pasa que uno escucha la clase y de repente uno se identifica y dice: “¡yo siento eso mismo!”. Te puedo dar una lista de amigos que piensan lo mismo».

Alberto: «Es una joya de Projazz».

Claudia: «Encuentro que Desarrollo Integral es uno de los pocos momentos en que sí generamos comunidad porque después de clases siempre se arma un grupo y nos quedamos preguntándole al profe cosas súper personales, e igual tratando de poner atención de lo que pregunta el resto por si a uno también le sirve». De hecho ¡falta más Desarrollo Integral para todo Projazz! Los profes también tendrían que estudiarlo. Les serviría mucho para que ellos puedan comprender mejor lo que a uno le está pasando. Por ejemplo, ellos podrían tener más en cuenta los tipos de personalidad de cada estudiante, que los vemos en Desarrollo Integral y están en el Cuaderno de Viaje.

Rodrigo: «Uno entra a Desarrollo Integral y entra como a un mundo aparte. Entonces después uno sale de la clase y vuelves a la dura realidad.»

Claudia: «Es algo demasiado hermoso tener esa instancia, pero la idea es que si es el planteamiento como institución, que Projazz de verdad lo ponga de manera institucional, no como algo aislado».

¿Cómo enfrentan el nivel de exigencia de la carrera?

Santiago: «Aún estoy lidiando con eso, recién pasé a segundo año y la exigencia es mayor. Creo que es bueno que haya exigencia, mientras sea desde la confianza y no a partir de un movimiento unilateral. No puedo exigirte si no confías en mí, y tampoco puedo exijir si no estoy dispuesto a que me exijas de vuelta. Creo que el modelo educativo en general está estructurado de tal forma que dificulta mucho ese diálogo».

Claudia: «Estamos tan metidos en el entramado que significa aprender música: que este ramo tiene que ver con este otro, y que el tiempo que me queda para practicar no me alcanza para las ocho horas diarias. Nunca paras, a todos nos pasa que nos vamos muy en la volá y no nos damos cuenta que “oye, se te pasó el semestre entero y no has parado ni para almorzar”.

Alberto: «Si quieres sobrevivir a puros 4,0 quizás no te estresas tanto. Pero esto es un intensivo de cuatro o cinco años donde está bien que se exija. Después vas a estar cuarenta años trabajando como músico y es ahora cuando tienes que absorberlo todo».

Claudia: «Como muchos, yo también pasé por la crisis existencial de “siento que no necesito estudiar música para hacer música”, pero al final igual me metí porque me interesa tener una gama profesional de todo un poco para poder desarrollar mejor lo que quiero hacer».

Santiago: «Cuando uno se enamoró de la música fue por una experiencia que nunca te había hecho sentir así. Estudiarla cuesta al principio, porque pareciera que ese romance se terminase, pero solo cambia que en el estudio, a medida que pasa el tiempo, se va consolidando algo más duradero, y eso provoca algún grado de resistencia al comienzo».

Rodrigo: «Donde vayas a estudiar te imponen una manera de aprender las cosas, un horario, entonces uno tiene que congeniar en su experiencia musical con lo que te están exigiendo. Tienes que hacer cosas que no quieres pero te explican que es necesario».

¿Qué piensan de los profesores y que ellos estén constantemente reforzando en ustedes el autoestudio, la propia responsabilidad?

Alberto: «Projazz es reconocido en el medio por tener buenos profes».

Claudia: «Creo que en cualquier sistema de educación superior no es asunto del profe mantenerte en línea sino que tiene que ser tu propia preocupación. Uno debe aprender a ser responsable, autoconciente.

Alberto: «Con la mayoría de los profes hay igualdad de condiciones, uno ve que el profe es cercano a ti, te está ayudando. De repente un profe de bajo me dice “te sacaste un 4,0, entiendo que fue porque no tenías tiempo, pero para la otra lo subes, la cosa es que aprendas”.

Rodrigo: «Eso es lo bueno que tiene Projazz, que es chiquitito y familiar. Es calentito. Todo lo que hemos hablado ahora es lo que hay que mejorar, pero reconocemos que estamos súper bien.
CA: algo que me gusta de este nuevo centro de alumnos, y que se dio como una coincidencia, es que de los siete que somos, cinco ya habíamos estudiado antes otra carrera. Ya sabíamos que una cosa es estudiar y otra cosa es que tu ames lo que haces. La idea es que estudiar una carrera, cualquiera sea, en este sistema educacional chileno con sus limitantes, no perjudique lo que amas».

¿Qué les parece el Cuaderno de Viaje?

Claudia: «¡Me encanta! No conozco los de los años anteriores pero me encanta».

Rodrigo: «Yo busqué todas las ediciones pasadas en internet y las bajé todas».

Alberto: «Cuando entré a Projazz el año pasado, llegué a mi casa después de los primeros días de clases y me preguntaron “ya, ¿en qué te metiste?”. Les pasé Cuaderno de Viaje, les dije “mírenlo” y fue “ooohhh, qué onda esta institución” y se tomaron mi decisión en serio, les gustó.

Claudia: «Me cuesta entrar en la parte teórica del Enfoque Integral, porque la parte de la Práctica Integral de Vida es más fácil. Hay que releerla muchas veces. Lo bueno es que con Desarrollo Integral uno llega a la comprensión final de todo, pero sin ese ramo es súper difícil. Yo quería que lo leyera mi mamá, se lo pasé y me dijo “está lindo, pero no entiendo nada”.

Alberto: «El profesor Ulloa nos ayuda con eso, te pone un power point, te pone videos, arma el contexto para que nosotros podamos meternos en el tema.

Rodrigo: «El Cuaderno es un documento que uno tiene que tener al lado porque, aunque uno no sabe cuándo va a acudir a él, sí sabe que algo de eso te va a pasar».

 

Andy Baeza y su conexión con David Bowie

Por dónde partir: ¿por los músicos con los que Andy Baeza compartió en NY como un amigo más hace más de una década, y que admiraba de mucho antes, o porque estos mismos músicos fueron en 2016 la banda que Bowie eligió –después de escucharlos en un bar escondido de Manhattan– para acompañarlo en su último disco cuasi póstumo, Black Star?

La historia es así: en noviembre de 2002 Andy Baeza junto a Daniel Navarrete [también profesor Projazz] y músicos invitados graban el disco “Juego de Niños”. En la guitarra, un invitado de lujo: el jazzista estadounidense Ben Monder.

“Conocí a Monder antes que se cayeran las Torres Gemelas en Nueva York. Lo invité a Chile a tocar el disco y digo sí al tiro”, recuerda Andy. “Para mí haberlo invitado a Chile a grabar era un sueño. Por eso le puse “Juego de Niños” al disco, porque era como invitar a Maradona a jugar una pichanga”. Monder resultó ser un fanático del estudio, se encerraba a practicar por horas. Andy admiraba su dedicación. Y además su generoso aporte creativo: “En ese disco hay dos temas que son míos, Monder los pescó y los hizo pebre. De una manera muy simple. Tengo miles de historias y anécdotas con Monder, da para otra entrevista”.

15 años después David Bowie, inmortal, lanza su disco Black Star. Y en la guitarra un invitado de lujo: el mismo Ben Monder. Junto a otros músicos con los que Andy Baeza compartió muy de cerca en sus periplos de perfeccionamiento en NY: Jason Lindner (piano), Mark Guiliana (batería), Tim Lefebvre (bajo) y Donny McCaslin (saxo).

“Cuando escuché Black Star, sin saber que era Monder en la guitarra lo identifiqué por su sonido. Es que es súper particular. Al día siguiente muere Bowie. Quedé en shock. Ahí me acordé de este disco que hicimos con Monder hace 15 años y me dije que no es una mala historia que esto se sepa en Projazz. Simplemente decir “este guitarrista estuvo en Chile”, y es un guitarrista que no solo es conocido en el medio del jazz sino en toda la vanguardia a nivel mundial. Y fue el guitarrista de Bowie. Para mí es inspirador”.

Todo empieza y termina en el bar 55

“El batero de Bowie, Mark Guiliana, hizo un taller de Jim Black conmigo, entre 1999 0 2001. Lo había ido a ver varias veces al Bar 55. En esa misma época conocí a Tim Lefebvre [el bajista que tocó en el disco de Bowie], a quien escucho hace años porque tocaba en el trío de Wayne Krantz. Una vez Tim me llevó de un club al metro, muy buena onda. Jason Lindner, otro integrante de la banda, fue el pianista de Claudia Acuña, vino a Chile muchas veces, a Lindner lo vi carretear en el club que tenía Moncho [Romero] en Bellavista, el Miles. Y finalmente mi amigo Ben Monder, que está también en mi disco. Toda esta súper banda era liderada por el saxofonista Donny McCaslin. “Hace 2 años atrás Bowie le comisionó un tema a la big band de Maria Schneider. María es una compositora y arregladora posmoderna, creo que pianista también, que tiene una de las big bands más conocidas de NY. Ben Monder toca en su big band. El tema que hicieron para Bowie sale en su disco, se llama Sue (in the scene of crime). Vi el tema en YouTube y lo encontré exquisito. María Schneider hizo el arreglo para big band, 9 minutos, dramático, toda una onda policial. Con un video muy en la estética Sin City».

«Todos pensaban que hasta ahí llegaba conexión jazz-Bowie. Pero después Bowie contactó a Maria Schneider, le dijo que quería hacer su disco en esa onda. Y María le dijo “anda a ver al cuarteto de Donny McCaslin al Bar 55”. Y Bowie fue. Ese bar es diminuto. El Thelonious tiene más glamour que el Bar 55. Bowie se sentó solo, pidió algo para tomar. Los músicos cacharon que estaba él. En el primer set no saludó a nadie, pero no de divo, él solo quería ir a ver música. Los músicos estaban muertos de susto. Bowie se fue en el segundo set. Dos semanas después él llama a Donny McCaslin. Y Donnie llama al grupo con el que ha trabajado siempre: Lindner, Guiliana, Lefebvre más Monder como guitarrista invitado. Todo esto visado por Tony Visconti, que es el productor de Bowie».

«Antes de Bowie este grupo era bien under, low profile y ahora McCaslin y Jason Lindner salen en la portada de Downbeat. Ese tipo de cosas responden a esta conexión que hizo Bowie. ¡Es Bowie, poh! tocando con músicos reales de NY que hacen vanguardia desde siempre. Y cuando digo “músicos reales” cito a Prince que en sus conciertos decía al público “esto es música real, estos son músicos reales” y lo recalcaba a cada rato»

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¿Dices “reales” porque son jazzistas, porque no hay Autotune?

«Yo creo que en este contexto de grandes músicos R&B, onda Rihanna por darte un nombre, venden más bien una ilusión en escena, una cuestión plástica en donde no se toca en vivo. A eso se refería Prince que lo que sonaba en sus conciertos sí tenía correlato con los músicos que estaban en escena. En todo caso a mí me gustan ambas corrientes. Yo lo paso increíble con un Dj y también con un trío de jazz, no tengo problema. Lo que me gusta del disco es que Bowie estaba más preocupado de la música. A mí Black Star me gustó por completo. Creo que es una obra de arte total”.

2016: Black Star en estudio

“Después que escuché el disco le escribí un mail a Monder, aunque era obvio que con la muerte de Bowie a todos estos músicos le iban a subir los bonos. Ahí supe que ellos no tenían idea que Bowie estaba enfermo. Y hasta puede que él mismo no tuviera real claridad porque leí que quería hacer un segundo disco en esta onda. Y que hay maquetas».

«Estos músicos –Monder, Lindner, Guiliana, Lefebvre, McCaslin – contaban que cuando estaban ensayando Bowie dejaba sus voces grabadas. Ellos pensaban que esa era la voz que iba a quedar porque sonaba filete. Terminan de grabar las bases, Bowie estaba muy contento. Luego dice “vamos a grabar las voces de nuevo”. Bowie, en su rigor musical, decía que las voces estaban mal, que aún no lograban lo que él quería. Esto de la emocionalidad en las producciones musicales no es una cosa de la que se hable mucho. Y eso es lo que caracteriza a Black Star, que tiene una carga emocional potentísima, en voz e instrumentos».

Educa e inspira lo mejor que puedas

“En educación, ¿qué cosa importante puedes entregarle a los alumnos? Lo que puedes hacer es inspirarlos. Me doy cuenta ahora de adulto de las actitudes de quienes fueron, a su vez, mis profes».

«Gente que vivió enseñando con mucho dolor y frustración por el contexto político y social de una época que no viene al caso desglosar acá. La actitud y la visión para hacer clases era la de un Chile de los años 70 y no podías esperar mucho más porque ese era el nivel de conciencia en ese entonces. Ahora lo puedo interpretar así. No podías ser más creativo o más loco porque los profes encontraban que estabas mal».

«Ahora de grande, ahora que yo estoy en el lugar del profe veo que tengo en mis manos la oportunidad de entregar cosas distintas, que en esta vida los alumnos traten de hacer lo mejor que puedan, que hagan su mejor esfuerzo, que se preocupen por hacer lo que les gusta».

En Projazz me gusta esto que está pasando con nuestras reuniones que a veces son hiper voladas, el Cuaderno de Viaje, son cosas que encuentro bacanes, contemporáneas, no las encuentro pretenciosas, sino que súper acotadas. Me quedan cómodas. Esos son cambios de paradigma. Si no, la educación pierde el sentido.

 

 

Profesor Victor Saavedra Guajardo: 40 años de carrera ¡y mejor que nunca!

El profesor Víctor Saavedra es toda una institución en Projazz. Un docente querido por sus alumnos y respetado por sus pares, es reconocido por su rigor académico y por cultivar un perfil inspirado en la tradicional idea de un profesor de carrera: alguien que prepara clase a clase, atiende todas las consultas y además es capaz de enseñar con paciencia y cariño. En definitiva, una de aquellas personas en las que todo alumno y colega quiere confiar.

También la Universidad Católica ha confiado en él por más de 40 años al premiar su trayectoria en agosto pasado con un acto en el Salón de Honor de la Casa Central, encabezado por el rector Ignacio Sánchez y distintas autoridades de la Universidad.

¿Recuerdas cómo fue la primera clase que diste?

Mi respuesta puede resultar curiosa. Siento que tengo distintas “primeras clases” en mi vida. La primera clase la realicé cuando yo tenía unos 14 ó 15 años, en un centro obrero llamado OSCUS al cual asistía acompañando a mi madre quien era profesora de un taller de manualidades. En esa ocasión reemplacé al profesor de guitarra que había muerto repentinamente y de un momento a otro me encontré haciendo clases a abuelitos que me trataron con gran cariño y gratitud.

Otra de las que considero una de mis primeras clases fue a principios de los años 70 cuando yo era estudiante de Pedagogía en Música en la UC y trabajé en un colegio muy pobre en la población Nuevo Amanecer. Tuve que dejar este trabajo porque el barrio era un real peligro para mi integridad física, los asaltos eran pan de cada día.

A nivel universitario mi primera clase la realicé en 1976 en la Pontificia Universidad Católica de Chile, en –Io que en esos tiempos era– el Departamento de Música de la UC. Ahí trabajé con niños pequeños que recién descubrían el mundo de la música.

Dentro de las que considero también como “primeras clases” fueron las que realicé en Projazz, más o menos por el año 2000, cuando se creó el Diplomado Profesional. Esto fue todo un desafío para mí ya que por primera vez hacía clases a jóvenes que se dedicaban a la música popular: recuerdo que a pesar de tener varios años de experiencia igual estaba nervioso, ya que para mí era un mundo nuevo que siempre había mirado con gran respeto y admiración.

¿Cómo llegaste a Projazz?

Como dato al pasar, llegué a Projazz el mismo año que nuestro querido Pepe (entonces del kiosko, ahora en eventos). Ex alumnos de la UC, que trabajaban en Projazz, me pusieron en contacto con George Abufhele quien me terminó entusiasmando para colaborar en su proyecto del Diplomado Profesional. Y así seguimos hasta hoy.

Una parte interesante de tu carrera es que te has especializado en coros

Específicamente como director de coro. Mi primera experiencia al respecto fue en 1975 –incluso antes de hacer mi primera clase como profesor universitario– dirigiendo el Coro de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile. Después dirigí el Coro Lex de la Escuela de Derecho de la U. de Chile, el coro de la Agrupación Beethoven, el Coro del Ministerio de Obras Públicas y el Coro de la Contraloría General de la República.

También dediqué 20 años a formar directores de coros en el Teatro Municipal de Santiago, allí trabajé con profesores de música que deseaban perfeccionar sus conocimientos. La actividad coral también me permitió realizar clases en una organización internacional llamada INTEM, la cual me envió a hacer clases en distintos países de Latinoamérica.

¿Qué se siente seguir forjando generaciones de músicos jóvenes, con una metodología que aún es súper vigente y que los propios alumnos valoran mucho?

A mis colegas y alumnos siempre les comento que cada vez que asisto a algún concierto de las diferentes orquestas del país me deprimo al ver en ellas a tantos ex alumnos que me recuerdan mi edad; digo todo esto en broma, ya que realmente siempre me he sentido orgulloso de haber aportado con un granito de arena a su formación.

Lo más gratificante a lo largo de mi profesión ha sido sentir el reconocimiento y cariño que me manifiestan todos mis alumnos, tanto de la UC como de Projazz. Tengo la satisfacción de haber sido profesor de muchos maestros actuales de ambas instituciones.

Sin querer presumir, quisiera transmitirles a mis alumnos y colegas, con mucho respeto, que en lapedagogía la única manera de lograr resultados es entregarse con amor y dedicación a lo que uno hace sin pretender ser mejor que otros, sino superándose a sí mismo. La vocación de enseñar requiere de mucho trabajo diario y no dejarse vencer por los diversos obstáculos que siempre parecerán. Nunca debemos olvidar que un profesor está siempre trabajando enfocado en formar mejores personas, más allá de los contenidos de nuestras materias.

Por último quisiera darle gracias a mis alumnos, de los cuales siempre he aprendido mucho. Quizás a algunos pueda resultarle cursi y añejo lo que digo, pero es lo  que realmente siento y he aprendido a través de mi experiencia.

¿En qué proyectos estás actualmente?

En lo profesional, dedicado a mis clases en la UC y el Instituto Projazz, planificando a diario para realizar buenas clases. En lo personal le dedico todo el tiempo que puedo a mi vida espiritual: desde hace 23 años practico Tai-chi y ahora estoy aprendiendo una antigua escuela que desconocía, con la maestra Trinidad Fariña. También desde hace 19 años practico Reiki y pretendo realizar pronto la maestría. En estos momentos estoy incursionando en el estudio del Chi Kung y la Gimnasia Lian Gong, todo esto para procurar tener una mejor calidad de vida en esta sociedad.

 

Alumnos presentan producciones propias

Martín Berríos: Casa Salvaje

¿Cómo comenzó todo?

2013. Nuestra banda empieza informalmente el año 2013, tocamos por primera vez junto a Cristóbal Rojas en bajo y Maximiliano Munizaga en guitarra eléctrica. Durante ese año y el 2014 nos juntábamos a ensayar solo cuando salía alguna tocata, luego se sumó Juan Ignacio Ramos en guitarra eléctrica y Max pasó a teclados.

2014. Hasta el 2014 cada tocata que hacía tenía una formación distinta. Pero este año, con trabajo más serio y lo que significa pulir el sonido de una banda estable, me di cuenta de que esta formación da para harto rato.

2015. El 2015 decidí que no podía seguir estirando el chicle con Casa Salvaje (disco que empecé a producir el 2012) y armé la banda que somos hoy. Invitamos a Tomás Castro a participar en batería y así nos consolidamos.

Casa Salvaje

Queremos aprovechar este disco nuevo y sacarle el jugo en vivo. Han pasado varios años desde que los temas se gestaron e incluso se terminaron de producir.

¿Cuántos discos tiene Martín Berríos? 

Hasta ahora tengo 2 EP’s publicados, uno es “Pneuma” (2011) que es mi primer ejercicio como solista: es bien raro… canciones en inglés de cuando recién rayaba con Radiohead y letras de los problemas existenciales que tenía
en la pubertad. Ahora me da risa, pero también reconozco un trabajo bien hecho en cuanto a producción, si no, no lo mencionaría, jaja. Este fue mi primer trabajo con Martraz Records, producido por Álvaro Jiménez al igual que Casa Salvaje.

El 2012 auto produje el “Viajero Universal” bajo un sello ficticio que inventé: “Sello Jirafante”. Pese al sonido Lo-Fi y bajo perfil que tuvo, este es el disco al que le tengo más cariño.

La idea fue un trabajo en conjunto con mi gran amigo y colega Mairon Saavedra, yo puse la música y él hizo todo el arte visual del disco, con una caja hecha a mano y fotos análogas notables. Este trabajo se hizo en el momento preciso de nuestras vidas y nunca dejamos de recordar al “Viajero” con el cariño que este nos generó a ambos y a los cercanos que de una manera u otra también formaron parte de sus canciones.

Anisas: Viral

¿Cómo comenzó todo?

2014.  Al subir una maqueta en Facebook de uno de los “juegos musicales” entre Maritxu y Valery.

Valery: Ese año Maritxu y yo decidimos crear este proyecto, a raíz de varios meses de juego musical, haciendo canciones solo por el interés de compartir la identidad musical que cada una de nosotras tenía. Compartimos, en Facebook, uno de los temas en los cuales habíamos trabajado, teniendo así una muy buena recepción. A raíz de eso, nos planteamos la posibilidad de crear un
proyecto más serio y nació ANISAS.

2015. Este año por necesidades de montaje de las canciones se incorporó Max (Munizaga) al proyecto. Gracias a esto pudimos experimentar mayores avances, tanto en sonoridad grupal como individual para así llegar a lo que somos ahora.

¿De dónde viene el nombre «Anisas»?

Valery: viene de la palabra “aniso”, que significa desigual o diferente. En realidad es tomarnos con humor esto de ser tan opuestas, tanto en carácter como en el timbre de nuestras voces, sumándole a esto la visión extrema de las sonoridades que cada una de nosotras tenemos. Yo me inclino más a lo electrónico y procesamiento digital y Maritxu tiene mucha más cercanía a timbres y texturas acústicas.

Disco «Viral»

Maritxu: este año ha sido muy intenso ya que de un momento a otro empezamos a tocar muy seguido, pero nos sentimos realmente afortunadas por eso y por el apoyo que hemos tenido tanto de nuestra familia y amigos, como de nuestros profesores. En este momento estamos grabando Viral, nuestro primer disco, gracias a la ayuda del profesor Marcelo Vergara quien es nuestro productor musical. De manera paralela hemos estado tocando en diferentes lugares (Escuela Moderna de Música de Viña del Mar, IP Projazz, Consagración de la Primavera, entre otros) para llegar a más gente y así ampliar el público.

Próxima gira

Valery: para enero de 2016 estamos programando una gira a Argentina y Uruguay, específicamente en Mendoza, Córdoba, Rosario y Montevideo. Esto es para generar nexos con otros artistas latinoamericanos y ampliar nuestro público a otros países.

¿Cómo va la grabación de Viral? 

Valery: tenemos grabado un EP de 4 canciones. En sí ese EP muestra la experimentación en la que estábamos en un comienzo con Maritxu, viendo cómo empastábamos nuestras voces y nuestras necesidades como artistas. Las canciones hablan sobre sacar del alma todo lo que no te deja avanzar (“Respirar”), de desamor, de cómo se puede desvirtuar un sentir hasta llegar a algo incluso
psicótico (“Estúpido amor”), de no poderte ver a ti misma, de desconexión contigo y con el mundo (“Deseos”) y de cambiar de piel y ver que eso que se busca o se necesita nace desde tu interior, desde tu pecho (“Eternidad”).

Max: estamos en constante movimiento y cambio. Con Valery queremos incorporar nuestro conocimiento en el tema de ruido y máquinas (sintetizadores, pedales, etc.) por la simple necesidad de hacer la música más nuestra, propia, que se pueda reflejar mejor la búsqueda que tenemos en solitario cada uno de nosotros.

Maritxu: también está la idea de incorporar a Franco Molina, nuestro ilustrador de la portada del disco que estamos grabando, para hacer presentaciones con imágenes y animaciones en vivo. Creemos en la potencia que tiene un mensaje al ser entregado de diferentes maneras para poder lograr una interacción lo más profunda y sincera posible.

 

Christian Lucio: «La música para mi lo es todo»

Christian Lucio, colombiano, llegó hace dos años y medio a Chile. Aunque en Colombia ya era un DJ con trayectoria, tuvo que comenzar desde cero en un país nuevo, trabajando en diversos oficios: vendedor, barista1 en un café, administrativo en una faena minera en el norte:

«Sin embargo yo necesitaba estar en Santiago, comenzar a conocer la escena electrónica y musical de la ciudad, a moverme con mis proyectos. Así es que empecé a buscar un trabajo aquí y por pura casualidad envié el currículum a Projazz. Cuando me contactaron y me comentaron que se trataba de un instituto profesional de música, me gustó mucho la idea de trabajar acá. Y bueno, aquí estoy, ya casi dos años y feliz!”

Nos sorprende que tengas una vida súper ligada a la música, y muy rica también.

«Mis vínculos con la música vienen desde muy pequeño, ya que mi papá tiene un grupo musical y canta desde que tengo memoria. Crecí escuchando diversos géneros y estilos musicales, desde bandas como Korn, Rammstein, Slipknot, Pink Floyd, Linkin Park, hasta algunos artistas de jazz, blues y R&B como Miles Davis, Jaga Jazzist, Massive Attack e incluso hip-hop como J Dilla y Snoop Dogg, por mencionar unos pocos. Mi contacto directo con la música electrónica fue cuando tenía unos 12 años: un primo me mostró un DVD de un gran festival europeo y desde ese momento meenamoré de la loca idea de ser DJ, así que comencé a escuchar e investigar un poco más acerca de todo este mundo electrónico que era nuevo para mi. Empecé a descubrir que no era algo nuevo, pues desde los años 20 –estoy hablando del siglo pasado– se inició el desarrollo de los primeros instrumentos electrónicos como el Theremin2. Comenzó todo una búsqueda porla evolución en la música y gracias a esto tenemos hoy en día los sintetizadores, guitarras eléctricas, procesadores de efectos, drum machines y muchos otros instrumentos electrónicos que han ayudado al surgimiento y al progreso de la mayoría de los estilos musicales actuales.

En fin, la música electrónica no es solo un “Chis-Pum”, como muchas personas piensan; por el contrario es algo muy extenso y con mucha riqueza. Cuando me gradué del colegio ingresé a estudiar en una academia llamada J.A.H. Studio (Colombia), donde aprendí producción musical, un poco de síntesis, mezcla de tracks y técnica DJ en general. Luego entré a la Universidad Tecnológica de Pereira (Colombia) a estudiar Licenciatura en Música, donde estuve tres semestres pero lamentablemente por motivos económicos no pude continuar. Cosas que a veces pasan, pero bueno, obviamente dentro de mis planes aquí en Chile está estudiar, así que ya se dará a su debido momento».

Tú tienes un proyecto DJ que ya funcionaba con éxito en Colombia y estás tratando de abrirte espacio acá.

«Mi proyecto musical se llama Geometric89, es un dúo integrado por mi hermano y yo. Llevamos juntos en esto más o menos desde el año 2009. Tenemos nuestro pequeño estudio donde producimos nuestros tracks. Nuestra base musical generalmente es el techno, sin embargo, tenemos influencias de otros géneros y tendencias, así que el resultado final de nuestra música es experimental. A la hora de tocar, tenemos nuestra faceta como DJ’s y otra faceta que dentro de la escena electrónica se conoce como “Live Act”, básicamente es algo así como ir creando los tracks en vivo, mezclando cada uno de los sonidos que lo componen usando loops, samples, efectos, modulaciones, etc., todo lo cual hace que la actuación sea muchísimo más interesante.

Aquí en Chile aún no nos hemos presentado todavía. A pesar que tenemos experiencia, para la escena santiaguina aún somos “nuevos” por decirlo de algún modo. En Colombia sí tuvimos la oportunidad de participar en varios eventos y compartir escenario junto a artistas nacionales e internacionales. Fiestas como el EJE3 Festival, La Rave III, el aniversario de Road Trip  Recordings, el Big Bang Festival, entre otras».

¿Cuál es tu visión de la música: qué esperas aportar con tu propuesta artística?

«La música para mí lo es todo, es lo que me apasiona y vivo totalmente por ella, pero, aún no vivo de ella. Yo pienso que al igual que la mayoría de las personas en el mundo, mi principal meta es poder llegar a vivir de lo que me gusta. Basándome en esta gran meta es que voy planeando mis objetivos a mediano plazo. En este momento por ejemplo, mi hermano y yo estamos en proceso de montar nuestro “Netlabel” (sello discográfico independiente que distribuye y vende su música a través de Internet) llamado G89 Records.

No ha sido fácil ya que las distribuidoras piden muchos requisitos, debemos armar los tres primeros lanzamientos, masterizar todos los tracks, hacer los diseños de las portadas y muchas otras cosas. Pero bueno, todo se hace con mucho amor y hasta ahora todo va marchando muy bien, así que esperamos poder tener todo listo este año y con este proyecto hacer nuestro aporte. El énfasis de nuestro sello es underground, queremos sacar música de artistas que tengan una mentalidad diferente, que estén dispuestos a innovar y a salirse de lo convencional dentro de la música electrónica».

Mi trabajo actualmente en Projazz tal vez no encaje de una manera directa en todo esto, pero esta institución ha ido creciendo y expandiéndose cada vez más. Y estoy casi seguro de que, así como la música y el arte van evolucionando, más adelante por demanda Projazz tendrá que incorporar algo relacionado con las nuevas tecnologías para la creación e interpretación musical. Así es que, quien sabe, tal vez en unos años más yo podría hacer algún taller o algo así para mostrar un poco de lo que la música electrónica nos puede ofrecer.

¿Cómo te llevas con la comunidad Projazz, algunos alumnos conocen tu “lado B”?

Mi relación con los alumnos es muy buena. Todos los chicos son muy buenos. Por ejemplo algo que me gusta mucho, es ver que aquí todos se apoyan mucho entre sí, para estudiar, para los ensambles, cuando alguien deja su tablet o su celular botado afuera y lo traen a la recepción, ese tipo de detalles hablan por sí solos. Toda esa buena vibra que se siente aquí en Projazz es
excelente y es uno de los motivos por los cuales me gusta mucho trabajar aquí. Obviamente con algunos de los chicos se ha dado la oportunidad de charlar y conocernos un poco más que con otros, así que unos pocos conocen esa faceta musical en mí. En general, son todos muy buena onda y les tengo mucho cariño, así que siempre trato de ayudarles en lo que pueda y trato de brindarles lo
mejor de mi.

 

Pat martino: «Esta tarde los estoy invitando a conocer mi casa”

Master class. Viernes 14 de diciembre 2014. Auditorio Bellavista Projazz.

La polaridad está en todas las cosas

“Estando sentado aquí pienso en cuánto puedo compartir con ustedes, cuál es mi punto más alto después de 58 años de carrera con la guitarra como mi mejor amigo. Cuando los niños están con sus juguetes, a veces sus padres aparecen e interrumpen esta diversión que está fluyendo naturalmente para decir “deja ese juguete y anda a la tienda a comprar leche”. Y el niño pierde ese momento de empatía, el gozo por la magia de estar compartiendo con ese juguete, un instante de producción creativa.

Una de las cosas más importantes que he experimentado en la vida es esto: la polaridad. La polaridad se representa en la música, por ejemplo, en el modo mayor-menor, ascendente-descendente. Y en la vida fluye de la misma forma: hombre y mujer, lo bueno y lo malo, noche y día, nacimiento y muerte, todos estos son opuestos como el ying y el yang.

Y esto es lo que descubrí: que la polaridad ha sido el mejor aliado para que nadie interrumpa mi proceso de producción creativa y el desarrollo de mis habilidades con la guitarra.

Tengo una pregunta para ustedes: ¿quiénes de los que están aquí son músicos? ¿y quiénes no son músicos? Para mí es tan importante comunicarme con quienes entienden la música como lenguaje y también con quienes no se acercan a la música de esta forma. Porque, en este momento, todos nosotros somos uno solo.

Quiero compartir con ustedes esta forma que he descubierto para canalizar mis composiciones e impulsos creativos: Si tomamos el alfabeto en inglés hay 26 letras, de la A a la Z»:

ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ

Y si ubican la escala de Do mayor (C) 3 veces –7 notas– da 21 notas:

CDEFGABCDEFGABCDEFGAB

y luego suman 5 notas de Do (C) a Sol (G):

CDEFG

Los cual nos da 26 notas, igual que las 26 letras del alfabeto.

Coda y preguntas del público

“Hay algo muy profundo que me llevó a creer en una cosa, a la vez, muy extraña: creo que cuando un niño o niña encuentra eso que puede hacer realmente bien, lo puede hacer y manifestar de tantas maneras distintas y cada vez que lo hace nace algo nuevo. Este proceso nunca termina, de hecho se transforma en la identidad de la persona.

Este fue el problema más grave que encontré a muy temprana edad y fue la razón que me hizo dejar el colegio: lo complicado que me resultaba comprometerme a aprender en un sistema en el cual yo no era bueno. Entonces dejé de hacerlo y me comprometí con algo en que sí era bueno. De esa manera logré encontrar otras formas de “ajustarme al sistema”, y la llave secreta de todo esto es la polaridad. La polaridad. El conocimiento profundo de los opuestos. Estoy seguro que muchos de ustedes ya pueden ver la polaridad en las distintas cosas en las que trabajan. Comiencen a fijarse en esta polaridad en todas las cosas, en la electricidad por ejemplo, ACDC, en algo tan simple como la estática».

¿Me podría aclarar un poco más cómo es la relación entre el alfabeto y las claves?

El alfabeto junto con las notas sería algo como esto: si tomo la primeras 7 letras del alfabeto, de la A a la G, sonarían así [y suena una escala de C mayor]. Entonces, cualquier palabra que uno pudiera crear con las letras del alfabeto produce combinaciones con todas estas notas. Obviamente hay más de 500 escalas en el mundo, hay una en Israel que tiene 13 notas, ADONAMALAC. Cualquier combinación de formatos musicales, si se aplica el lenguaje, logra convertir palabras en canciones.

Quisiera profundizar sobre la polaridad que escuché en su manera de tocar, por ejemplo en el volumen de su guitarra, entre lo más fuerte y lo más bajo. La manera en usted, Pat, tocó es realmente impactante, la variedad de dinámicas que maneja.

Esta dinámica de las polaridades la descubrí cuando pequeño. Es como la pronunciación. Tiene que ver con las emociones. Creo que no tiene tanta relación con los estudios musicales sino con lo que quiere decir cada uno, con cómo definimos qué queremos compartir. Es comunicación: todo ese rango de pianissimo hasta forte es comunicación. Creo que es muy importante el cómo adornamos nuestros sentimientos y los presentamos ante otros.

¿Nos puede hablar algo del desarrollo de un solo, su perspectiva de llevar la conducción melódica, las fases que tiene?

Aaaaah, el desarrollo de un solo… No puedo decir nada sobre eso [risas en la sala]. Es como el desarrollo de una conversación espontánea que podría ir teniendo contigo. Las conversaciones se desarrollan en el momento presente, no se pueden practicar antes de conocer a la otra persona.

Cuando nos conocemos, hay sentimientos que empiezan a compartirse. Y eso es lo mismo que pasa en la improvisación junto a otros músicos. Es sobre compartir sentimientos. De hecho, creo que esta pregunta es extremadamente importante. Porque, en mi opinión, la improvisación no puede estar estructurada como una fórmula. Es algo que se produce y evoluciona cada vez en períodos de tiempo más largos. Y dentro de estos períodos hay errores. Esos errores se editan y eliminan, y lo que queda para ser usado a futuro es lo que realmente tuvo potencia. Con el tiempo esto se transforma en un vocabulario que se activa de manera intuitiva.

De hecho mi esposa es un gran ejemplo: cuando ella cocina, le digo: “¡esto tiene un sabor increíble!” y ella me responde “es probable que no vuelva a pasar, así es que aprovéchalo” [risas en la sala]. Ella simplemente usó su imaginación para dar con ese resultado. Y creo que de eso se tratan los solos y la improvisación, dejarse llevar por los sentimientos.

¿Conoce algo de música chilena o latinoamericana y cómo se podrían aplicar sus métodos en nuestra música?

Excelente pregunta. No conozco música chilena lo suficiente como para poder responder esta pregunta, pero doy por hecho que si tu estás hoy en esta master class significa que tienes un interés específico en lo que voy a compartir con ustedes. Y lo que he compartido ahora es la base del sistema, así es que si hay algo en tu música que tenga que ver con improvisación o estas mismas estructuras armónicas, entonces este sistema del alfabeto te puede servir tanto a ti como a cualquiera. Si estás estudiando e integrando jazz, este sistema también se integra a la música chilena.

Usted tiene un cover de Sunny, donde comparte con John Scofield y Joe DeFrancesco, y usted hace un solo increíblemente bello. Me llama la atención que usted se queda haciendo un solo en forma de pedal y toda la base armónica lo rodea y produce una atmósfera fantástica.

Esa grabación fue en Italia, la canción la escogió John Scofield porque era su cumpleaños y esa era una de sus grabaciones favoritas. Entonces me preguntó si podíamos tocarla juntos y le dije “¡por supuesto!”.

A veces pasa que es la sección rítmica la que comienza a desarrollar, a construir toda la energía. Y así todo se arma. Es como esas canciones que tienen el mismo tono, que es el centro de toda la canción como ocurre en Sunny .

¿Qué significó para usted la figura de Wes Montgomery en su carrera y cómo ve su legado en la escena musical, incluso en generaciones más jóvenes?

Conocí a Wes cuando tenía 13 años. Mi padre me llevó a un club de jazz en Filadelfia, «Peps” se llamaba. Y los hermanos Montgomery (Wes, Monk, Buddy) estaban tocando ahí. Era una tremenda banda. Recuerdo dos cosas sobre esa noche: lo primero que me llamó la atención es que apenas entramos al club, en el escenario ya estaba puesta la guitarra de Wes antes que él comenzara a tocar. Me asombró, porque hasta ese momento yo sabía que los guitarristas siempre mantenían su guitarra con ellos en el camarín, para practicar antes de subir a escena. Y me impresionó que este guitarrista fuera tan bueno que podía dejar la guitarra en escena, subir, llegar y tocar de inmediato de esa forma tan grandiosa.

Eso fue lo primero. Lo segundo fue que al final del show, Wes simplemente se acercó a mis padres y a mí que estábamos en el bar. Quedé muy sorprendido que lo hiciera, y además que no bebiera, porque mi padre era alcohólico. Y me impresionó que Wes no fuera alcohólico, ¡porque a los 13 años yo pensaba que todos eran alcohólicos! Esto fue lo que más impresionó de Wes Montgomery, la cercanía que proyectaba como persona. Cuando
yo crecí, me volví “serio” y quería convertirme en músico, integré diversas bandas y cada uno de los líderes de ellas tenían una forma de ser y otra forma de cómo tratar a sus empleados. Ahí me empecé a dar cuenta que tocar tenía que ver con la intuición, que no tenía que preocuparme por eso, ya era parte de mí. Yo estaba más interesado en estudiar a las personas, ver cómo eran, cómo trataban a los otros. Y eso fue lo que quise hacer, fijarme en los detalles y en lo mejor de los líderes de banda para los que trabajé e imitar esa bondad a través de la experiencia.

Escucharte es como escuchar la banda sonora de mi vida. [Pat dice “gracias”] ¿Cómo manejas el tiempo, el pulso, el ritmo, puedes contarnos más sobre eso?

Interesante. Tengo algunas sensaciones particulares con respecto al ritmo. Nunca me puse a estudiar el ritmo en sí. Creo que este tiene que ver con cómo es cada uno. Cada uno tiene su propio ritmo: la manera en cómo parpadeas, cómo late tu corazón, cómo pronuncias palabras y elaboras frases. La forma en que caminas y te mueves. Creo que uno de los mayores impedimentos para conservar un ritmo que sea poderoso tiene que ver con la obligación de adaptarse a los patrones del metrónomo, que no son naturales. Es cierto que cuando los alumnos se ponen a estudiar el ritmo sí surgen facetas que son satisfactorias, como aprender qué significan los signos musicales, notación y esas cosas.

Pero eso no es ritmo, es solo definir cómo se divide el tiempo, estipular dónde comienza y termina el tiempo en un compás. El ritmo es otra cosa, es personal, tiene que ver con el individuo. Creo que uno de los ritmos más poderosos tiene que ver con ser uno mismo, esto lo he probado en mi experiencia. Aunque tiendo a regresar a la polaridad: escucho todo en contratiempo, algo que empuja constantemente.

¿Qué puedes contar de cuando eras más joven y estabas aprendiendo de otros ídolos, como Wes [Montgomery]? ¿Cómo fue eso de querer tal vez imitar y a la vez vivir un proceso introspectivo para encontrar tu propia identidad?

Creo que lo que más me influyó fue ver cómo esos mismos ídolos eran, a su vez, influidos por su entorno. Cuando los iba a ver, yo no solo le prestaba atención a la música sino también al público y al lugar donde estaban: veía toda esta situación como una sola cosa: músicos, música, público, espacio.

Y también me daba cuenta de cómo a ellos les afectaba las personas que NO estaban escuchando, las que estaban conversando, por ejemplo. Veía a Wes, Yusef Lateef, Roland Kirk u otros grandes, y mientras tocaban había gente hablando y recuerdo a Kirk una vez muy enojado en el escenario. Me impactó profundamente, aprendí de eso. Y cuando fui testigo de esta misma situación –gente conversando mientras tocaba– pero ahora con Wes, vi que a él no le pasó nada en términos emocionales. Eso fue aún más influyente para mí. Con esto quiero decir que aprendí de la realidad en sí misma, no de cada una de las partes individuales.

Es un honor para mí verlo acá. Cuando usted toca bajo este sistema del alfabeto, ¿ve lo que va tocando como un objeto, casi como una sinestesia, o lo tiene que escribir? En otras palabras, ¿va pensando en las melodías, por ejemplo, mientras camina por la calle?

Las figuras que toco, las he absorbido durante tanto tiempo que ya pasan a ser parte de mi personalidad. Entonces si veo una forma que me hace sentido, que funciona, la voy a volver a usar. Pero también hay otras facetas posibles de encontrar. Generalmente yo uso cromatismos, como para ir de un piso a otro, tal como uno lo haría en una casa. Si quiero ir de uno a otro, creo algo que no existe, no sé qué es lo que va a pasar, pero durante los años he ocupado tantas formas que la decisión ya es automática. Hay intérpretes que usan las quintas, las cuartas, yo prefiero los cromatismos.

¿Qué impacto tuvo el haber perdido la memoria y cómo fue el reaprendizaje en la música y en su vida?

Tremenda pregunta. En 1979 tuve un ataque. Me dijeron que tuve un ataque. Yo estaba viviendo en California. Me llevaron a un hospital, me hicieron el primer escáner y me dieron dos horas de vida. En ese momento decidí volar de California a la costa Este porque como era hijo único sabía que esta noticia iba a tener un efecto devastador en mis padres. Volé a Filadelfia y fui directo del aeropuerto al hospital. Resultó que el neurocirujano escuchaba jazz y era fan mío. Me sacaron el sesenta por ciento del lóbulo temporal izquierdo: estoy hablando de un trozo bastante grande.

Durante mucho tiempo no recordaba nada. En un principio la experiencia igual era maravillosa: tenía la impresión que con esa operación me habían extraído las responsabilidades y además había muchas personas alrededor mío apoyándome y cuidándome. Esto no duró mucho tiempo, porque era muy tentadora la opción de dejar de crecer y quedarme acostado sin hacer nada. Como pasé tanto tiempo acostado, solo sentía dolor y dolor. Pensé en suicidarme muchas veces.

Fue la guitarra la que tenía todo lo necesario para sacarme de esa situación. Y cuando comencé a tocar, no volví a aprender como si fuera un instrumento. Hice lo mismo que hice cuando era niño: lo toqué como un juguete para sacarme el mundo de la cabeza. Me dejé llevar. Y en este proceso descubrí algo: durante los años sesenta y setenta consolidé mi reputación como músico, el reconocimiento ya lo tenía. Tampoco me importaba, lo que más quería era tocar. Entonces algo nuevo pasó, porque antes de las operaciones estaba interesado en tener éxito en el negocio de la música y quería ser competitivo, tener un nombre en la sociedad. Y después de la operación esa meta me dio lo mismo, simplemente
quería disfrutar mi vida. Finalmente. Terminó este juego del ego, este juego en el cual varios de nosotros participamos para tratar de llegar a lo más alto en el negocio de la música. De ahí en adelante esta filosofía, vivir el presente, se transformó en lo que es mi vida y en lo que en gran parte he compartido esta tarde con ustedes: darse cuenta de la polaridad, el cómo lo bueno y lo malo en realidad trabajan juntos, y solo se pueden ver de manera positiva cuando uno lo ve a la distancia, de manera objetiva. Este fue en esencia mi cambio de vida y así ha sido desde entonces.

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