Planeta Projazz

Alumnos presentan producciones propias

Martín Berríos: Casa Salvaje

¿Cómo comenzó todo?

2013. Nuestra banda empieza informalmente el año 2013, tocamos por primera vez junto a Cristóbal Rojas en bajo y Maximiliano Munizaga en guitarra eléctrica. Durante ese año y el 2014 nos juntábamos a ensayar solo cuando salía alguna tocata, luego se sumó Juan Ignacio Ramos en guitarra eléctrica y Max pasó a teclados.

2014. Hasta el 2014 cada tocata que hacía tenía una formación distinta. Pero este año, con trabajo más serio y lo que significa pulir el sonido de una banda estable, me di cuenta de que esta formación da para harto rato.

2015. El 2015 decidí que no podía seguir estirando el chicle con Casa Salvaje (disco que empecé a producir el 2012) y armé la banda que somos hoy. Invitamos a Tomás Castro a participar en batería y así nos consolidamos.

Casa Salvaje

Queremos aprovechar este disco nuevo y sacarle el jugo en vivo. Han pasado varios años desde que los temas se gestaron e incluso se terminaron de producir.

¿Cuántos discos tiene Martín Berríos? 

Hasta ahora tengo 2 EP’s publicados, uno es “Pneuma” (2011) que es mi primer ejercicio como solista: es bien raro… canciones en inglés de cuando recién rayaba con Radiohead y letras de los problemas existenciales que tenía
en la pubertad. Ahora me da risa, pero también reconozco un trabajo bien hecho en cuanto a producción, si no, no lo mencionaría, jaja. Este fue mi primer trabajo con Martraz Records, producido por Álvaro Jiménez al igual que Casa Salvaje.

El 2012 auto produje el “Viajero Universal” bajo un sello ficticio que inventé: “Sello Jirafante”. Pese al sonido Lo-Fi y bajo perfil que tuvo, este es el disco al que le tengo más cariño.

La idea fue un trabajo en conjunto con mi gran amigo y colega Mairon Saavedra, yo puse la música y él hizo todo el arte visual del disco, con una caja hecha a mano y fotos análogas notables. Este trabajo se hizo en el momento preciso de nuestras vidas y nunca dejamos de recordar al “Viajero” con el cariño que este nos generó a ambos y a los cercanos que de una manera u otra también formaron parte de sus canciones.

Anisas: Viral

¿Cómo comenzó todo?

2014.  Al subir una maqueta en Facebook de uno de los “juegos musicales” entre Maritxu y Valery.

Valery: Ese año Maritxu y yo decidimos crear este proyecto, a raíz de varios meses de juego musical, haciendo canciones solo por el interés de compartir la identidad musical que cada una de nosotras tenía. Compartimos, en Facebook, uno de los temas en los cuales habíamos trabajado, teniendo así una muy buena recepción. A raíz de eso, nos planteamos la posibilidad de crear un
proyecto más serio y nació ANISAS.

2015. Este año por necesidades de montaje de las canciones se incorporó Max (Munizaga) al proyecto. Gracias a esto pudimos experimentar mayores avances, tanto en sonoridad grupal como individual para así llegar a lo que somos ahora.

¿De dónde viene el nombre «Anisas»?

Valery: viene de la palabra “aniso”, que significa desigual o diferente. En realidad es tomarnos con humor esto de ser tan opuestas, tanto en carácter como en el timbre de nuestras voces, sumándole a esto la visión extrema de las sonoridades que cada una de nosotras tenemos. Yo me inclino más a lo electrónico y procesamiento digital y Maritxu tiene mucha más cercanía a timbres y texturas acústicas.

Disco «Viral»

Maritxu: este año ha sido muy intenso ya que de un momento a otro empezamos a tocar muy seguido, pero nos sentimos realmente afortunadas por eso y por el apoyo que hemos tenido tanto de nuestra familia y amigos, como de nuestros profesores. En este momento estamos grabando Viral, nuestro primer disco, gracias a la ayuda del profesor Marcelo Vergara quien es nuestro productor musical. De manera paralela hemos estado tocando en diferentes lugares (Escuela Moderna de Música de Viña del Mar, IP Projazz, Consagración de la Primavera, entre otros) para llegar a más gente y así ampliar el público.

Próxima gira

Valery: para enero de 2016 estamos programando una gira a Argentina y Uruguay, específicamente en Mendoza, Córdoba, Rosario y Montevideo. Esto es para generar nexos con otros artistas latinoamericanos y ampliar nuestro público a otros países.

¿Cómo va la grabación de Viral? 

Valery: tenemos grabado un EP de 4 canciones. En sí ese EP muestra la experimentación en la que estábamos en un comienzo con Maritxu, viendo cómo empastábamos nuestras voces y nuestras necesidades como artistas. Las canciones hablan sobre sacar del alma todo lo que no te deja avanzar (“Respirar”), de desamor, de cómo se puede desvirtuar un sentir hasta llegar a algo incluso
psicótico (“Estúpido amor”), de no poderte ver a ti misma, de desconexión contigo y con el mundo (“Deseos”) y de cambiar de piel y ver que eso que se busca o se necesita nace desde tu interior, desde tu pecho (“Eternidad”).

Max: estamos en constante movimiento y cambio. Con Valery queremos incorporar nuestro conocimiento en el tema de ruido y máquinas (sintetizadores, pedales, etc.) por la simple necesidad de hacer la música más nuestra, propia, que se pueda reflejar mejor la búsqueda que tenemos en solitario cada uno de nosotros.

Maritxu: también está la idea de incorporar a Franco Molina, nuestro ilustrador de la portada del disco que estamos grabando, para hacer presentaciones con imágenes y animaciones en vivo. Creemos en la potencia que tiene un mensaje al ser entregado de diferentes maneras para poder lograr una interacción lo más profunda y sincera posible.

 

Se forma la primera Compañía de Teatro Musical en Projazz

Entrevista con Manuela Oyarzún, Directora de carrera.

Es un sello de Projazz estar a la vanguardia en el desarrollo de las artes musicales y escénicas en CHile: en 1999, bajo el nombre de Escuela Internacional de Música Projazz, creamos el primr programa de estudios en hazz en cuatro años de duración. En 2007 ya como instituto profesional, este plan fue aprobado por el Ministerio de Educación, convirtiéndose en la primera carrera profesional especializada en jazz.

En 2013 fuimos la primera institución de educación superior del país en impartir la carrera profesional de Intérprete en Teatro Musical, en un momento donde el escenario no podía ser más auspicioso para este género: con la apertura de nuevos y grandes teatros especialmente acondicionados para las artes escénicas, 2 o 3 montajes importantes al año –con artistas nacionales– y una industria cultural que mueve millones en cada producción.

Era el momento de aportar al medio con profesionales especializados en actuación, canto y danza, las tres disciplinas que constituyen la riqueza del teatro musical.

Actualmente en Teatro Musical hay alumnos cursando su tercer año de carrera. Por esta y otras razones que nos cuentan en la entrevista Manuela Oyarzún (directora de carrera y además directora general de la Compañía) y Mónica Valenzuela (profesora de danza, coreógrafa y directora artística de la misma), en una iniciativa conjunta, han impulsado la creación de nuestra primera Compañía de Teatro Musical Projazz, la cual busca integrar las tres carreras del Instituto.

El 12 de agosto se llevó a cabo la audición, previa convocatoria masiva, a la cual se presentaron alumnos de Canto, Instrumento, Composición y por supuesto Teatro Musical. Los seleccionados pasaron a formar parte de la Compañía. Esta instancia fue registrada y podrá verse en el nuevo canal de Youtube que se lanzará durante octubre, junto con otras actividades de iniciativas audiovisuales que tienen como centro la difusión del teatro musical en Projazz.

¿Cómo se dará a conocer esta nueva Compañía?

Lo que estamos desarrollando ahora es un serie de cápsulas audiovisuales que nos permitirán generar una plataforma de difusión de la Compañía para dar a conocer el trabajo, las personas y las estéticas que nos interesan.

Primero se hará un video sobre qué es lo que nos motiva del Teatro Musical: contar cuáles son las disciplinas que lo conforman, las habilidades que se desarrollan, la multiplicidad de experiencias que se obtienen y los anhelos de los mismos estudiantes. Hemos considerado que la canción central del video se componga de los testimonios de los mismos integrantes de la Compañía. Sus motivaciones para nosotros son muy importantes, pues nos acercan a sus verdaderas inquietudes.

Otras cápsulas se trabajarán en un lenguaje más conceptual de arte, se crearán videos que muestren aspectos artísticos o situaciones musicales. La idea es diversificar la mirada de lo musical dentro del teatro. A la par, se realizará registro de los exámenes finales de Teatro Musical, con entrevistas a nuestros docentes sobre el arte teatral actual, la jerarquía de lo musical en el teatro, y el teatro musical y sus disciplinas.

El formato audiovisual es sin duda el más apropiado para difundir el teatro musical.

La idea es llamar la atención de gente joven y público en general, y esto se logra con mayor impacto a través
de las redes sociales. Hoy, más que nunca, internet es el medio de difusión que está al alcance de todos y nos permite dar a conocer nuestro trabajo a más personas.  Por esta razón implementaremos un canal en YouTube que estará periódicamente subiendo información de la Compañía, entrevistas, la carrera, presentaciones, ensayos, etc.

¿Cuál es el sistema de ensayos de la Compañía?

Martes y sábado. Cinco horas a la semana. Se trabaja en base al proyecto audiovisual concreto, se ensaya el aspecto vocal, coreográfico y actoral. La profesora Mónica Valenzuela dirige al colectivo junto al profesor Gonzalo Pinto, encargado de la parte vocal y actoral de las propuestas durante el presente año.

 

Historia, misión y objetivos institucionales

Charla del rector

El 15 de septiembre la comunidad de funcionarios Projazz participó en la segunda charla de capacitación: “Historia, Misión, Objetivos Institucionales”, a cargo del rector George Abufhele.

El objetivo de esta charla, que se realiza todos los años según lo establecido en nuestro Programa General de Desarrollo, es crear un encuentro informal para conocer el proceso histórico de Projazz, desde su fundación hasta el estado actual de la marcha institucional, y de esta forma sentirnos más cerca de este proyecto educativo que ya cuenta con más de treinta años de trayectoria (desde 2007 como IP).

En la jornada, los participantes escucharon anécdotas de primera fuente, narradas desde la experiencia de su fundador, George Abufhele, allá por 1982: cuesta imaginarse que Projazz partió con una sola sala (arrendada) y un par de sillas. Era un época en que en Chile no existían espacios para especializarse en jazz y música popular, y tampoco había acceso masivo a métodos formales de enseñanza, los cuales se creaban principalmente en Estados Unidos. Internet estaba a muchos años de distancia.

Durante la marcha Projazz fue cautivando más y más alumnos ansiosos de encontrar su lugar en la música. Así pasó de un subterráneo a emplazarse en una antigua casa en Purísima, muy cerca del actual Campus Bellavista y luego a otra sede más grande en calle Guardia Vieja, en Providencia. La llegada a Ramón Carnicer ya es otra historia, conocida por muchos funcionarios del Instituto que tienen más de 15 años junto a Projazz. Puedes conversar con ellos para saber otras anécdotas de nuestra historia.

 

Descubriendo los Estados de Conciencia

“La vida es aquello que sucede mientras estás haciendo otra cosa». John Lennon

Vivimos la vida en un Estado de Conciencia habitual del cual no nos damos cuenta. La frase de Lennon vierte luz sobre aquellos otros Estados que al ser más profundos expanden nuestra identidad y nos conectan con una plenitud antes desconocida.

4 cosas sobre los estados de conciencia

1. Hay tipos de estados: Las tradiciones de sabiduría de oriente y occidente han identificado y registrado los mismos 4 Estados de Conciencia:

  • Vigilia, el estado actual, como estás ahora leyendo este párrafo. Asociado a estímulos de los 5 sentidos.
  • Sutil, experimentas estados mentales y emocionales más profundos hasta las lamadas experiencias “cumbre”, como cuando nos sentimos extremadamente felices o impactados por algo. Aquí los místicos registran el alma.
  • Causal, cuando soñamos.
  • No dual, sin sueños

2. Los estados son temporales: Son experiencias que duran a veces unos segundos o minutos.

3. Todos estos estados están siempre presentes en nosotros:  Pasamos por ellos las 24 horas del día, desde que estamos trabajando (Estado de Vigilia) o cuando una música nos toca profundamente (Estado Sutil). Aquí también están los sueños que recordamos. Los otros Estados de Conciencia están presentes de forma más profunda.

4. Todos podemos experimentar estos estados de forma conciente: A través de la meditación y/o contemplación. La meditación es una práctica que hemos abordado en varias ediciones. Podrás encontrar un ejemplo sencillo en el Cuaderno de Viaje 2016, páginas 92 y 93.

Christian Lucio: «La música para mi lo es todo»

Christian Lucio, colombiano, llegó hace dos años y medio a Chile. Aunque en Colombia ya era un DJ con trayectoria, tuvo que comenzar desde cero en un país nuevo, trabajando en diversos oficios: vendedor, barista1 en un café, administrativo en una faena minera en el norte:

«Sin embargo yo necesitaba estar en Santiago, comenzar a conocer la escena electrónica y musical de la ciudad, a moverme con mis proyectos. Así es que empecé a buscar un trabajo aquí y por pura casualidad envié el currículum a Projazz. Cuando me contactaron y me comentaron que se trataba de un instituto profesional de música, me gustó mucho la idea de trabajar acá. Y bueno, aquí estoy, ya casi dos años y feliz!”

Nos sorprende que tengas una vida súper ligada a la música, y muy rica también.

«Mis vínculos con la música vienen desde muy pequeño, ya que mi papá tiene un grupo musical y canta desde que tengo memoria. Crecí escuchando diversos géneros y estilos musicales, desde bandas como Korn, Rammstein, Slipknot, Pink Floyd, Linkin Park, hasta algunos artistas de jazz, blues y R&B como Miles Davis, Jaga Jazzist, Massive Attack e incluso hip-hop como J Dilla y Snoop Dogg, por mencionar unos pocos. Mi contacto directo con la música electrónica fue cuando tenía unos 12 años: un primo me mostró un DVD de un gran festival europeo y desde ese momento meenamoré de la loca idea de ser DJ, así que comencé a escuchar e investigar un poco más acerca de todo este mundo electrónico que era nuevo para mi. Empecé a descubrir que no era algo nuevo, pues desde los años 20 –estoy hablando del siglo pasado– se inició el desarrollo de los primeros instrumentos electrónicos como el Theremin2. Comenzó todo una búsqueda porla evolución en la música y gracias a esto tenemos hoy en día los sintetizadores, guitarras eléctricas, procesadores de efectos, drum machines y muchos otros instrumentos electrónicos que han ayudado al surgimiento y al progreso de la mayoría de los estilos musicales actuales.

En fin, la música electrónica no es solo un “Chis-Pum”, como muchas personas piensan; por el contrario es algo muy extenso y con mucha riqueza. Cuando me gradué del colegio ingresé a estudiar en una academia llamada J.A.H. Studio (Colombia), donde aprendí producción musical, un poco de síntesis, mezcla de tracks y técnica DJ en general. Luego entré a la Universidad Tecnológica de Pereira (Colombia) a estudiar Licenciatura en Música, donde estuve tres semestres pero lamentablemente por motivos económicos no pude continuar. Cosas que a veces pasan, pero bueno, obviamente dentro de mis planes aquí en Chile está estudiar, así que ya se dará a su debido momento».

Tú tienes un proyecto DJ que ya funcionaba con éxito en Colombia y estás tratando de abrirte espacio acá.

«Mi proyecto musical se llama Geometric89, es un dúo integrado por mi hermano y yo. Llevamos juntos en esto más o menos desde el año 2009. Tenemos nuestro pequeño estudio donde producimos nuestros tracks. Nuestra base musical generalmente es el techno, sin embargo, tenemos influencias de otros géneros y tendencias, así que el resultado final de nuestra música es experimental. A la hora de tocar, tenemos nuestra faceta como DJ’s y otra faceta que dentro de la escena electrónica se conoce como “Live Act”, básicamente es algo así como ir creando los tracks en vivo, mezclando cada uno de los sonidos que lo componen usando loops, samples, efectos, modulaciones, etc., todo lo cual hace que la actuación sea muchísimo más interesante.

Aquí en Chile aún no nos hemos presentado todavía. A pesar que tenemos experiencia, para la escena santiaguina aún somos “nuevos” por decirlo de algún modo. En Colombia sí tuvimos la oportunidad de participar en varios eventos y compartir escenario junto a artistas nacionales e internacionales. Fiestas como el EJE3 Festival, La Rave III, el aniversario de Road Trip  Recordings, el Big Bang Festival, entre otras».

¿Cuál es tu visión de la música: qué esperas aportar con tu propuesta artística?

«La música para mí lo es todo, es lo que me apasiona y vivo totalmente por ella, pero, aún no vivo de ella. Yo pienso que al igual que la mayoría de las personas en el mundo, mi principal meta es poder llegar a vivir de lo que me gusta. Basándome en esta gran meta es que voy planeando mis objetivos a mediano plazo. En este momento por ejemplo, mi hermano y yo estamos en proceso de montar nuestro “Netlabel” (sello discográfico independiente que distribuye y vende su música a través de Internet) llamado G89 Records.

No ha sido fácil ya que las distribuidoras piden muchos requisitos, debemos armar los tres primeros lanzamientos, masterizar todos los tracks, hacer los diseños de las portadas y muchas otras cosas. Pero bueno, todo se hace con mucho amor y hasta ahora todo va marchando muy bien, así que esperamos poder tener todo listo este año y con este proyecto hacer nuestro aporte. El énfasis de nuestro sello es underground, queremos sacar música de artistas que tengan una mentalidad diferente, que estén dispuestos a innovar y a salirse de lo convencional dentro de la música electrónica».

Mi trabajo actualmente en Projazz tal vez no encaje de una manera directa en todo esto, pero esta institución ha ido creciendo y expandiéndose cada vez más. Y estoy casi seguro de que, así como la música y el arte van evolucionando, más adelante por demanda Projazz tendrá que incorporar algo relacionado con las nuevas tecnologías para la creación e interpretación musical. Así es que, quien sabe, tal vez en unos años más yo podría hacer algún taller o algo así para mostrar un poco de lo que la música electrónica nos puede ofrecer.

¿Cómo te llevas con la comunidad Projazz, algunos alumnos conocen tu “lado B”?

Mi relación con los alumnos es muy buena. Todos los chicos son muy buenos. Por ejemplo algo que me gusta mucho, es ver que aquí todos se apoyan mucho entre sí, para estudiar, para los ensambles, cuando alguien deja su tablet o su celular botado afuera y lo traen a la recepción, ese tipo de detalles hablan por sí solos. Toda esa buena vibra que se siente aquí en Projazz es
excelente y es uno de los motivos por los cuales me gusta mucho trabajar aquí. Obviamente con algunos de los chicos se ha dado la oportunidad de charlar y conocernos un poco más que con otros, así que unos pocos conocen esa faceta musical en mí. En general, son todos muy buena onda y les tengo mucho cariño, así que siempre trato de ayudarles en lo que pueda y trato de brindarles lo
mejor de mi.

 

Las mejores apps para meditar

*Mindfulness se ha traducido al español usualmente como “atención plena”. Es una cualidad de la mente o más bien la capacidad intrínseca de la Mente de estar presente y consciente en un momento determinado, en un momento en que cuerpo y mente se sincronizan totalmente en un instante de realidad presente.

Por supuesto la meditación es un vehículo más que apropiado para practicarlo. La multifuncionalidad de los smartphones puede resultar a veces abrumadora: cada día hacen más cosas y aunque a veces nos volvemos dependientes también hay que admitir que ayudan un montón. Curiosa y paradójicamente, hay apps especialmente diseñadas para
“desconectarse”, meditar, relajarse y hablar con uno mismo.

Calm

Esta aplicación contiene sesiones de meditación guiadas con una duración que varía desde uno hasta veinte minutos. Incluye pistas como olas, lluvia o música relajante, entre otras. La app es gratis para Android e iOS, pero también se puede pagar (US$ 10 por año) por una versión ‘pro’ que incluye programas específicos como, por ejemplo, para desarrollar la
creatividad o aumentar la confianza. Disponible a través de Calm.com

Headspace

Esta app se autodefine como un personal trainer para entrenar la mente. Propone 10 meditaciones (una por día) que deben recomenzar cada diez días. La idea es potenciar la práctica diaria (de 10 minutos por sesión), que se premia con pequeñas animaciones y videos. Además, el programa ofrece un rastreo del progreso, recordatorios y una oferta variada para estilos de vida y estados de ánimo.

Es gratis para iOS y Android, pero para más sesiones por día se pagan US$13 al mes.

Buddhify

Amigable con el usuario, esta app está ideal para desarrollar objetivos específicos. Contiene grabaciones para quince posibles escenarios del día, que incluyen “emociones difíciles”, “me siento estresado”, “voy a dormir” y “estoy de viaje”, entre otros. Lo interesante es que graba el progreso y presenta tráficos para un seguimiento de las actividades. Disponible para iOS y Android, por US$4.99.

Happier

Happier es un diario de gratitud que combina el mindfulness* con el apoyo comunitario –se puede interactuar con otros usuarios mediante comentarios positivos sobre el progreso del otro–. Su objetivo es fomentar la felicidad con secciones donde se pueden escribir notas y añadir imágenes de las cosas que le hicieron sentir contento durante el día o por lo que se sienta agradecido. También se pueden oír pequeños cursos que enseñan sobre la gratitud y hábitos relacionados con la alegría. La app es gratis, pero se debe pagar para acceder a algunas meditaciones guiadas. Disponible para iOS y Android.

Fuente: Revista Mujer La Tercera Agosto 2015

Conoce a Francisco Díaz, encargado de soporte

Postulé para integrarme a Projazz vía internet. Me llamaron a una entrevista con Claudio Díaz (DTI) y luego pasé a la segunda fase con mi jefa, María Ester Luengo. En el plazo de una semana me avisaron que había quedado. Yo tenía ganas de trabajar acá, me interesaba el lugar.

Estoy en promedio media hora en mi escritorio, dos horas ha sido lo máximo. Tengo que moverme entre los tres campus, principalmente entre Ramón Carnicer y Eulogia Sánchez. Por día, creo que me muevo unas quince veces entre ambos lugares.

Mi jornada comienza a las 8 de la mañana. ¡Ya conozco a todos los funcionarios de Projazz!. Lo positivo es que hemos podido ir solucionando cada uno de los desafíos tecnológicos que han surgido en cada Departamento. Percibo el agradecimiento de mis compañeros, lo cual es súper agradable.

Melissa Aldana ya suma dos premios este año

La talentosa Melissa Aldana ha visitado Projazz en dos ocasiones para dar master classes, en donde  ha demostrado que con sencillez y perseverancia cualquier músico puede ganarse un espacio y ser reconocido incluso en los escenarios más exigentes del mundo. Sus logros han sido un ejemplo no solo para la comunidad de saxofonistas chilenos sino también para todos los músicos y artistas que sueñan con conquistar la escena del jazz.

Radicada en Nueva York, Melissa ha sido la primera chilena (y la primera mujer) en ganar el prestigioso Thelonious Monk International Jazz Competition en 2013.

Recientemente ha recibido otros dos premios importantes: El 63º premio del Círculo de Críticos de la prestigiosa revista Downbeat, en la categoría “Saxofonista Tenor Emergente” y El Millennial Swing Award que entrega Jazz at Lincoln Center, en reconocimiento a su “talento, dedicación y compromiso con esta forma única de arte estadounidense que es el jazz”.

En entrevista con el sitio especializado AXS estas fueron las primeras impresiones de Melissa:

AXS: ¿Qué estabas haciendo cuando te enteraste que habías ganado el premio de Downbeat?

Melissa: estaba practicando piano. Mi pololo fue quien me contó.

AXS: ¿Cómo se siente haber ganado en una categoría tan competitiva?

Melissa: me siento honrada y además feliz de haber sido seleccionada entre todos aquellos grandes músicos a los cuales admiro y respeto.

AXS: ¿En qué estás ahora, en cuanto a creación?

Melissa: hace algunas semanas terminamos de grabar un nuevo álbum con mi trío, donde está Pablo Menares en bajo y Jochen Rueckert en batería. Será lanzado a principios de 2016 bajo el sello Wommusic. Durante este año estaremos haciendo varias giras. En lo personal, sigo trabajando en nuevos proyectos, escribiendo música y evaluando incorporar instrumentos armónicos en mis composiciones.

Sesión en Nueva York

En la serie de seis capítulos «Sesión en Nueva York», de Canal 13 Cable –donde también aparece un ex alumno de Projazz, el bajista Pablo Menares–, un grupo de documentalistas chilenos se instaló por tres meses en Nueva York para seguir el día a día de cinco jazzistas chilenos: sus conciertos en la noche, cómo ensayan, cómo graban sus discos y cómo viven en una de las capitales del jazz. El 19 de julio debuta Melissa Aldana. Habrá repeticiones de los capítulos los días lunes a las 08:30, miércoles 24:00, viernes 20:30 y sábado 23:00.

En un minuto descubre estados de conciencia

Usa tus cinco sentidos para establecer contacto con lo que te rodea.

¿Qué ves? ¿Te molesta o duele algo? ¿Sientes algún sabor en especial?

Escucha todos los ruidos que se presenten en tu conciencia, como por ejemplo el sonido de tu propia respiración.

Toma nota de cualquier sensación que provenga de tu cuerpo físico:  ¿Sientes calor… presión… dolor… pesadez… picor… tensión?

Luego siente la transición a estados más sutiles prestando atención a sensaciones asociadas a emociones: ¿Hay tristeza… alegría… ansiedad… excitación… o irritación?

¿Cómo experimentas la energía de tus emociones? Trata de conectar todavía con un estado más sutil, en el plano mental: ¿Hay algún recuerdo… idea… imagen… o impulso? ¿Aparece algún pensamiento sobre el pasado… o sobre el futuro?

Date cuenta cómo puedes testimoniar y sentir ahora los sonidos, las visiones, las sensaciones, las emociones sutiles, las energías, los pensamientos y las intuiciones… Pero tú no eres nada de eso.

Repite a ti mismo: “Tengo emociones, pero yo no soy esas emociones” “Tengo pensamientos, pero yo no soy esos pensamientos” “Tengo sentimientos, pero yo no soy esos sentimientos”

Respira profundamente y disfrútalo. Nada cambia, nada se mueve, nada oscila. Tú eres el único que siempre ha estado presente.

Andrés Pérez, profesor de Projazz debutó como director Musical del mega evento “Tres Tenores”

Hay muchos “yo nunca había” en esta experiencia artística del evento “Tres Tenores” Nunca había dirigido cantantes líricos en este contexto de ópera, solo cuando fui director musical de “El mago de Oz” me tocó trabajar con cantantes líricos. ¡Tampoco nunca había tocado en un cementerio! Y nunca había dirigido una orquesta de cámara, con todas las formalidades y el repertorio que los caracteriza. Para mí ha sido una oportunidad y un aprendizaje.

¿Cómo armaste esta mega producción?

Llevamos más de dos meses en el montaje. La productora a cargo me transmitió el concepto del evento, que era abrir el espacio del cementerio como instancia cultural nueva para que la comunidad tuviese cercanía con música de alto nivel: la gente comúnmente
no tiene la posibilidad de estar en contacto con una orquesta de cámara de 19 músicos y tenores de esta calidad.

También vamos a invitar a un coro de niños de Huechuraba. Muchos de esos niños quieren dedicarse a la música, así es que yo creo los va a marcar esta experiencia de interactuar con una orquesta, tener feedback con músicos profesionales, y en un evento de esta magnitud.

Tuve la suerte que Macarena Ferrer, concertino de la Filarmónica y esposa de Gerhard Mornhinweg (ex vicerrector académico de Projazz) me ayudó a armar la orquesta. Yo le dije “recomiéndame a los mejores”. En esta orquesta hay hartos músicos rusos, ingleses,
polacos. Ya hemos hecho un par de ensayos de sección (cañas, cuerdas). Ensayamos en el teatro Diana, la producción ha sido excelente, muy profesionales, nos han dado todas las facilidades y los recursos para que el resultado sea impecable.

Este nuevo desafío, ¿cómo marca tu carrera artística?

Cuando me presentaron por primera vez el proyecto, la verdad es que estaba súper nervioso, casi como asustado. Ahora lo encuentro entretenido. Cuando dije sí, me entregué a un juego, que es como yo veo la música, vinculado al concepto “play”. Y también hay un proceso de aprendizaje que hay que disfrutar. Yo me siento como un cabro chico, aprendiendo cosas nuevas.

Esta es una oportunidad que nos da la vida, el medio y en particular las personas que confían en tu trabajo. Tengo mucha suerte.

También participaste activamente en las clínicas de los músicos de Marsalis (19 y 20 de marzo, Teatro Municipal)

Lo he comentado con muchos colegas con quienes tuvimos la suerte de estar en todas las clínicas de trombón, trompeta, saxofón, en la clínica de ensayo de big band y hasta en el ensayo general: la conclusión es que la visita de estos músicos tan talentosos y humildes cambió para siempre el paradigma artístico y técnico de todos los que asistimos.

Todos los músicos que vinieron junto a Wynton Marsalis en la Jazz at Lincoln Center Orchestra vienen girando en el mundo hace mucho rato, están presentes en los discos de jazz más importantes que se graban hoy en día y están escribiendo la historia de la música. Son tipos que tú los ves activos, que todos los meses arman repertorios nuevos, componen ellos mismos… ¿tú te imaginas lo difícil que es componer para una big band, todos los meses? Entonces, cuando llegan a un país como este, uno los ve como súper estrellas pero los tipos son muy relajados, se desprenden del ego y comparten.

Personalmente, y también para los integrantes de la “Mapocho Orquesta”*, fue una inyección descomunal de energía: de hecho, ahora todos los ensayos y hasta nuestra formación en el escenario cambió. Lo mismo que nos decían los músicos de Marsalis nos lo venía diciendo Carmelo Bustos desde que éramos chicos: “tocar y trabajar nota a nota desde el swing, desde el espíritu y el corazón”.

Esta ha sido la clínica, lejos, más potente a la que he asistido en mi vida. Los músicos eran sequísimos. Por ejemplo, hubo un ensayo de una fila de saxos.

Y el primer alto es el líder de su fila, lo mismo el primer trompeta y el primer trombón con sus filas. Normalmente el pianista o el bajista es el líder de la base. Si yo, como líder, hago una cuenta a mis colegas así (Andrés cuenta casi susurrando): “uno, dos, un-dostres”, mi fila va a sonar con esa misma falta de energía. El saxofonista de la Lincoln Center se detenía hasta en esos detalles: “¡No, tú tienes que calentarte con este swing, tienes que calentar a tus compañeros!”, que sientan esa energía para que se contagien. Después el tipo pescó el saxofón y, obviamente leyendo a primera vista, dirigió la fila de saxofones de la Projazz Big Band y los cabros al tiro tocaron diferente, inmediatamente se notó el cambio del líder en el sonido y en la energía.

Una de las frases que nos marcó fue la pregunta de uno de los saxofonistas: “¿Estamos nosotros preparados para entender el mensaje de la música?”.

Kevin Castro se consagra como triunfador de GuitarFest 2015

El alumno de quinto año de la carrera de Composición Musical con mención en guitarra, Kevin Castro, fue el ganador del Jagermeister GuitarFest 2015, un Festival de Rock & Blues Instrumental que busca del Mejor Guitarrista de la V Región y que este año contó con la participación especial del guitarrista Marty Friedman.

¿Cómo te enteraste de la competencia?

Por internet, desde hace un par de años. Este es un evento que cada año se está haciendo más masivo entre los guitarristas. Pero de la competencia en si me enteré el año pasado, ya que tuve tres conocidos que participaron.

¿Qué te motivó a participar?

Nunca me habían llamado mucho la atención las competencias de música, pero lo hice porque estoy trabajando en mi proyecto como solista y el GuitarFest es uno de los eventos de guitarristas (rockeros) más masivos que hay, lo vi como una buena oportunidad de hacerme publicidad ya que sabía que en la final iba a haber gente del medio.

Por otra parte, Marty Friedman fue algo así como mi ídolo de la adolescencia y principio de adultez y si bien hoy en día considero que pasada cierta edad no es bueno tener «ídolos», obviamente sigue siendo un guitarrista que admiro mucho y quería que él escuchara mi trabajo (por cierto, él también votaba como parte del jurado y me soplaron por interno que votó por mí, así que misión cumplida).

Y por último por los premios para el ganador,  consistentes en compartir escenario con Friedman y una guitarra PRS modelo Marty Friedman, que ahora que la tengo debo decir: es lejos la mejor guitarra que he tenido. Creo que lo último no lo tenía realmente en la cabeza a la hora de competir, pero la adquisición de esa guitarra realmente ha sido algo muy favorable para mí.

¿Cómo fue la experiencia?

Muy buena, ya que conseguí lo que estaba buscando: mostrar la propuesta musical en la que he estado trabajando y recibir una muy buena respuesta de parte de la gran mayoría.

Recibí excelentes comentarios respecto a la música que he estado componiendo, hubo mucha gente que no me conocía que se acercó a felicitarme, algunos me pidieron mis datos para trabajar en proyectos futuros, incluso gente cuya opinión tiene una cierta tribuna como Alfredo Lewin, que es alguien que sin duda ha escuchado mucha música y creo que no es tan fácil impresionarlo, los comentarios que hizo fueron un verdadero halago.

Y bueno, además de lo excitante y adrenalínico que es pararse solo en el escenario del Teatro Municipal de Valpo a tocar una composición propia, fue uno de los momentos más intensos  y uno de los mejores días de mi vida.

¿Tienes alguna banda o proyecto solista?

Estoy trabajando en mi proyecto solista. Actualmente estoy trabajando en 2 composiciones nuevas, pero en sí serían 4 tracks (pensando en el disco) porque una de ellas es una especie de obra en 3 movimientos, terminando con eso tendría 6 tracks listos. Hay más composiciones, pero que en realidad no sé si contarlas como «dentro» del proyecto” aún. Desde mediados del 2014 por fin encontré encontrar algo así como mi propia forma o mi propio estilo para componer y prefiero contar dentro del proyecto solo lo que he hecho desde ahí en adelante.

Teniendo ese repertorio de 6 tracks, quiero formar la banda para tocar mis composiciones en vivo y seguir componiendo pensando en el disco, el hecho de tener la banda y tocar en vivo serviría para poner más ojos encima del proyecto antes de lanzar el disco.

Fuera de eso, estoy tocando en 2 bandas y media. Primero como guitarrista del proyecto solista de Franco Molina (rock alternativo), es un proyecto que Franco recién está comenzando, pero en el cual yo veo bastante potencial. Este mes tenemos nuestra primera fecha con su proyecto.

También soy guitarrista y corista en Umbral, una banda pensada principalmente para eventos con los que tocamos hits rockeros de los 70s, 80s, y 90s.

Ingresar a esta banda me ha ayudado mucho ya que cantar jamás ha sido mi fuerte y estar haciendo coros ha sido un muy buen desafío, me ha ayudado a desarrollarme en una faceta que creo que me será muy útil, además pienso que es bueno que las personas hagamos cosas en las que realmente nos sintamos un poco torpes ya que nos ayuda a mantener los pies en la tierra.

Hasta ahora estoy contento con el avance que he tenido en esta faceta, pero de todas formas creo que tengo mucho por mejorar.

Y por último, la banda Anisas (indie pop), proyecto de Valery Fuentes quien ha sido mi compañera en Projazz desde que ingresé y además es mi mejor amiga. Es un proyecto que me entusiasma, ya que a Valery la respeto mucho como compositora, ella tiene una propuesta realmente muy interesante. La conté como «media banda» porque hasta ahora solo he grabado las guitarras de sus composiciones, pero es un tiempo que yo ya tengo reservado para el proyecto.

¿Cuáles son tus planes musicales para este 2015?

Seguir trabajando en mi proyecto solista y en todas las bandas que mencioné, obviamente lo que más me entusiasma es empezar a tocar en vivo con mi proyecto, seguir teniendo el recibimiento que he tenido hasta ahora y sacar pronto el disco.

Fuera de eso estoy empezando a tener mis primeros trabajos como compositor y como guitarrista de sesión. Actualmente estoy componiendo la música para el comercial corporativo de «Gente de Chile» (empresa de turismo emergente) con la idea de seguir explorando esa modalidad.

Durante estos últimos dos años he sido músico callejero que hasta ahora es mi principal fuente de ingresos y si bien personalmente no creo que para nada sea «rebajarse» ni absolutamente nada por el estilo (de hecho lo encuentro entretenido), obviamente tengo la intención de ir por algo más y poder solventar tanto mis gastos como los de mi hija de 4 años trabajando como músico, pero ya no en la calle/metro, hasta ahora creo que voy bien encaminado, estoy teniendo cada vez más fuentes de ingresos trabajando como músico y bueno, sé que es un camino difícil, pero tengo confianza en que puedo hacerlo.

Cristóbal Gomez desde Nueva York

Desde agosto de 2014 Cristóbal Gómez, profesor de Projazz e integrante de la exitosa banda de jazz manouche “Gypsy Trio” se encuentra en Nueva York haciendo un master in Music Jazz Performance en la New York University (NYU), gracias al programa de master en el extranjero de Becas Chile.

«Principalmente para mí lo más motivante de estar en Nueva York es el acceso a la música en vivo y las oportunidades para que uno también pueda presentar sus proyectos. Lo mejor de la experiencia en Nueva York está afuera de la universidad: la posibilidad de observar a músicos consagrados está siempre presente, por ende, como guitarrista es una motivación constante. Al mismo tiempo en NYU, por el hecho de que el Departamento de Jazz tiene pocos años, aún hay muchos profesores de renombre. He tenido clases con John Scofield, Mike Richmond, Kenny Werner, Peter Bernstein, entre otros. También hay muchos artistas conocidos dictando seminarios en los que he estado presente, como Chick Corea, Mike Turner y Ari Hoenig”.

“Formé un pequeño trío de manouche junto a un amigo ecuatoriano y una compañera coreana y ya hemos tocado en varios cafés y eventos privados. Este estilo es bien recibido, porque acá es  relativamente nuevo. Ahora también estoy armando un trío más eléctrico y hay planes para grabación en el segundo semestre en los estudios de NYU, ahí veremos cómo se dan las cosas”.

“Muchas veces extraño la calidad humana de Projazz. Esa es una magia que de alguna manera se ha sabido mantener durante años entre todo el equipo y se valora muchísimo. De igual manera junto a Gypsy Trío para nuestro regreso en 2016 tenemos grandes planes que incluyen a varios estudiantes y egresados del Instituto».

El retorno de Cristóbal está programado para junio del 2016.

 

Fabián Suazo, ganador de Beca SCD 2015

¿Qué es la Beca SCD?

La SCD es la Sociedad Chilena del Derecho de Autor. Esta beca es un beneficio dirigido a premiar a los socios SCD y/o a sus hijos que estudian carreras de vinculadas a la música, con nota final sobre 6.0 y asistencia sobre 75%. El jurado es el comité de Beca Excelencia Académica, compuesto por el presidente de SCD, Alejandro Guarello, el consejero Patricio Salazar y los músicos René Calderón y Sergio “Tilo” González.

¿Cómo se te ocurrió postular?

Para mí, esta es la tercera vez que postulo, ya que soy socio. Nunca antes me la había ganado. La postulación se hace a través de un formulario en la página web de la SCD. Una vez aceptada la solicitud te llaman a una reunión: esta reunión es crucial, acá se decide quién gana la beca y quién no. Yo gané y, lo más simpático, con la nota más baja de las tres postulaciones.

¿Y qué te preguntaron en la entrevista decisiva?

La entrevista es muy rara en verdad, lo único que me preguntaron fue “¿qué haces aparte de estudiar?” Y por qué mi nota de examen de piano era tan baja. Les dije que trabajaba harto, que estaba tocando mucho y que en la época de exámenes tuve mucha pega y por eso fue el bajo rendimiento en el examen.

¿Qué te aporta la beca?

Un monto de plata para el año, nunca el arancel anual completo. Este cheque se lo entregan directo a la institución donde estudias. De hecho, el día de la premiación el comité de la SCD se reía, porque decían que lo único que veíamos de la beca era el diploma que nos daban, ya que la plata no la veían los estudiantes y los más agradecidos eran los padres. En mi caso la beca la recibe Projazz, pero me beneficia directamente porque me pago la carrera a medias con mi viejo, entonces ahora tengo que pagar muy poco.

Tuviste harta pega en el verano; excelente. Cuéntanos con quién estás trabajando.

Me llamaron para trabajar con el cantante Douglas porque necesitaban un reemplazo. Fui, hice la pega, y me ofrecieron permanecer ya que el pianista oficial tenía otros proyectos. El tipo [Douglas] es buenísimo, muy profesional y simpático, bueno, el staff entero es simpático, me sentí muy acogido por todos. Hicimos una gira nacional en verano, 17 fechas. Luego marzo con el Día de la Mujer y mayo con el Día de la Madre, buenísimo. Ha sido una tremenda experiencia. Los músicos que forman el staff son de primera, así que aprendo todos los días algo nuevo. La manera de trabajar también es muy profesional, todo muy organizado, los roadies se preocupan de todo, uno llega a probar sonido, se devuelve al hotel a descansar y luego va a tocar… Aparte, ¡comes todo el rato! Hahahaha. Y siempre he dicho, “mientras más toques, más te llaman otras personas”. Siempre y cuando hagas bien el trabajo. Hice otras fechas con María Jimena Pereyra, lanzamos su disco en formato acústico también.

 

Pat martino: «Esta tarde los estoy invitando a conocer mi casa”

Master class. Viernes 14 de diciembre 2014. Auditorio Bellavista Projazz.

La polaridad está en todas las cosas

“Estando sentado aquí pienso en cuánto puedo compartir con ustedes, cuál es mi punto más alto después de 58 años de carrera con la guitarra como mi mejor amigo. Cuando los niños están con sus juguetes, a veces sus padres aparecen e interrumpen esta diversión que está fluyendo naturalmente para decir “deja ese juguete y anda a la tienda a comprar leche”. Y el niño pierde ese momento de empatía, el gozo por la magia de estar compartiendo con ese juguete, un instante de producción creativa.

Una de las cosas más importantes que he experimentado en la vida es esto: la polaridad. La polaridad se representa en la música, por ejemplo, en el modo mayor-menor, ascendente-descendente. Y en la vida fluye de la misma forma: hombre y mujer, lo bueno y lo malo, noche y día, nacimiento y muerte, todos estos son opuestos como el ying y el yang.

Y esto es lo que descubrí: que la polaridad ha sido el mejor aliado para que nadie interrumpa mi proceso de producción creativa y el desarrollo de mis habilidades con la guitarra.

Tengo una pregunta para ustedes: ¿quiénes de los que están aquí son músicos? ¿y quiénes no son músicos? Para mí es tan importante comunicarme con quienes entienden la música como lenguaje y también con quienes no se acercan a la música de esta forma. Porque, en este momento, todos nosotros somos uno solo.

Quiero compartir con ustedes esta forma que he descubierto para canalizar mis composiciones e impulsos creativos: Si tomamos el alfabeto en inglés hay 26 letras, de la A a la Z»:

ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ

Y si ubican la escala de Do mayor (C) 3 veces –7 notas– da 21 notas:

CDEFGABCDEFGABCDEFGAB

y luego suman 5 notas de Do (C) a Sol (G):

CDEFG

Los cual nos da 26 notas, igual que las 26 letras del alfabeto.

Coda y preguntas del público

“Hay algo muy profundo que me llevó a creer en una cosa, a la vez, muy extraña: creo que cuando un niño o niña encuentra eso que puede hacer realmente bien, lo puede hacer y manifestar de tantas maneras distintas y cada vez que lo hace nace algo nuevo. Este proceso nunca termina, de hecho se transforma en la identidad de la persona.

Este fue el problema más grave que encontré a muy temprana edad y fue la razón que me hizo dejar el colegio: lo complicado que me resultaba comprometerme a aprender en un sistema en el cual yo no era bueno. Entonces dejé de hacerlo y me comprometí con algo en que sí era bueno. De esa manera logré encontrar otras formas de “ajustarme al sistema”, y la llave secreta de todo esto es la polaridad. La polaridad. El conocimiento profundo de los opuestos. Estoy seguro que muchos de ustedes ya pueden ver la polaridad en las distintas cosas en las que trabajan. Comiencen a fijarse en esta polaridad en todas las cosas, en la electricidad por ejemplo, ACDC, en algo tan simple como la estática».

¿Me podría aclarar un poco más cómo es la relación entre el alfabeto y las claves?

El alfabeto junto con las notas sería algo como esto: si tomo la primeras 7 letras del alfabeto, de la A a la G, sonarían así [y suena una escala de C mayor]. Entonces, cualquier palabra que uno pudiera crear con las letras del alfabeto produce combinaciones con todas estas notas. Obviamente hay más de 500 escalas en el mundo, hay una en Israel que tiene 13 notas, ADONAMALAC. Cualquier combinación de formatos musicales, si se aplica el lenguaje, logra convertir palabras en canciones.

Quisiera profundizar sobre la polaridad que escuché en su manera de tocar, por ejemplo en el volumen de su guitarra, entre lo más fuerte y lo más bajo. La manera en usted, Pat, tocó es realmente impactante, la variedad de dinámicas que maneja.

Esta dinámica de las polaridades la descubrí cuando pequeño. Es como la pronunciación. Tiene que ver con las emociones. Creo que no tiene tanta relación con los estudios musicales sino con lo que quiere decir cada uno, con cómo definimos qué queremos compartir. Es comunicación: todo ese rango de pianissimo hasta forte es comunicación. Creo que es muy importante el cómo adornamos nuestros sentimientos y los presentamos ante otros.

¿Nos puede hablar algo del desarrollo de un solo, su perspectiva de llevar la conducción melódica, las fases que tiene?

Aaaaah, el desarrollo de un solo… No puedo decir nada sobre eso [risas en la sala]. Es como el desarrollo de una conversación espontánea que podría ir teniendo contigo. Las conversaciones se desarrollan en el momento presente, no se pueden practicar antes de conocer a la otra persona.

Cuando nos conocemos, hay sentimientos que empiezan a compartirse. Y eso es lo mismo que pasa en la improvisación junto a otros músicos. Es sobre compartir sentimientos. De hecho, creo que esta pregunta es extremadamente importante. Porque, en mi opinión, la improvisación no puede estar estructurada como una fórmula. Es algo que se produce y evoluciona cada vez en períodos de tiempo más largos. Y dentro de estos períodos hay errores. Esos errores se editan y eliminan, y lo que queda para ser usado a futuro es lo que realmente tuvo potencia. Con el tiempo esto se transforma en un vocabulario que se activa de manera intuitiva.

De hecho mi esposa es un gran ejemplo: cuando ella cocina, le digo: “¡esto tiene un sabor increíble!” y ella me responde “es probable que no vuelva a pasar, así es que aprovéchalo” [risas en la sala]. Ella simplemente usó su imaginación para dar con ese resultado. Y creo que de eso se tratan los solos y la improvisación, dejarse llevar por los sentimientos.

¿Conoce algo de música chilena o latinoamericana y cómo se podrían aplicar sus métodos en nuestra música?

Excelente pregunta. No conozco música chilena lo suficiente como para poder responder esta pregunta, pero doy por hecho que si tu estás hoy en esta master class significa que tienes un interés específico en lo que voy a compartir con ustedes. Y lo que he compartido ahora es la base del sistema, así es que si hay algo en tu música que tenga que ver con improvisación o estas mismas estructuras armónicas, entonces este sistema del alfabeto te puede servir tanto a ti como a cualquiera. Si estás estudiando e integrando jazz, este sistema también se integra a la música chilena.

Usted tiene un cover de Sunny, donde comparte con John Scofield y Joe DeFrancesco, y usted hace un solo increíblemente bello. Me llama la atención que usted se queda haciendo un solo en forma de pedal y toda la base armónica lo rodea y produce una atmósfera fantástica.

Esa grabación fue en Italia, la canción la escogió John Scofield porque era su cumpleaños y esa era una de sus grabaciones favoritas. Entonces me preguntó si podíamos tocarla juntos y le dije “¡por supuesto!”.

A veces pasa que es la sección rítmica la que comienza a desarrollar, a construir toda la energía. Y así todo se arma. Es como esas canciones que tienen el mismo tono, que es el centro de toda la canción como ocurre en Sunny .

¿Qué significó para usted la figura de Wes Montgomery en su carrera y cómo ve su legado en la escena musical, incluso en generaciones más jóvenes?

Conocí a Wes cuando tenía 13 años. Mi padre me llevó a un club de jazz en Filadelfia, «Peps” se llamaba. Y los hermanos Montgomery (Wes, Monk, Buddy) estaban tocando ahí. Era una tremenda banda. Recuerdo dos cosas sobre esa noche: lo primero que me llamó la atención es que apenas entramos al club, en el escenario ya estaba puesta la guitarra de Wes antes que él comenzara a tocar. Me asombró, porque hasta ese momento yo sabía que los guitarristas siempre mantenían su guitarra con ellos en el camarín, para practicar antes de subir a escena. Y me impresionó que este guitarrista fuera tan bueno que podía dejar la guitarra en escena, subir, llegar y tocar de inmediato de esa forma tan grandiosa.

Eso fue lo primero. Lo segundo fue que al final del show, Wes simplemente se acercó a mis padres y a mí que estábamos en el bar. Quedé muy sorprendido que lo hiciera, y además que no bebiera, porque mi padre era alcohólico. Y me impresionó que Wes no fuera alcohólico, ¡porque a los 13 años yo pensaba que todos eran alcohólicos! Esto fue lo que más impresionó de Wes Montgomery, la cercanía que proyectaba como persona. Cuando
yo crecí, me volví “serio” y quería convertirme en músico, integré diversas bandas y cada uno de los líderes de ellas tenían una forma de ser y otra forma de cómo tratar a sus empleados. Ahí me empecé a dar cuenta que tocar tenía que ver con la intuición, que no tenía que preocuparme por eso, ya era parte de mí. Yo estaba más interesado en estudiar a las personas, ver cómo eran, cómo trataban a los otros. Y eso fue lo que quise hacer, fijarme en los detalles y en lo mejor de los líderes de banda para los que trabajé e imitar esa bondad a través de la experiencia.

Escucharte es como escuchar la banda sonora de mi vida. [Pat dice “gracias”] ¿Cómo manejas el tiempo, el pulso, el ritmo, puedes contarnos más sobre eso?

Interesante. Tengo algunas sensaciones particulares con respecto al ritmo. Nunca me puse a estudiar el ritmo en sí. Creo que este tiene que ver con cómo es cada uno. Cada uno tiene su propio ritmo: la manera en cómo parpadeas, cómo late tu corazón, cómo pronuncias palabras y elaboras frases. La forma en que caminas y te mueves. Creo que uno de los mayores impedimentos para conservar un ritmo que sea poderoso tiene que ver con la obligación de adaptarse a los patrones del metrónomo, que no son naturales. Es cierto que cuando los alumnos se ponen a estudiar el ritmo sí surgen facetas que son satisfactorias, como aprender qué significan los signos musicales, notación y esas cosas.

Pero eso no es ritmo, es solo definir cómo se divide el tiempo, estipular dónde comienza y termina el tiempo en un compás. El ritmo es otra cosa, es personal, tiene que ver con el individuo. Creo que uno de los ritmos más poderosos tiene que ver con ser uno mismo, esto lo he probado en mi experiencia. Aunque tiendo a regresar a la polaridad: escucho todo en contratiempo, algo que empuja constantemente.

¿Qué puedes contar de cuando eras más joven y estabas aprendiendo de otros ídolos, como Wes [Montgomery]? ¿Cómo fue eso de querer tal vez imitar y a la vez vivir un proceso introspectivo para encontrar tu propia identidad?

Creo que lo que más me influyó fue ver cómo esos mismos ídolos eran, a su vez, influidos por su entorno. Cuando los iba a ver, yo no solo le prestaba atención a la música sino también al público y al lugar donde estaban: veía toda esta situación como una sola cosa: músicos, música, público, espacio.

Y también me daba cuenta de cómo a ellos les afectaba las personas que NO estaban escuchando, las que estaban conversando, por ejemplo. Veía a Wes, Yusef Lateef, Roland Kirk u otros grandes, y mientras tocaban había gente hablando y recuerdo a Kirk una vez muy enojado en el escenario. Me impactó profundamente, aprendí de eso. Y cuando fui testigo de esta misma situación –gente conversando mientras tocaba– pero ahora con Wes, vi que a él no le pasó nada en términos emocionales. Eso fue aún más influyente para mí. Con esto quiero decir que aprendí de la realidad en sí misma, no de cada una de las partes individuales.

Es un honor para mí verlo acá. Cuando usted toca bajo este sistema del alfabeto, ¿ve lo que va tocando como un objeto, casi como una sinestesia, o lo tiene que escribir? En otras palabras, ¿va pensando en las melodías, por ejemplo, mientras camina por la calle?

Las figuras que toco, las he absorbido durante tanto tiempo que ya pasan a ser parte de mi personalidad. Entonces si veo una forma que me hace sentido, que funciona, la voy a volver a usar. Pero también hay otras facetas posibles de encontrar. Generalmente yo uso cromatismos, como para ir de un piso a otro, tal como uno lo haría en una casa. Si quiero ir de uno a otro, creo algo que no existe, no sé qué es lo que va a pasar, pero durante los años he ocupado tantas formas que la decisión ya es automática. Hay intérpretes que usan las quintas, las cuartas, yo prefiero los cromatismos.

¿Qué impacto tuvo el haber perdido la memoria y cómo fue el reaprendizaje en la música y en su vida?

Tremenda pregunta. En 1979 tuve un ataque. Me dijeron que tuve un ataque. Yo estaba viviendo en California. Me llevaron a un hospital, me hicieron el primer escáner y me dieron dos horas de vida. En ese momento decidí volar de California a la costa Este porque como era hijo único sabía que esta noticia iba a tener un efecto devastador en mis padres. Volé a Filadelfia y fui directo del aeropuerto al hospital. Resultó que el neurocirujano escuchaba jazz y era fan mío. Me sacaron el sesenta por ciento del lóbulo temporal izquierdo: estoy hablando de un trozo bastante grande.

Durante mucho tiempo no recordaba nada. En un principio la experiencia igual era maravillosa: tenía la impresión que con esa operación me habían extraído las responsabilidades y además había muchas personas alrededor mío apoyándome y cuidándome. Esto no duró mucho tiempo, porque era muy tentadora la opción de dejar de crecer y quedarme acostado sin hacer nada. Como pasé tanto tiempo acostado, solo sentía dolor y dolor. Pensé en suicidarme muchas veces.

Fue la guitarra la que tenía todo lo necesario para sacarme de esa situación. Y cuando comencé a tocar, no volví a aprender como si fuera un instrumento. Hice lo mismo que hice cuando era niño: lo toqué como un juguete para sacarme el mundo de la cabeza. Me dejé llevar. Y en este proceso descubrí algo: durante los años sesenta y setenta consolidé mi reputación como músico, el reconocimiento ya lo tenía. Tampoco me importaba, lo que más quería era tocar. Entonces algo nuevo pasó, porque antes de las operaciones estaba interesado en tener éxito en el negocio de la música y quería ser competitivo, tener un nombre en la sociedad. Y después de la operación esa meta me dio lo mismo, simplemente
quería disfrutar mi vida. Finalmente. Terminó este juego del ego, este juego en el cual varios de nosotros participamos para tratar de llegar a lo más alto en el negocio de la música. De ahí en adelante esta filosofía, vivir el presente, se transformó en lo que es mi vida y en lo que en gran parte he compartido esta tarde con ustedes: darse cuenta de la polaridad, el cómo lo bueno y lo malo en realidad trabajan juntos, y solo se pueden ver de manera positiva cuando uno lo ve a la distancia, de manera objetiva. Este fue en esencia mi cambio de vida y así ha sido desde entonces.

2014: 200 años del saxofón

Adolphe Sax (1814-1894) nació en Dinant (Bélgica), a orillas del río Mosa, el 6 de noviembre de 1814. Se dice que sobrevivió a un ahogamiento en el río, a una terrible caída de escaleras, y a una ingestión de barnices utilizadas por su padre, un reputado fabricante de instrumentos.

En 1842 Adolphe intaló su propio taller en París, y se dedicó al estudio científico de la acústica. Por aquel entonces ya tenía una bien ganada reputación y había registrado una patente para perfeccionar el clarinete.

En 1845 ganó un concurso organizado por el ejército francés, que deseaba mejorar la potencia sonora de sus instrumentos de viento. Adolphe se impuso ante 20.000 espectadores en los célebres Campos de Marte. De esa forma aumentó su fama y
obtuvo casi un monopolio entre las bandas militares.

Adolph Sax

Pero el objetivo de Adolphe Sax era conseguir un instrumento que aumentara la versatilidad y gama sonora del clarinete. La primera vez que tocó un saxofón en público fue en 1841, todavía en Bruselas. Finalmente, el 28 de junio de 1846, depositó una patente para un «sistema de instrumentos de viento, llamados saxófonos».

Entre los primeros entusiastas del invento se encontraban Berlioz, quien compuso la primera obra para saxofones en 1844, y llegó a escribir: «Es de tal naturaleza que no conozco ningún instrumento actualmente en uso que pueda comparársele, a ese respecto. Es pleno, blando, vibrante, de enorme fuerza y susceptible de endulzar».

En las orquestas clásicas hubo sin embargo, al principio, ciertas reservas frente a la
novedad, pero fue especialmente bien recibido en el mundo de la ópera. Entre los primeros
compositores que lo adoptaron para este fin fueron Georges Kastne, Jules Massenet y Bizet. Más tarde serían los músicos de jazz y blues los que aprovecharían al máximo las capacidades de este instrumento, protagonizando algunos de los capítulos más esplendorosos de la música del siglo XX, a manos de genios como Charlie Parker, Dexter
Gordon, Sonny Rollins, Stan Getz, Maceo Parker, Paquito D’Rivera o John Coltrane.

En la exposición en Bruselas se puede admirar unos 200 instrumentos que llevan la firma de Sax, entre los que se encuentra el saxófono más antiguo que se conserva, un barítono de 1846, y un tenor con los colores de la bandera americana que fue entregado en 1994 al
entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. La exposición estará abierta hasta el
11 de enero de 2015.

 

Kenny Barron: Una leyenda viva del jazz en Projazz

Visitó Chile por primera vez para participar en el pasado Festival de jazz de Vitacura. Kenny Barron es catalogado actualmente como uno de los pianistas de jazz melódicos más importantes de la escena internacional.

Con más de 40 discos y 9 nominaciones al Grammy, es miembro del American Jazz Hall of Fame. Se mueve tanto en la composición, como líder y fundador de bandas emblemáticas como Sphere, ha también colaborado con músicos de la talla de Dizzie Gillespie, Chet Baker, Guiseppe Latife, Stan Getz, entre otros. También con George Benson, Ella Fitzgerald, Jerry Bergonzy –quien estuvo en Projazz el año pasado y nos visitará en agosto de este año– y Ron Carter.

Por 25 años fue profesor de piano en la universidad de Rutgers, NY, y cuando se retiró, no
se cruzó de brazos: fue fichado por la prestigiosa escuela de música Julliard, donde actualmente es profesor visitante.

“Jimmy, the Blues-man”

Esta es mi primera visita a Chile. Quiero disculparme por no hablar español, ¡prometo quela próxima vez será!. Probablemente una de mis primeras influencias musicales la tuve a los 5 ó 6 años. Tenía un piano vertical en casa. En los años cuarenta era usual no tener refrigeradoren el hogar, para eso había una “caja de hielo”. Y teníamos en el barrio un chico que repartíadiariamente hielo, que se llamaba Jimmy, “Jimmythe ice-man”. Jimmy era un músico que sesentaba al piano a tocar blues de oído, sin ningunapreparación. Y también cantaba. Gracias a Jimmy aprendí avalorar el blues, porque en esa época yo sólo escuchaba folk.

Otra experiencia destacable fue cuando estaba en 7mo u 8vo básico. Teníamos en la escuela un espacio para compartir discos y uno de los primeros que escuché fue de Sonny Rollins, donde tocaba el pianista Tommy Flanagan, quien me influenció mucho. Lo que me impactó de la manera de tocar de Flanagan, era su suavidad: delicada y al mismo tiempo, lírica.

Otro músico que me influenció mucho fue Thelonious Monk. Algo extraño, porque toca completamente en un estilo opuesto a Flanagan. Este contraste es visible del modo en que Flanagan toca de forma mucho más sinuosa, mientras que Monk es más “angular”, más
“filoso”, incluso puede llamarse disonante, como se aprecia en el uso que hace de intervalos como segundas mayores o sextas. Mientras Flanagan era sutil y elegante con el piano… Monk era muy intenso, con una acentuación inusual. Lo voy a demostrar con 2 piezas, una original de Monk, “Light Blue” y un standard, “I’m getting sentimental over you”, que según recuerdo alcanzó la fama de la mano de los hermanos Dorsey. Monk era tan estilístico que cualquier standard que pasaba por sus manos Duración 2:13 sonaba como si fuese una composición propia.

Otra de mis influencias fue McCoy Tyner que es de Filadelfia, de donde mismo vengo yo. Tuve la suerte de verlo tocar desde muy joven. Es conocido por su carrera con Coltrane. Ellos tenían una especie de acuerdo; mientras Coltrane estuviera a cargo de la banda, McCoy sería el pianista. Pero antes de McCoy pude ver uno de los primeros cuartetos de Coltrane en NY, en un club llamado “The jazz gallery”, en donde su pianista era Steve Kuhn, ¿lo ubican? Y el baterista, que murió hace un par de años, era Pete La Rocca. En el bajo estaba Steve Davis. Después de esta agrupación vino la era McCoy, y entre ambos
crearon un inusual concepto del estilo, usando escalas pentáfonas y voicings por cuartas, lo cual sonaba siempre como “acordes sin resolver”.

Hablando de estilos: Coltrane, Bill Evans

Otra de las características del dúo Coltrane-Tyner fue usar centros tonales, y McCoy desarrolló esta posibilidad de moverse por cuartas, que lo podía llevar a cualquier parte, pero manteniendo un centro tonal. Puede ser a la vez entretenido o aburrido, eso depende. Pero hay un centro.

¿Bill Evans? Bueno, él tenía esta forma de tocar llamada “mano floja”. Fue también una influencia para mí en términos de cómo exploró la armonía. Y pienso que Evans también influyó a algunos de los más jóvenes, como Herbie Hancock, Chick Corea, quienes se nota estudiaron mucho a los impresionistas franceses (Debussy, Ravel), que desarrollaron un concepto armónico de vanguardia en su época.

Am I swinging?

¿Cuándo hay swing? ¿Es algo que logra solo un baterista con un contrabajista? ¿Un pianista no puede tener swing? Jajaja, ¡Por supuesto que puede! El swing es una suerte de anticipación de un movimiento hacia delante (foward motion).

Hay muchos jóvenes que dicen que el swing está pasado de moda, no estoy de acuerdo. Además, hay muchas formas de swing.

Hay mucha gente joven que tiende a tocar más de la cabeza, como que tocar se tratase de
armar un puzzle, un proceso intelectual, cuando en realidad el swing es más del espíritu. No es gospel, pero es música que viene del corazón. Hay que tratar de conectarse emocionalmente con la audiencia. El intelecto es importante, pero también la belleza. Hay que tocar “energía”. En la escena vanguardista de NY muchos vientistas tratan de emitir chillidos o sonidos raros, yo no tengo nada en contra de eso, pero creo que la música va por otro lado. Siempre hay puristas que van a sostener que lo único válido es el bebop o el dixieland, y por otro lado están estas expresiones más modernas, pero ya en los sesenta se hacía esta música de vanguardia. Había un saxofonista, Jimmy Heath que usaba una polera que decía “en el cielo, hay música suficiente para todos”. Y, saben, solo hay
12 notas, todos tenemos las mismas 12 notas para tocar y distribuir de distintas maneras. Lo más importante es ser realmente honesto con lo que estás tocando, no “tratar” de ser diferente”.

Pasarlo bien y aprender

Algo que me llama la atención de la música actualmente es la actitud de los músicos, así como “hum, ¡qué seria es la gente hoy en día!” con respecto a este tema. Me acuerdo del baterista Billy Higgins (ya muerto), que cuando tocaba estaba siempre riendo, sentía mucha alegría al tocar, lo adoraba. No importa cuán serio fuese lo que estaba tocando. A veces, los músicos solo necesitan eso: pasarlo bien, disfrutar. Si van a ser músicos, algo que NUNCA deben ser es TÍMIDOS. Hay que trabajar el miedo. Yo aún tengo algo de nervios cada vez que voy a tocar piano, pero hay que superarlo. Hay que exponerse.
Y con eso a veces viene la vergüenza de haber cometido un error, pero eso también es bueno porque uno aprende a no cometer esos errores de nuevo.

El Ego

El famoso ego de los artistas está en todas partes. El tema es tener claro de dónde viene tu talento. ¿Conocen a Khalil Gilbran? Un poeta libanés, que escribió “El libro del profeta”. Hay una parte sobre la música en él, y dice que la música viene “a través” de uno, no “de” uno. La música está en el aire, ahí rondando. Uno tiene que ser humilde. Si tienes un talento, tienes que compartirlo. No es que mi propuesta sea mejor que la que muestren otros, simplemente es una propuesta. Una forma clara de demostrar miedo es cuando cuando uno afirma “yo soy mejor que él”. No sacas nada comparándote con otros.

Fonda Projazz 2013

Como ya es tradicional, el viernes 13 de septiembre se celebró la esperada “Fonda Projazz”, para todos los alumnos del Instituto pero abierta a toda nuestra comunidad. Por primera vez, la Fonda
cambió su escenario habitual del estacionamiento del Campus Ramón Carnicer para apropiarse del nuevo Campus Bellavista, que abrió sus puertas oficialmente hace cerca de un año atrás; hasta ese día, nunca había recibido tantos alumnos.

Una enorme asistencia y participación confirmó que la Fonda Projazz tiene su público fiel, sea donde sea. Este año, se contaba con un espacio mucho más amplio y una contundente parrilla musical: 2 ambientes, uno al aire libre para comer ydisfrutar de los “combos” dieciocheros diseñados por Asuntos Estudiantiles, como el “Big Band” (1 empanada, 1 sopaipilla y un vaso de bebida o chicha), y otros con nombres como el Ensamble, el Guatón y el Quédate callao’, entre otros.

El segundo ambiente fue el gran escenario musical, donde el auditorio Bellavista se transformó por primera vez en una fiesta de casi 4 horas de cuecas, cumbias, bailables e incluso batucadas. Los shows, como siempre, son principalmente protagonizados por alumnos, quienes postulan semanas antes con sus propuestas musicales (como los Batucabros, primera agrupación de batucada que se presenta en Projazz; Sebastián Bastías y sus cuecas; la Sonorastaelfondo –con 14 integrantes en escena, representando a nuestras 3 carreras–, y el invitado estrella de todos los años, “Rufián
Fuego y las balas de plata”, una exitosa banda actual de bailables, integrada casi en su totalidad por egresados de Projazz.

Pero no todo fue alumnos en esta inolvidable sesión. En Planeta Projazz, destacamos la participación de dos de nuestros docentes: señores profesores, queridos por sus alumnos, reconocidos en el Instituto por su indiscutible nivel académico y además con una sólida y activa carrera profesional en el medio musical chileno. No obstante estos laudatorios antecedentes –o gracias a ellos–, los profesores Esteban Illanes y Americo Olivari fueron estrellas indiscutidas de la Fonda Projazz 2013. Se tomaron el escenario y dejaron a sus alumnos boquiabiertos con su dominio escénico y, sobre todo, con su contagiosa forma de disfrutar la música popular, la pachanga. Otra faceta de estos dos profesionales.

Esteban Illanes: Frontman de Sonorastaelfondo

Creo que la experiencia que viví ese día se podría resumir como “alucinantemente desconcertante”.En definitiva, yo estoy acostumbrado a una relación con el escenario bien distinta, ya sea desde la interpretación –tocando cello en orquesta, con mi cuarteto de cuerdas o participando en otros ensambles– como también desde la dirección – orquestal o de cámara– y en ambos casos el protocolo es claro: tu entras, te aplauden, se sientan y comienzas, absolutamente concentrado en el sonido. En ese espacio la interacción con el publico es muy acotada; en rigor tu eres el medio que permite que se exprese la voz del compositor (lo cual ya es una gran tarea), y lo que tu puedes aportar es exclusivamente desde “lo que suena”. En cambio, en este otro espacio, el que viví en el día de la Fonda, la interacción con el público es mucho más compleja; no basta solo con cantar, si no que además todo tu cuerpo habla, anima. Ahora, aparte de la preocupación sonora, hay una “performática”.

Debo decir que nunca había estado en esta situación, y creo que, aunque la disfruté plenamente, fue un total desconcierto: Supe los títulos de las canciones el día anterior, y aunque parezca imposible, mucho de los temas no losconocía, y en algunos casos, ni siquiera la melodía (por ejemplo, el famoso tema “Loca” de Chico Trujillo).

De las cumbias más antiguas por suerte tenía el recuerdo de la melodía, pero de ninguna la letra. Esto significó que me puse a estudiar las letras obsesivamente, porque presentía que eso me ayudaría a soltarme en términos performáticos, tomando en cuenta que no me sabía ni las estructuras, ni los cortes, y que la “mitad de ensayo” que logramos tener el día anterior solo me sirvió para darme cuenta que “el jugo era inminente”, jaja.

Américo Olivarí: Tecladista y director musical de “Rufián Fuego y las Balas de Plata”

Cual bola de nieve, la fonda Projazz va creciendo y creciendo cada año y se va consolidando como una de las instancias mas importantes del Instituto, en lo que a unión y fraternidad se refiere.
Tuvimos unos buenos rounds de cueca acompañados por alumnos de la escuela, liderados por Sebastian Bastías, ícono legendario projazziano. Más tarde nos sorprendió y nos “prendió” nuestro querido Esteban Illanes, que dejó de lado el cello y los análisis armónicos para transformarse en un espectacular “cumbia crooner” que nos hizo bailar sin parar.

Para finalizar, Rufián Fuego, una banda ya consolidada en el circuito de bailables cool, formada por ex alumnos de Projazz y quien les habla, dio el toque final para una entretenidísima tarde en la que compartimos alumnos, profesores, funcionarios y hasta directivos del Instituto. Pero quiero resaltar algo que ocurrió en la fonda Projazz, que fue nuevo y que creo representa mucho más que lo evidente: Qué lindo fue ver a un grupo de alumnos tocando en una batucada, donde sus integrantes eran cantantes, pianistas, guitarristas, etc., y no necesariamente percusionistas, pero no obstante aquello, sonaron como un cañón y nos dieron una clase de trabajo en equipo. Creo que esta batucada fue el espectáculo que mejor ejemplifica la idea de una escuela y la “onda” que tiene nuestra institución, el famoso “efecto Projazz” del que hablan los alumnos y que debemos cuidar y atesorar como una de las características más valiosas de nuestra escuela.

 

La semana de las estrellas del jazz en Projazz

Entre el 26 y el 30 de agosto se presentaron en el auditorio del Campus Bellavista tres figuras estelares del jazz nacional e internacional: Melissa Aldana, Jerry Bergonzi y Gene Aitken, quienes dieron tres clases magistrales abiertas a todo público.

Lunes 26 de agosto: Melissa Aldana

La joven (24) saxofonista chilena radicada en Estados Unidos, Melissa Aldana, egresada de la prestigiosa Berklee College of Music, ganadora de un Premio Altazor al mejor disco de jazz 2012 y actualmente finalista en la reconocida competencia de jazz Thelonious Monk International Jazz Competition, dio una charla abierta titulada “Una mirada integral al músico”, junto a los destacados músicos nacionales Félix Lecaros y Pablo Menares, también radicados en EEUU.

Método y orden

Quiero contarles de qué se trata mi rutina como músico y cómo me ha servido para avanzar. A muchos nos pasa que uno siente que estudia y estudia y las cosas avanzan lento. Pero es importante tener siempre un plan y metas a largo plazo. Este no es un proceso de un día para otro. Por ejemplo, yo estos últimos años he pensado y me enfocado mucho en qué es lo que quiero alcanzar con mi instrumento. Qué es lo que pretendo y qué es lo que quiero mejorar.

Por ejemplo, mi rutina es siempre estudiar sonido con un afinador, para estar segura. Y estudio pensando en cuán preciso quiero que sea mi sonido y cómo quiero que se proyecte. Después, mi rutina prosigue estudiando lento con metrónomo: estudio las escalas mayores. Estudio notas largas. Sé que es un ejercicio aburrido de hacer, y en el cual uno no percibe un avance inmediato. Estudio notas largas porque mi meta ahora es la calidad del sonido. Y para mí es muy importante ser afinada: poner el afinador, y ver que esté en verde. Ser precisa con lo que estoy haciendo. Y luego, me concentro en transcribir.

Transcribir y sonido própio

¿Cómo analizas lo que has transcrito, para después usarlo en tu propio lenguaje?

Esto está directamente relacionado con lo que hablé de las metas: cuando estás transcribiendo, tienes que pensar qué es lo quieres de ese autor. Primero, lo básico, es que estés enamorado del solo que vas a sacar. Que no sea una lata levantarte en la mañana y ponerte a estudiar, porque en ese caso el hecho de estudiar música pierde el sentido. Yo creo que siempre es importante tener un “héroe”, no importa cuál sea tu instrumento, porque una de las mejores maneras de aprender el jazz es escuchando: no hay mejor profesor o mejor clase que las grabaciones de Charlie Parker o del instrumento que sea. Y esto es muy importante: transcribir y tocar lo que ya se ha hecho.

Para mí lo más importante es imitar el sonido y el fraseo. Aprender qué es el swing. Uno lo puede ver escrito en un papel y te lo pueden explicar, pero creo que uno lo internaliza realmente cuando empieza a transcribir. Yo me pongo objetivos. Tengo períodos de 2 a 3 años donde me dedico a transcribir a ciertos músicos. Por ejemplo, ahora estoy en la etapa de transcribir a Rich Perry.

Paso años estudiando alguien: tuve mi período [Charlie] Parker, 3 años con Mark Tanner, pero de verdad no paso a la siguiente etapa hasta que siento que puedo hacerlo realmente bien. Y me pregunto, ¿qué me gusta de él? Su sonido, cómo toca y cómo arma cada frase en detalle. Porque una cosa es leer una transcripción, y otra cosa es sentarse, y transcribirla de oído. Memorizarla, y realmente sacarle todo el provecho a la frase: terminar sonando exactamente igual a él.

Entonces, transcribo sonido, notas y también la intención. Más allá de ver lo que está haciendo haciendo armónicamente, es ¿cómo está pensando él?, y eso no tiene que ver con cuestiones armónicas, sino en cómo él siente cada frase.

Luego de eso, una vez que ya he transcrito todo el solo, me lo sé de memoria y lo siento como parte mía, paso a la siguiente etapa que es transcribir específicamente las frases me gustan. Esas las dejo aparte y las saco en los 12 tonos.

Hacer ear training es fundamental para un músico. El sonido yo lo aprendí absolutamente transcribiendo. Escuchando con mi papá [Marcos Aldana]. Y creo que es la mejor manera de aprenderlo, porque nadie te puede explicar qué es tener un buen o un mal sonido. No hay una fórmula. Entonces hay que trabajarlo con el oído.

Muchas de las cosas que he descubierto de mi manera de tocar o componer, han nacido de mi manera de transcribir. Ahora, siempre está la preocupación –no sé cómo será en Chile– que uno no quiere sonar como otra persona. Que uno siempre está buscando su propia voz y no quiere imitar a nadie. Pero creo que eso corresponde a cada etapa que uno vive como músico.

Frustración

No sé si les pasa que es muy común estar muchas horas en la sala de ensayo o en la casa, estudiando, y uno siente que no avanza, o no sabe qué hacer. Y uno se agobia. Es muy importante entender que este es un proceso lento, y que las horas de estudio son sagradas, tienes que sacarles el máximo provecho y estudiar con sentido. Siempre. Como si fuera lo último que vas a tocar en tu vida. No hacer nada a medias.

Hay que ser constante. Tener disciplina. Levantarse en la mañana y decir “voy a estudiar una hora esta frase”. Tocarla, tocarla, internalizarla. Para mí, la composición se trata de escribir, escribir, y tratar de sacar las mejores ideas de tu cabeza. Nunca lo estudié en Berklee, pero tiene que ver con sacar afuera lo que estoy pensando, simplemente ser yo, escribirlo, y ver lo que pasa.

Todos los días cuando me levanto trato de escribir una frase que estoy pensando. La primera idea la paso a Finale. De repente me agobio, y dejo la frase para el día el siguiente. Pero voy a avanzando. Es un proceso que se puede demorar semanas, meses, tiene que ver con la continuidad que le das a tu trabajo. Si no avanza la idea, déjala aparte y crea otra. No hay ningún misterio para la composición. Si te gusta a ti, eso vale. Ideal es que tengas una banda con el cual puedas poner en práctica lo que estás creando.

Muchas veces, cuando me siento frustada, simplemente dejo el instrumento de lado, y lo retomo al día siguiente. O me pongo a escuchar un disco que me inspire. Estoy conciente que es parte del proceso: siempre van a haber cosas que mejorar, siempre van a haber momentos de frustración, en que no tienes ganas de tocar. Pero es importante saber que es solo una etapa. Y no dejar que estos momentos enturbien tus metas iniciales: que realmente disfrutas tocando.

Cuando era chica, no tenía nada más que hacer o pensar que tocar, tocar, tocar. Ahora que pasé a la vida adulta, tengo responsabilidades y cuentas por pagar, etc. Y lo que me ayuda es la disciplina. Es importante tener un horario. Por ejemplo, ahora que terminé la universidad, y que estoy en Nueva York, me sucede que toco una noche y luego puede pasar toda una semana sin tener que tocar de nuevo. Y tengo toda una semana para mí. No te digo que tengas que tocar 8 horas diarias, pero debes practicar todos los días. Y estar bien mentalmente, ir al gimnasio, vivir la vida, compartir con amigos. Insisto, hay que ponerse horarios: por ejemplo, a las 12 del día contesto mails, veo FB, reviso comentarios. Después me pongo a estudiar 3 o 4 horas. Voy al gimnasio 3 veces por semana. A mí no me pasa que me despierto un día a las 3 de la tarde y no sé qué hacer.

Esa manera de ordenar mi vida me ha llevado donde estoy ahora. Todas las mañanas me levanto y escribo algo, aunque sea 5 minutos. Y los domingos me relajo. Ordenar la cabeza.

Tocar en la escena de Nueva York

Es muy importante tocar. Tener liderazgo. Creer en uno mismo. “Una de las cosas que más me ha servido desde que llegué a Nueva York es defi nir metas: Mejorar como músico, como compositora y tener mi propia banda.” Una de las cosas que a mí no se me dio mucho en Chile fue la oportunidad de tocar con gente y poner a prueba mi aprendizaje. Porque sí tuve la suerte de tener excelentes profesores. Les digo a ustedes, ya que están en una escuela y comparten con bajistas, bateristas, pianistas: es importante que creen instancias para tocar entre ustedes. Aprovéchenlo.

He tenido la suerte de tocar con quienes quiero, con quienes me gusta. Aunque traigas un arreglo, siempre hay que confi ar en tus músicos, estar abierto a otras ideas, y que ellos le van a aportar algo propio. Ahora tengo una banda estable, y muchas de mis últimas composiciones tiene que ver con escribir para ellos. Muchos detalles de las composiciones se agregan al momento de ensayar; esto es como un laboratorio. Es muy importante para un músico profesional tener una banda que sepas que tocan mejor que tú y que te van a ayudar a crecer.

No les voy a mentir: es muy difícil estar en Nueva York. Es difícil si vas con falsas expectativas. Cuando yo llegué, simplemente pensaba que quería ir a tocar. Partí de la base que está lleno de músicos tratando de hacer lo mismo que yo. Esa experiencia no la iba a tener ni en Chile ni en París. Nueva York es un lugar único. Levantarme un domingo para ir a ver a Joe Lovano, tocar con músicos mejores que tú, peores que tú, tener una buena jam, o una mala; yo buscaba solamente vivir esa experiencia. Da lo mismo de qué país seas. Simplemente ir allá y creer en ti mismo.

Pasé la etapa de ir a jam sessions todos los días, de ir a conciertos por nada de plata, de ir a otros por buena plata, en fin, las cosas se han ido dando. Pero toma tiempo. Tuve la posibilidad de tocar en el Village Vanguard en NY, y creo que fue una de las experiencias más integrales que he vivido.

En NY hay muchas posibilidades de expresarse como jazzista, hay muchos lugares donde tocar. Trato de ver de qué manera puedo aportar. Por ejemplo en Chile, siento que es mostrarle a la gente joven que es posible tener metas y contarles mi experiencia desde allá, mi visión, mi historia. Hacer un puente con NY también. Cuando me fui no había muchos chilenos en Berklee, y ahora hay varios. Hay que tener información de lo que está pasando ahora. En NY hay mucha gente que está innovando, pero en realidad es lo mismo que se viene haciendo desde hace años. Hay que tener cultura de jazz también, para incorporar las diferentes infl uencias que puedas tener.

Competencia

No comparo a los músicos. Acá en Chile el nivel es muy alto. Y tienen que valorar el hecho que hace 7 años no tenían la posibilidad de tener en una semana a Jerry Bergonzi y Gene Aitken. Ustedes traen buenos conciertos todo el tiempo. Y, les recomiendo, que como jóvenes valoren eso, y se acerquen a los músicos que admiran. Así mismo partí yo. Hay muchos músicos chilenos jóvenes viviendo en NY, así es que tienen que tener iniciativa, ir a los conciertos, conocer gente.

Tengo mi web, mis grabaciones, tengo todo ordenado de “quien soy yo”. Eso se va logrando con el tiempo. Ahora también tengo un manager. Si tienes un proyecto, te recomiendo que seas claro para decirle a la gente qué estás presentando. Promoverlo lo máximo prosible. Y no olvidar la calidad. Nunca me he preguntado mucho por la competencia a mi alrededor. Prefi ero hacer lo mío.

¿Qué es lo que me falta?

No sé cuándo lo lograré. Creo que le pasa a todo el mundo. Pero quiero llegar a una etapa en que lo que estoy tocando suene exactamente igual a lo que estoy escuchando.  No se cómo llegar a eso, pero creo que tiene mucho que ver con las notas largas, ser paciente, e irme grabando, ¿ustedes lo hacen? Es muy importante. ¿No les pasa que se graban y no les gusta lo que escuchan, encuentran que suenan mal? Entonces, parte importante de crecer como músico es grabarse y ver qué no te gusta de tu sonido. Todas estas conclusiones las saco porque cada vez que toco, me grabo y luego me doy una hora para anotar lo que no me gusta. Es un ejercicio además para aceptarme a mí misma, descubir lo que me falta, y cómo creo que debo llegar ahí.

Yo creo que uno siempre está medio disconforme. Uno siempre quiere seguir creciendo. Y si no, hay que preocuparse. Siempre conciente de tu nivel. Pero tengo claro que me quedan muchos años de experiencia, yo tengo 24 años recién.

Cuando uno pierde el amor por lo que está haciendo, es momento de cuestionarse.

Martes 27: Jerry Bergonzi

Todos somos un sólo saxofonista

Jerry Bergonzi, el reconocido músico y compositor norteamericano, visitó Chile por primera vez, para llevar a cabo la master class “Desarrollando el lenguaje del jazz”. Bergonzi, además profesor en el New England Conservatory de Boston, es considerado uno de los mejores y más influyentes saxofonistas tenor a nivel mundial, tanto por su virtuosismo como nivel compositivo, en donde resalta su nivel de innovación, dominio e integridad.

Diferencias entre Bebop y Hard Bop

Para mí, es el mismo lenguaje, pero el approach del hard bop tiene que ver con una articulación distinta. Todo lo que uno escuchó entre los 50s y 60s, como Coltrane, Sonny Rollings, Dexter, es la definición del hard bop. Generalmente los bopers de la primera generación, los hard bopers, usaban una articulación más legato, donde “lengueaban” (tonguing), pegaban con la lengua. Eso resulta más agresivo con cada una de las notas, incluso en tempo rápido. Están “metiéndole la lengua a todas las notas”, y el tiempo está un poco detrás del beat, pero bien acentuado. Tiempo después empezaron a “sacarle la lengua” a las notas, pero estaban en el mismo beat.

¿Cambió la corchea entre los 40’s y 50’s?

La emparejaron, está más derecha (straight). Lo que hizo Dexter fue atrasar una corchea straight, pero la segunda corchea del grupo estaba pegándole al tercer tresillo. El feel de Dexter Gordon es ir “tirando para atrás”.

Cada persona que logra su propio sonido, es un buen sonido para él. Si un amigo te llama por teléfono y te dice “buenos días”, y tu ya sabes quién es, es porque tiene su propio sonido, su propia articulación. Personalmente me gusta un sonido “redondito y calentito”.

¿Cual es tu rutina de práctica cuando viajas?

A pesar de no tener el instrumento en la mano, lo que hago es repasar la música en la cabeza. Y esta práctica es muy benefi ciosa, aún cuando no estás con tu instrumento. Una vez que he practicado bien los temas, mi approach para tocarlos en vivo es olvidarme de pensar. Saco mi mente de la sala de concierto, y me relajo lo más que pueda. Tal vez con 3 o 4 vodkas, jaja.

¿Cómo divides tu rutina diaria de estudios?

Cuando era joven, me ceñía mucho a un plan. Ahora soy más flexible con mis tiempos, y escribo en un papel: “voy a hacer esto 15 o 20 minutos”. También a veces me pasa que voy a una jam, y me doy cuenta que he estado estudiando algo nada que ver, entonces doy una vuelta de tuerca y empiezo a investigar eso nuevo que descubrí, esos nuevos parámetros. Actualmente es diferente porque hago clases full time en Boston, 18 horas a la semana. Además, 120 a 150 días al año estoy de gira, así es que todos los años tengo que recuperar muchas clases con mis alumnos. Por ende, mi planificación de estudios propios es con proyectos a largo plazo, cosas que pueda dedicarme un buen tiempo a sacarlas. Principalmente cosas rítmicas. ¡Sé perfectamente lo que estoy estudiando,
pero no se lo digo a nadie hasta que lo pueda tocar bien!

¿Qué hace la diferencia entre un saxofonista bueno y uno fuera de serie?

Es una buena pregunta. Hay miles de saxofonistas buenos. Yo soy uno de ellos, y estoy feliz de ser bueno. Si los ponemos a todos juntos, tendremos a un solo saxofonista, el mejor. Hay algunos que se destacan, salen del grupo, pero todos somos un solo gran saxofonista. Cada uno tiene algo que decir.

¿Hay una diferencia entre el jazz negro y blanco?

Le preguntaron a Lee Morgan, un gran trompetista de los 60s, si escuchaba justamente esta diferencia, y él dijo “háganme un test a ciegas”. Y no lo pasó. Es cierto que hay un componente racial en la música, y en eso tienen preponderancia los músicos afroamericanos: es todo lo que escuché en mi formación.

También le preguntaron lo mismo a Coltrane  –porque llamaban a su música “la nueva música negra”– y él dijo que en su música él solo escucha a un individuo, y los 4 elementos: tierra, fuego, agua y aire. El aire es intelecto. El agua es emoción. El fuego es espíritu, energía, entusiasmo, deseo, y tierra es el groovy, la capacidad de darle forma a la inspiración. La inspiración es el agua, la intuición es el aire. Todos tenemos estos 4 elementos. Algunos tienen preponderancia de unos sobre otros y eso es fantástico, porque nos hace distintos.

Coltrane

La primera vez que supe que tenía esta “enfermedad” [se refiere a su pasión por el jazz] fue cuando escuché a Coltrane, Wayne Shorter y Sonny Rollins. No había escuchado todavía Joe Henderson, que es una de mis grandes infl uencias. Todos me decían que tenía que escuchar a Lester Young y Charlie Parker, pero yo no estaba listo todavía para escucharlos. Partí con mis favoritos. Años después, no podía parar de escuchar a Lester Young y Charlie Parker. También Ben Webster.

A Coltrane lo transcribí mucho cuando joven y lo fui a ver en vivo muchas veces. Así fue como en un momento me di cuenta que debía escuchar a otros. De repente mis intereses cambiaron. Pero de tanto Coltrane está en mi ADN. De hecho, las primeras críticas a mis primeras grabaciones que leía en revistas, en mi etapa inicial, es que yo sonaba igual a Coltrane, que era una especie de copión. ¡Cuando lo que yo más quería era sonar como Kenny G, jaja! La gente piensa que mi mayor infl uencia es Coltrane, pero no lo escucho hace 30 años. Alguna vez lo escuché mucho. Me gusta mucho John Henderson, Wayne Shorter, Sonny Rollings, Hank Mobley.

La vida como profesor

Mi relación con mis estudiantes es que parto de la base que somos los dos estudiantes. Suelen ser súper jóvenes. Están escuchando a los saxofonistas más nuevos y yo percibo esa influencia en su forma de tocar. Siempre me traen grabaciones de lo último, los veo que buscan profundizar.

Para toda la gente de mi generación, Coltrane fue un impacto inconmensurable. Y ninguno de mis alumnos lo escucha mucho ahora. Escuchan Kris Chick, Shamos Blake, Chris Potter, Mark Turner, los más nuevos. Lo que les gusta a mis alumnos, está OK para mí.

¿Qué es para tí un solo increíble?

Cuando alguien toca realmente con el corazón, y me llega, eso es descomunal para mí. Ahora, con todo el desarrollo de la pedagogía del jazz, el componente intelectual se ha disparado, pero esto que compone un solo increíble no se puede enseñar. Eso constituye la grandeza de un buen solo: lo “in-enseñable”.

Estar en el tiempo presente

La mente es una cosa terrible. Te dice “no me gusta esta caña, no me gusta este micrófono, el pianista está tocando mal, yo no salvo a nadie”. Cuando se enciende ese canal, hay que cambiarlo: tomar el dial y ponerlo en el canal de “solo escucha”; ese es el yoga del jazz. No puedes estar pensando si le gustas a la gente, ese no es tu trabajo. Si no le gustas al grupo con que estás tocando, ¡qué le vas a hacer! Lo peor es que uno no se guste a sí mismo, pero tienes que seguir tocando.

El jazz es tai chi, el jazz es yoga. Pones tu mente en un solo lugar, estás en el tiempo presente: no puedes pensar en tu polola ni en el desayuno mientras estas tocando. La gente me pregunta qué es el jazz y les digo que es el tiempo presente. Es una forma de meditación.

¿El sonido está en la cabeza o en el instrumento?

La gente me pregunta cómo obtengo un buen sonido. Mi respuesta es: tienes que escucharlo. Ojalá tengas los mejores  equipos posibles, pero si no lo escuchas en tu cabeza, no te sirve. Escuchas a tus maestros tocar, tratas de emularlos, eso es un buen ejercicio. He tenido alumnos con malos saxos y pésimas boquillas, y sacan un sonido súper bueno. Para mí, un buen sonido es un sonido que
me guste. Así de simple. No puedes separar el tiempo del sonido. El tiempo es macho. El sonido es hembra. Y hay un matrimonio perfecto entre ellos. A veces escucho cantantes con una hermosa voz pero tiempo irregular; no me gusta. Un cantante con un gran sentido del tiempo, y una voz mediocre, para mí suena grandioso.

¿Cual es el rol del artista en la sociedad?

Cada artista te va a contestar de distinta forma. Pero para mí, ser músico es ser consecuente con lo que uno cree que es bello, y proyectarlo. Necesitamos belleza. Especialmente en los tiempos que estamos viviendo. Y la belleza también puede ser imperfecta, como el tema de Monk, “Ugly beauty”.

¿Algún objetivo que te falta por alcanzar?

Hay algunos sonidos que estoy escuchando que me gustaría profundizar, así es que me voy a poner a componer. Hay gente que no compone nada y tiene su propio sonido, su propio lenguaje. Para mí no es gran cosa componer, es algo como improvisar, así de natural. “El lenguaje motívico es muy importante. Vi a Dizzy Gillespie una vez en la TV y le preguntaron cómo improvisaba, y él responde “pienso en ritmos, y después les pongo notas”. También se puede hacer lo contrario, pensar en notas y ponerle ritmo, y el resultado es muy distinto.”

Uno escucha el bebop y es un lenguaje finito, en el sentido que es limitado. Si uno piensa en desarrollo rítmico, este es infinito, uno se encuentra tocando cosas insospechadas. Hay grandes improvisadores, como Warn Marsh, Lee Konitz, Sonny Rollins, que toman el ritmo como su punta de lanza. Hall Halper, un grande del piano con quien he tocado, me decía que Stan Getz solía tocar básicamente los mismos temas noche tras noche. Era tanto así que los músicos de la banda se empezaron a memorizar sus líneas, ¡y en ese momento los echaba, jaja!.

Viernes 30: Gene Aitken

¿Cómo fue esta master? El Projazz Ensamble se ubicó al centro del auditorio. El público rodeaba a la banda. Gene Aitken escuchó dos temas del Ensamble Projazz, “Round Midnight” y “Straight
no chaser” de Thelonious Monk, dirigidos atentamente por el profesor Andrés Pérez. Aitken fue haciendo sus observaciones al Ensamble paso a paso, con mucho humor, empatía y, sobre todo, sabiduría.

Primer acto: Suena ‘Round Midnight

Wow, hace mucho tiempo que no esuchaba algo así, esto es realmente increíble. ¡Miren como suena Chile! Muy, muy bien. El arreglo de “Round Midnignt” está excelente.

Comentarios de Gene:

Cantantes

No hay nada peor que pueda hacer un cantante que estar detrás de un atril de partitura, porque lo que hace es que los atrapa, los bloquea en el lugar, bloquea su aparato respiratorio, ¡bloquea todo! Este es un micrófono SM58, el standard en la industria. ¡Con estos micrófonos se puede construir una casa! Son muy, muy poderosos. Y le gustan mucho a los locutores de radio.

Lo que ocurre con la voz es que mientras más se alejan del micrófono, simplemente el sonido no lo atrapa. Y es por eso que habitualmente los cantantes usan su propio micrófono, porque lo usan muy cerca de su boca, de la forma correcta. Y una de las razones de por qué no podíamos escuchar acá la melodía, era porque la cantante tenía el micrófono lejos. Cuando acercamos el micrófono, este se vuelve más cálido.

Nosotros como individuos cuando hablamos, no solo hablamos y nos miramos, sino que también utilizamos nuestras manos como una extensión natural de la personalidad. ¡Usar las manos es normal! No importa cuál sea la letra, hay que usar un tipo de gesticulación. De eso se trata todo esto, estar en tiempo presente, pasarlo fantástico, cantar los temas. Y recuerden la letra, porque hay que comunicar lo que dice. El centro de tu atención, tu 100%, es para el público.

Batería

Lo que está ocurriendo acá, es que él está luchando un poco con su batería.

El concepto más importante del jazz es el tempo. Es lo Nº 1. El grupo de ustedes suena realmente fantástico, pero creo que podemos mejorar. Y lo que te recomiendo hacer es bajar un poco tu asiento lo suficiente para que tengas un pequeño ángulo en la parte de arriba y otro pequeño ángulo en la parte de abajo.

Básicamente, lo que pasa ahora es que él está tocando “hacia abajo” en la batería. Y cuando uno tiene su batería, debe formar un especie de triángulo y el músico debe estar debajo de este conjunto. Ubicarlo de tal manera que esté todo a la mano. Hay muchos elementos rítmicos, frases, que están ocurriendo acá con la banda, a las cuales no les están sacando suficiente partido. Lo que necesitas hacer es soltarte, porque tu sonido como baterista es fantástico.

Supongamos que con esta baqueta voy a construir una casa, ¡y me va a tomar 5 años hacerla!. Sin embargo, si no “estrangulo”, así lo llamamos nosotros en inglés, la baqueta, lo conseguiré en 2 días. La baqueta no se está equilibrando, la estás estrangulando. Tengo que hacer que esta baqueta trabaje para mí. [Al baterista] trae el sonido a este grupo. “Estrangular” es para otro tipo de sonido.

El bajo y el bombo no están tocando juntos. Y tienen que alinearse. Lograr esto, toma tiempo. Se tienen que escuchar entre ustedes. No toques siempre la misma figura, trata de hacer un feel sobre eso, alrededor de eso. ¡Esa es la idea!

Al ensamble

Ojo con el fade out, debe crear esa tensión de que va desvaneciéndose. En el coro, en la banda. Asegúrense de llenar el espacio, hasta el final. Ese es un problema que suele suceder en las bandas: todos los integrantes se miran entre ellos y dejan al público afuera. Deben estar comunicándose con el público.

Nos vamos a poner ridículos: vamos a hacer que la cantante haga algo “no natural”. Por que ella se muestra tímida. Y vamos a hacer que tenga que caminar por todo el lugar, le cante a un grupo y a otro, etc. Haremos que les cuente la historia. Que converse con la gente a medida que va cantando. A medida que va cantando, mantén [a la cantante] la vista en cada persona. Cuando un cantante está en escena, debe usar el escenario para su beneficio.

Segundo acto: Suena Straight no chaser

Oooooookey! Good! Hay que hacer mucho más uso del bombo. Y relajar.

Bajo

En el bajo, te va ayudar mucho que uses “Kickers”* : cuando  las notas se suceden. Se puede ir “decorando” una frase con esto: ir a la siguiente nota abierta debajo de la que estás tocando. Este recurso funciona muy bien cuando se toca más rápido. Bueno, para terminar: lo que escuchamos hoy día es fantástico, pero para hacerlo más variado, vamos a integrar algunos cambios: de repente voy a hacer callar a la batería, o al bajo, etc., mientras estén haciendo sus solos.

Cuando estás haciendo un solo, nunca permitas que la mano izquierda moleste a la derecha. Es una muy buena regla de oro. Y viceversa.

¿Cómo consideramos internamente el tempo? [Al bajo] Por ejemplo: a todos nos pasa que, para llevar el ritmo, tendemos a ocupar los dedos de los pies. Hagamos un ejercicio: golpeen todos con los dedos el piso, para llevar el ritmo. Y ahora cambien al talón ¿Cuál se siente mejor? ¡El talón! Porque uno puede cargar más.

Al Ensamble

Recuerden que el baterista es siempre el responsable de la forma. Tiempo, tiempo, tiempo. Cuando uno escucha buenos grupos tocar, por ejemplo comienzan con negra 120 Y al final terminan en 130. ¿Por qué? Porque el tiempo siempre avanza, de manera natural y agradable. Lo cual es muy distinto que apurarse. Cuando se juntan tantos instrumentistas podersos, como es el caso de ustedes, se sienten distintos colores. Esta fue una experiencia fantástica, escucharlos a ustedes. Y así como ayer le hablaba a otros muchachos músicos, ustedes tienen que subir sus videos a Youtube. Y una cosa más: traten de tener presencia en la [revista] Downbeat, ellos entregan premios todos los años, y ustedes deberían postular. Ustedes están en un mucho mejor nivel que muchas escuelas de los EE UU. Tienen que hacerlo, lo que he visto hoy me lo ha demostrado.

¿Te imaginas estudiar sin notas?

«El método Waldorf educa a través de la creatividad, el arte y el movimiento. La pedagogía Waldorf tiene sus raíces en la investigación del austríaco Rudolf Steiner. En las clases no hay libros de texto. En lugar de exámenes y notas, se valora el promedio de cada niño en un informe final, en el que se hace alusión a su evolución intelectual, emocional y artistica. Esta pedagogía concede gran relevancia a estimular la relación de los alumnos con el Arte»*.

Tal vez has escuchado alguna vez hablar de los colegios “Waldorf”. Es un modelo de pedagogía que tiene casi cien años de historia. Actualmente hay más de mil doscientos colegios Waldorf en distintos países del mundo (no existen universidades Waldorf). Uno de ellos es el Rudolf Steiner, en la comuna de Peñalolén.

Hace unas semanas se llevó a cabo el 2do Consejo General Docente, instancia donde se reúnen todos los profesores de Projazz y sus directivos, y uno de los expositores invitados fue Rafael González, profesor del colegio Rudolf Steiner, cuyas palabras sorprendieron y estimularon a muchos de los profesores presentes.

«En la pedagogía Waldorf, no centramos el interés en las notas. El reto del profesor es despertar el interés de los alumnos».
«El método Waldorf da cuenta que solo en la emotividad del alumno se puede llegar a despertar su interés».
«La pedagogía es un Arte. Un profesor debe convertirse en un artista pedagógico».
«La educación actual no está interesada en qué les interesa a los alumnos. La educación actual se «coloca» dentro del alumno. No es «con» ellos sino «para ellos».

Testimonios de Alumnos de Projazz
Martín Reyes Pardo: “En la pedagogía Waldorf, todo tiene que tener sentido”.

Desde niño en el colegio Rudolf Steiner tuviste que aprender a tocar un instrumento, ¿cómo fue eso?

Fue muy importante lo del instrumento, además tu ya sabías desde antes que en tercero básico te asignaban un instrumento, por lo que yo ya estaba emocionado por ese ciclo que iba a comenzar. Más allá que eso, la música siempre estuvo presente en el colegio: desde 1º básico se toca flauta todas las mañanas. La música no es como en otros lados,que es como “ya, ahora vamos a tocar música”, sino que es parte de todo, es parte de la cotidianeidad y cumple una función dentro de lo que es la pedagogía.
Se supone que el instrumento te lo asignan por tu temperamento, es decir, Colérico, Flemático, Melancólico o Sanguíneo. Por temperamento a mí me deberían haber asignado Piano, pero en unas presentaciones de música vi a unos alumnos mas grandes tocando vibráfono y marimba y quedé alucinado, por lo que insistí para que me dieran percusión.

Cuando saliste del colegio, ¿fue muy traumático pasar a un sistema de “tener notas” y evaluaciones?

Yo salí de IV medio del Rudolf, pero tuve una pasadita por ahí por un colegio tradicional y también tuve que dar exámenes durante la media para validar los estudios con el Ministerio. Para mi no fue traumático ni nada, ya que nunca me han importado las notas: creo que las notas es una de las mayores aberraciones de la educación hoy en día a nivel mundial. Se sigue educando con la idea de recibir un premio, como a un perro que se le enseña a dar la mano a cambio de comida y para peor ese premio es ficticio, no significa nada, es un número en un papel que solo sirve para compararte frente a tus compañeros, solo genera competencia. Es algo que está muy arraigado en nuestro sistema, para mí era muy común ver a gente sorprendida diciendo “¿y no tienen notas? ¿y como los evalúan?”. Y es como… demasiado obvio, o sea, un profesor conoce a sus alumnos, trabaja con ellos, conoce sus capacidades, sus defectos, no necesita una prueba de alternativas para saber si el alumno se ha desarrollado o no.

¿Sientes que haber pasado por una metodología Waldorf te ha apoyado en tu decisión y desempeño artístico?

A pesar de tenerle varias críticas a la pedagogía Waldorf, hay un elemento que agradezco muchísimo, y es que todo siempre tiene que tener sentido, nunca nada va a ser porque sí, todo está relacionado: los contenidos con los procesos de desarrollo, y estos con la forma de enseñar. Me pasó mucho que cuando anduve por un colegio tradicional se me ocurrió preguntar frente a tal materia “y eso ¿por qué?”, y la profesora no sabía responder, no sabía cuál era la razón de por qué estaba enseñando eso. Recuerdo muy bien aun profesor diciendo “nuestro norte es la PSU”, o sea, si el norte es la PSU, para qué voy al colegio, mejor estudio en la casa las materias específicas y me sale mucho mas fácil.

Ese es un elemento muy importante, demasiado importante entender siempre el sentido de lo que uno está haciendo, la falta de sentido es uno de los grandes problemas del mundo capitalista actual y especialmente de Chile: no sabemos por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo, porque lo lógico es que encajemos en la estructura del sistema y eso como músicos, como artistas, es casi imposible; o sea, tengo que estudiar varias horas diarias frente a mi instrumento, estudiar piano, entrenamiento auditivo, solfeo, y eso solo para ganar un poco de plata, tener una casa, pagar cuentas, deudas. etc. Es como si elegir hacer lo que nos gusta fuese elegir la forma menos dañina para nosotros mismos de encajar con el sistema.

Si tuvieras hijos, ¿los pondrías en un colegio Waldorf?

Por muchas razones sí, o sea, por las opciones que hay –que no son muchas–, no me interesa que a mis hijos los preparan para ir a la oficina, me gustaría que tuviesen una educación un poco más abierta. Pero también le tengo sus críticas a la educación Waldorf, partiendo porque en Chile es caro.

También es un poco sectario: siempre sucede que la gente que está ahí es gente que está tratando de escapar de la educación tradicional y como es caro, hay harta gente con plata, y se produce un ambiente medio “hippie cuico” que no me gusta, por algo los dos colegios Waldorf más conocidos –Rudolf Steiner y Giordano Bruno– están super cerca uno de otro. Me gustaría algún proyecto Waldorf más social, que por cierto han habido intentos, pero siempre falla lo del financiamiento.

Lucas Magnet Bulling, 2º año de Composición, ex Giordano Bruno: “estoy acostumbrado a aprender haciendo”.

Cuando saliste del colegio, ¿fue muy traumático pasar a un sistema de
“tener notas” y evaluaciones?

Estuve hasta 8vo en el Giordano, porque llega hasta ahí, no tiene enseñanza media. Luego pasé por un colegio donde duré un mes, no aguanté, y después terminé en el Etievan, algo un poco más “alternativo”. Ahí me adapté más fácilmente. El tema de las notas no me genera ningún rechazo. En el colegio me acostumbré rápido. En el Giordano, ¿qué instrumento te tocó, cómo fue tu caso? Normalmente te asignan un instrumento según tu
temperamento, y a mí me iban a dar violín. Pero a mí me gustaba mucho el piano, mi mamá insistió y me lo dieron finalmente. Eso fue de 3ro a 8vo. Armonía al teclado se me ha hecho más fácil gracias a eso.

¿Siempre quisiste ser músico?

No. No estaba seguro. Después de salir del colegio me tomé un par de años para reflexionar, y recién en 2011 decidí que quería estudiar música. Me interesaba la gastronomía. Estuve un semestre también en la Católica estudiando un Bachillerato de Ciencias y Matemáticas para ver si me tincaba algo, pero decidí que no. Y ya tenía experiencia en la música, por ende la opción de estudiarlo me parecía lo más acorde a mí, lo más atractivo.

¿La música fue parte del interés que buscó el colegio despertar en ti?

La verdad es que yo nunca tuve tanto interés en la música: la disfrutaba, sí, pero en el colegio igual tenía rechazo a ciertas asignaturas, y no siempre amé el piano. Tuve conflictos. De hecho, durante un año dejé de tocar completamente, no quería más, le dije a mi mamá que si quería vendía el piano, jaja. Y después me reencanté.

¿Podrías identificar que hay una mirada Waldorf en ti, en tu manera de acercarte a la música, a la composición?

Yo creo que mi forma de aprender quedó más orientada al aprender haciendo. El Giordano era muy de “hacer”, teníamos talleres de todo: de carpintería, cocina, cerámica. Se me olvidó cómo era tejer, jaja. La verdad es que no tengo tan conciente cómo me influenció la educación Waldorf en lo que aprendo ahora. Pero me quedó grabado el estar en constante contacto con el arte, pintábamos harto. Y creo que algo debe pasar en el cerebro
de los niños al trabajar tanto con las manos y la creatividad. Un método muy bueno.

¿Cómo te proyectas después de salir de Projazz?

No tengo tan claro todavía, todavía estoy aprendiendo y observando las opciones que existen para un músico. Sé que me gusta harto tocar, no solo componer. Guitarra y piano. Me gustaría componer música que yo mismo pueda tocar y que alguien quiera escuchar. Ese es de alguna forma mi sueño: tocar música que quiera ser escuchada. Veo que hay muchos ámbitos para trabajar, estoy abierto a todas las alternativas.

*Extraído del diario “El País” de España, sábado 1 de junio de 2013, artículo “El Viaje de vuelta de Penélope”, sobre la decisión de los actores españoles Penélope Cruz y Javier Bardem de educar a su hijo bajo el método Waldorf.

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