Desde pequeña, Natalia Ramírez “Naty” (para quienes la conocen) descubrió el poder transformador que tenía la música en su vida, ayudándola a convertir su talento en una carrera profesional.Alumna destacada de Projazz, integrante de Santiago Downbeat y en vísperas de grabar su nueva producción musical en conjunto con el maestro Valentín Trujillo, ha tenido la oportunidad artística de presentarse en importantes eventos como el Festival de jazz de Providencia siendo una de las pocas voces femeninas que ha pasado por este tradicional escenario. De igual forma, ha compartido escenario con reconocidas bandas como los Skatalites.
¿Cuándo nace tu pasión por la música?
A los cuatro años tuve un acercamiento musical, me acuerdo que las monjas donde yo estudiaba inculcaban la música y de cierto modo esto me conectaba y calmaba mi hiperactividad ya que era una niña muy inquieta.
“Inconscientemente la música nos libera”
Su primer colegio la incentivó a liberar energía a través de juegos y expresiones artísticas: “Con la llegada de mi hermana, quien nació con discapacidad congénita, la economía familiar se fue abajo y tuve que pasar de un colegio privado a un colegio subvencionado”.
“Yo cantaba en el colegio, pero jamás me imaginé que me dedicaría a esto”
Con este cambio de colegio, Naty participó en una competencia de canto con todos los cursos para celebrar el día del alumno y fue en esa oportunidad donde la motivación y apoyo de sus compañeras la impulsó a competir interpretando una canción de David Bisbal a capella: “Estaba súper nerviosa, era un colegio con más de 1200 alumnas, pero los nervios me duraron hasta la primera estrofa”.
Haber participado en el concurso de canto le trajo el triunfo, y además al oírla una de las profesoras de música que estuvo presente se ofreció a acompañarla para audicionar al Teatro Municipal.
¿Cómo fue la experiencia de audicionar en el Teatro Municipal, quedaste?
En un principio no sabía que iba a una audición, no entendía muy bien, fui y me encontré con la profesora Paula Arancibia (actual profesora de Projazz) quien había sido mi profe de música en el colegio, me hizo una prueba de intervalos y así fue como entré a este coro.
“En el coro “Crecer Cantando” empezó un proceso único para mí de descubrimiento, donde estuve cuatro años”
Salió del colegio técnico como ayudante de contadora, pero decidió postular a diseño gráfico: “Me gustaban los lápices pero lo que esperaba mi mamá es que yo siguiera el camino de la contabilidad o auditoría y eso no fue así”.
Todo cambió cuando sus profesores de música de enseñanza media la aconsejaron olvidarse del diseño para estudiar y perfeccionar su talento musicalmente, convencidos de que tenía un potencial que podría convertirse en una carrera profesional.
¿Cómo fue esto que de pronto te cambiaron el panorama si ya habías quedado para estudiar diseño gráfico?
Nunca imaginé que me iba a dedicar a la música, en ese momento pensé y les comenté ¡oye! yo soy chica, vivo con mis papás, ellos me pagan todo y no es que yo llegue y les diga voy a estudiar esto. En ese momento, me consiguieron una audición en Projazz para ver si me podía ganar una beca, la realicé y me becaron con el 50 por ciento. Ahora el tema era cómo les decía a mis padres que había ido a una audición para estudiar música, que me habían becado, cuando ya estaba inscrita para estudiar diseño gráfico en la misma universidad donde trabajaba mi mamá.
¿Cómo reaccionaron tus padres?
La primera reacción de mi mamá no fue la mejor, en ese momento me convencí de que la música era realmente lo mío y el diseño gráfico no es lo que me haría sentir bien. Hoy siento que tomé una buena decisión.
Durante sus años en Projazz fue una estudiante de buenas notas, aunque veía a sus compañeros de clases tan involucrados y tan seguros de lo que hacían que para ella fue un desafío, ya que tenía que esforzarse el doble para aprender toda la compleja parte teórica que era algo nuevo. Además en ese período despertaron las ganas de estudiar pedagogía: “los profesores me entregaron lo que sabían, me gustaba como lo enseñaban. Eso me demostró la importancia de tener un profesor que te motive y que te sepa guiar de manera positiva”.
“La música además de entregarme una satisfacción personal, me enseñó a ser más disciplinada en mi vida profesional”.
¿Cómo fue tu proceso en Projazz?
Muy bonito y enriquecedor pese a todas las cosas malas y buenas, recuerdo que en el examen final de primer año mi mamá me fue a escuchar y me dijo que me apoyaba porque eso era lo mío. Me fue súper bien ya que en segundo año formamos una banda de ska llamada Santiago Downbeat que tuvo éxito no solo en Chile sino que tuvimos la oportunidad de realizar una gira por Europa, haber participado en esta banda me sirvió mucho para poder realizar mi concierto de título.
“Mi experiencia en Projazz la podría definir con esto: Aprender Jugando”
Para Naty, lo importante era obtener todos los conocimientos y disfrutar el proceso musical que le ofrecía Projazz. Proceso que le permitió, además de transformarse en una cantante reconocida en el medio del jazz, descubrir esa pasión por enseñar y dedicarse a la pedagogía para poder ayudar, orientar y potenciar el talento de los demás.
¿Crees que la música es una vocación que nace contigo o es algo que se ve moldeado por el entorno?
En mi caso creo que son influencias, porque si yo no hubiese tenido estas experiencias musicales previas cuando era chica, no tendría tanta facilidad auditiva o lo que soy ahora. En ese sentido creo que el medio, el entorno y las personas influyen mucho.
¿Cómo te ayudó el enfoque integral de Projazz en tu vida personal?
Me ayudó a conocerme, a creer en mí, a intentar indagar en los sueños, en lo que yo quería y sentía en realidad. Fue muy buen ramo, totalmente importante porque ayudó a descubrir y fortalecer mi carácter.
¿Qué podemos esperar de tu disco con el maestro Valentín Trujillo?
“Cosas Del Alma” nos invita a viajar hacia los años dorados con un repertorio lleno de romanticismo, permitiendo un maridaje entre el jazz tradicional y las sonoridades contemporáneas ligadas a este género musical. Buscamos rescatar y cultivar las sonoridades características del swing con canciones que fueron popularizadas por artistas internacionales como George Gershwin, Jorge Pedreros, José Pepe Delgado, Bobby Capó, entre otros.
Actualmente Naty también está nominada a los premios Pulsar 2018 en la categoría mejor artista jazz y fusión con su disco Blue Skies: “Estoy sorprendida, fue mi sello «Animales En La Vía» los que me postularon. Estoy contenta y ansiosa de saber quién ganará en la categoría. Estuve viendo que hay artistas que a mí me gustan mucho, así que espero que gane el mejor”.